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34. Consolación Administración Pastoral presenta cómo proveer cuidado pastoral a una congregación local, usando las habilidades de liderazgo y administración para manejar la organización y las finanzas organizacionales sin reproche y desarrollar una mayordomía fiel. Demuestra el hacer decisiones en grupo, el desarrollo de equipos, reclutamiento de voluntarios e intervención de problemas para que el conflicto sea un paso positivo en el crecimiento de la iglesia. Más enseña cómo ofrecer cuidado pastoral apropiado para individuos y familias en tiempos de conflicto, crisis, celebración y duelo de una forma profesional y ética. La
presencia pastoral para Consolar
Orientación Está sentado con una familia en la sala de espera de
un hospital mientras que la madre y esposa está teniendo una cirugía
simple. El médico ingresa a la sala y, en voz baja, le dice a la
familia: “Estaba muy bien mientras se realizaba la cirugía y, de
pronto, inesperadamente, su corazón dejó de latir. Hicimos todo lo
que pudimos pero no pudimos reanimarla. Lo siento mucho”. Pastor,
¿qué haría para ayudar a esta familia a lidiar con una muerte
inesperada como ésta? Un hombre de mediana edad, casado y con tres hijos, ha
estado sufriendo de permanentes dolores de cabeza y mareos. Los médicos
hacen una variedad de exámenes. Los resultados no son los que se
esperaban. Hay un gran tumor en el cerebro que no se puede operar.
En el mejor de los casos, se le dan de entre tres a seis meses más
de vida. ¿Cómo puede ayudar a este hombre y a su familia a lidiar
con esta realidad y la agonía? Este asunto de la muerte y la agonía constituye uno de
los más difíciles que un pastor debe enfrentar. Nos incomoda
porque somos confrontados con nuestra propia mortalidad. Caminar al
lado de alguien que está dirigiéndose hacia la tumba puede
significar una pesada carga emocional sobre nuestras vidas. Esto es
especialmente cierto si tenemos mucha cercanía a la persona que está
encaminándose hacia el valle de sombra de muerte. Objetivos de aprendizaje Al finalizar esta lección, los participantes deberán: • Conocer las etapas que uno pasa para aceptar la
muerte de un ser querido. • Comprender el ministerio del pastor a los que
tienen enfermedad terminal. • Conocer los elementos del proceso en el duelo. • Entender cómo ayudar a los familiares en ese
momento difícil. • Preparar un funeral. • Preparar el servicio fúnebre Ministrando a los que están
a punto de morir Etapas
del Proceso de Agonía La Dra. Elizabeth Kubler-Ross, en su impactante libro
“On Death and Dying (Sobre la Muerte y la Agonía) 1996”,
clasificó el proceso de la agonía en cinco etapas: 1.
La negación—“¡Esto no me puede estar pasando a mí!” Esta es una reacción muy natural al recibir la noticia
impactante. Las personas hacen afirmaciones como: “Seguramente los
resultados del laboratorio se mezclaron con otros”. “A lo mejor
este médico no sabe lo que está haciendo. Creo que voy a buscar
una segunda opinión”. La familia también transita esta etapa de
negación, tratando de asimilar la noticia. En esta etapa,
generalmente, nadie quiere hablar mucho acerca de la muerte. No se
desanime si la persona no responde a tu deseo de ayudar en esa
situación. 2.
El enojo—“¿Por qué a mí?” Este enojo va dirigido hacia la familia, los médicos
y, hasta Dios. La persona y la familia están tratando de lidiar con
la injusticia de todo esto. “Si Dios es todopoderoso, ¿por qué
ha permitido que esto me pase a mi?” Esto es especialmente difícil
si se trata de un cristiano fiel. Tal enojo puede ser impredecible
pero no necesariamente pecaminoso. Job expresó su enojo de esta
manera: “Por tanto, no refrenaré mi boca, sino que hablaré en la
angustia de mi espíritu y me quejaré en la amargura de mi alma”
(Job 7:11). ¿Cómo debería responder cuando una persona que se
está muriendo expresa le expresa tanto enojo? 3.
La negociación—“Es mi padre, pero si Tú. . . entonces yo. .
.” La persona puede negociar con los médicos, el hospital
y, lo más probablemente, con Dios. Las personas pueden prometer que
van a vivir mejor, que darán regalos generosos o velarán para que
ciertos proyectos sean terminados antes de morir. Una mujer
batallando con la muerte le expresó a su médico que deseaba vivir
hasta que su hija se casara. Después de la boda ella negoció con
su médico otra vez: “Tengo otra hija que aún no está casada. Me
gustaría estar aquí para la boda de ella también”. Algunas
veces la persona que se está muriendo se aproxima a la aceptación,
pero los familiares pueden retrasar el proceso al pretender negociar
con Dios. ¿Cómo lidiaría con alguien que trata de negociar con
usted como representante de Dios? 4.
La Depresión—“No lo puedo negar, ¿para qué? No vale la pena” La negociación no ha funcionado y, probablemente, nada
va a funcionar. La depresión aparece. Es posible que la persona
empiece a preocuparse por el costo del tratamiento. ¿Quién va a
cuidar del cónyuge, de los hijos? La depresión puede venir, también,
como resultado de la pérdida de atracción física—caída del
cabello, aumento o pérdida de peso. Se da, también, la
incertidumbre sobre el futuro con la pérdida de relaciones, o de lo
que pase después de la muerte. ¿Cuál sería la mejor manera de ministrar a una
persona en esta etapa de la depresión? 5.
La aceptación—“Así es la vida” Éste, no necesariamente es un tiempo feliz. La persona
puede que exprese pocas emociones. Ella deduce que la muerte está,
realmente, acercándose. Es muy probable que la persona empiece a
distanciarse de los demás y a replegarse sobre sí misma. Para
algunos, es tiempo de pronunciar sus últimas palabras o encargos a
la familia y amigos. Hasta aquí las etapas definidas por Elizabeth Kubler-
Ross. Alguien ha agregado una sexta etapa: 6.
La Esperanza Cristiana—“Éste no es el fin— ¡Tenemos la
resurrección!” En el corazón de la fe cristiana está la esperanza de
la resurrección. El apóstol Pablo declaró a la cristianos en
Corinto que si Jesús no hubiera resucitado de la tumba, nuestra fe
sería totalmente vana (1 Corintios 15:12-19). Pero, el Domingo de
Resurrección, verdaderamente, Dios resucitó a Jesús de la tumba
(15:20). Toda la esperanza cristiana está depositada en Uno que,
habiendo estado muerto, ahora vive por siempre. La esperanza de los
cristianos que la muerte, aunque es un enemigo real, no tendrá la
última palabra. El Cristo resucitado tiene la palabra final, y es
la palabra de vida eterna. La esperanza y promesa cristiana es que,
en la resurrección, esta frágil y decadente vida mortal se
convertirá en inmortal, por medio de Jesucristo nuestro Para que un pastor cristiano ministre verdaderamente
como cristiano, debe asegurarse de que su ministerio hacia los que
están enfrentando la muerte, va a descansar en la esperanza de la
resurrección. Para los cristianos que están agonizando, la
esperanza de la resurrección es una palabra de consuelo. Para
aquellos que no son cristianos, la esperanza de la resurrección Como creyentes, tenemos la confianza en una esperanza
futura. Jesús prometió: “En la casa de mi Padre muchas moradas
hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues, a preparar
lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra
vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros
también estéis” (Juan 14: 2-3). Esta es la esperanza para la
persona que está lista para morir y para los que quedan. No todos pasan por cada etapa de la agonía. Las etapas,
a su vez, no siempre se dan en el mismo orden. Puede darse cuenta
que, tal vez, una persona puede regresar a una etapa previa. Las
personas deben avanzar a través de las etapas a su propio ritmo. No
debe forzar a las personas a pasar de una etapa a otra. La muerte
puede llegar más rápido de lo esperado, y puede que el paciente no
tenga tiempo para llegar al momento de la aceptación. Las personas que están
muriendo tienen necesidades especiales La necesidad más importante de un cristiano que
confronta una enfermedad seria es escuchar otra vez acerca de la
esperanza de la resurrección. El significado de la Resurrección
debe ser el centro del ministerio a los que agonizan. Un ministro
debe estar preparado con versículos del Nuevo Testamento que
explican el significado de la Resurrección, y que hablan acerca de
la esperanza cristiana de la resurrección. El ministerio a los que
agonizan debería mostrar que es inconfundiblemente cristiano. Ellos
necesitan a alguien que les escuche Es importante ayudarles a tratar con problemas o
sentimientos no resueltos que los han incomodado. Usted puede ayudar
a que la persona sane relaciones rotas. Acepte su enojo. Anímelos a
reflexionar sobre su pasado. Ellos
necesitan una persona amiga No es raro que, muchas veces, familiares y ayudantes
profesionales empiecen a alejarse de las personas que se van
acercando a la muerte. En ocasiones, la persona que agoniza puede
que tenga a poca gente cercana que pase a saludarla. La soledad
puede ser un problema serio, especialmente, si la persona se siente
tan mal que no desea leer ni ver televisión. En cierto sentido, la
agonía es un tramo que tenemos que transitar por nuestra propia
cuenta. Tener una persona amigo que esté a nuestro lado, puede ser
de mucha consolación. No tenga miedo de expresar sus sentimientos a
la persona que se está muriendo. Buscan
el significado/propósito a la vida Algunas veces es de gran consolación para la persona
que agoniza, reconocerle la influencia que puede haber ejercido su
vida. Las personas que son activas pueden continuar haciendo cosas
que le den sentido a la vida que les queda por vivir. Trabajar en un
proyecto específico o ayudar a su propia familia puede dar sentido
a la vida de estas personas que, en caso contrario, se convertiría
en algo sin propósito. Ayudará mucho si la persona puede preservar
cierto nivel de Ellos
necesitan ayuda espiritual Como pastor, está en una posición única para ayudar
a la gente a prepararse para la eternidad. Aproveche cada
oportunidad para hablar acerca de las necesidades espirituales de la
persona. Aún si la persona parece estar inconsciente, el sentido
del oído es el último que se pierde. No tenga miedo de tocar la
mano de la persona y orar en voz alta con la posibilidad de que la
persona escuche, aunque parezca que no hay respuesta. ¿Cuáles son las mayores preocupaciones que tienes al
pensar en trabajar con gente que está agonizando? Ministerio a los que sufren
la pérdida de un ser querido Las personas experimentan un profundo sentido de pérdida
cuando alguien a quien aman muere. El proceso del duelo, cuando la
persona ha fallecido por causas naturales, generalmente, lleva un
promedio de dos años. Toma mucho más tiempo, cuando la persona
muere violentamente o por suicidio. Si bien es cierto que, la muerte
de un cónyuge o un/a hermano/a es difícil, la pérdida de un niño
es devastadora. Con frecuencia, los padres encuentran el duelo de
tal pérdida, tan duradero que el matrimonio termina en divorcio.
Será de mucha ayuda que entienda el proceso del duelo. 1.
Es un golpe duro Cuando perdemos a un ser querido, especialmente si
ocurre inesperadamente, la primera reacción es una negación del
hecho. Puede que parezca una pesadilla y esperamos despertarnos de
ella y encontrarnos con que, realmente, no ocurrió aquello. Esto
puede continuar como una preocupación, con el deseo de que la
persona vuelva a vivir. 2.
Las emociones: Tristeza y llanto Las lágrimas fluyen mientras nuestra mente y nuestras
emociones tratan de lidiar con la realidad de esta pérdida. Cuando
se encuentra con una persona que está siendo confrontada con la
muerte de un ser querido, no intente detener el llanto. Hasta Jesús
lloró ante la tumba de su amigo Lázaro. El mayor consuelo es su
presencia. Anime a la persona a que llore o hable sobre ese momento. 3.
La culpa Las personas tratan de adjudicarse responsabilidad o
adjudicársela a otros. “Si tan solo . . . la hubiera animado a ir
al doctor antes. . . le hubiera prevenido de tomar el auto. Su
muerte tiene que ser la culpa del doctor . . . o la culpa del otro
conductor . . . o de Dios”. Esta es una reacción normal y nadie
debería sorprenderse cuando la gente se sienta de esa manera. 4.
Dejación La gente que experimenta la pérdida de un ser querido,
abandona los proyectos que había empezado. Pierden interés en
cosas que solían ser importantes. Se sienten solos pero no tienen
la energía para conectarse con otras personas o actividades. Es difícil
volver a las actividades que compartía con otras personas. Les
parece que no hay futuro, ninguna meta que motive o impulse a la
vida diaria. 5.
La esperanza gradual Los oscuros nubarrones que nublaban al sol empiezan a
disiparse. El sol resplandece otra vez. Comienzan a haber momentos
donde no se piensa acerca de su pérdida. Las memorias del ser
querido que ha partido, pueden traer sonrisas en vez de profundo
dolor. 6.
La aceptación de la realidad La persona mira hacia el futuro, no el mismo futuro de
antes de la pérdida, sino hacia un futuro con nuevos amigos y
nuevas metas. El optimismo ha reemplazado al pesimismo. La vida,
otra vez, vale la pena vivirla y la persona vuelve a sentirse como
“antes”. Norman Wright habla sobre la recuperación de esta
manera: “Los tres períodos involucrados en la recuperación son
(1) haciendo un puente con el pasado; (2) viviendo con el presente;
y (3) encontrando un senda hacia el futuro”. Cómo ministrar a los
dolientes Ayude
a la persona a enfrentar la realidad La realidad es que, esta persona partió y no va a
regresar. ¿Cuáles son algunas de las cosas que la persona necesita
hacer ahora? Algunos asuntos como, el cuidado de los niños, la
preparación del funeral y otras decisiones deben ser hechos ahora.
Otros, pueden esperar hasta que la persona se sienta mejor para
pensar con claridad acerca de la situación. Que
no haga de la persona un santuario o ídolo Muchas personas desean convertir en “santuario” la
habitación del niño o la oficina del esposo, fallecidos. Cinco años
después, las cosas no han cambiado. Es como si la persona fuera a
volver. Puede animar a la persona a que actúe más
independientemente. Que
no tome decisiones apresuradas Con mucha frecuencia, después de la muerte de un cónyuge,
una persona va a querer vender la casa y mudarse a un nuevo lugar.
El hogar tiene varios recuerdos y vivir con recordatorios constantes
puede ser doloroso al principio. Cuando el duelo intenso pasó, la
persona que se mudó a otro lugar puede que desee volver a su
antiguo vecindario. Es mejor posponer ese tipo de decisiones hasta
que el período de duelo haya pasado. Que
encuentre motivos para seguir viviendo El recuperarse del duelo es un proceso de ajuste y
crecimiento. Usted puede ayudar a las personas a buscar maneras de
re-enfocarse física, emocional yespiritualmente. Ayude
a la gente con tiempos especiales de conmemoración El proceso de duelo tiene sus altibajos. Aunque la
intensidad puede que vaya disminuyendo a medida que pasan los meses,
al acercarse el aniversario de la pérdida, puede que vuelvan con
fuerza sentimientos de duelo. Como pastor, al acercarse el
aniversario de la partida, puede que sea de ayuda hacer una nota
para contactar a la persona doliente. ¿Cómo se sintió? ¿Cuánto tiempo duró el duelo? ¿Qué
fue lo que más le ayudó a superar el duelo? Ministrando por medio del
funeral Para aquellos que han perdido un ser amado, el Servicio
Fúnebre es una parte importante del proceso de tratar con la
realidad de la muerte. Es una oportunidad para hacer un
reconocimiento público de la persona por la cual se experimenta el
duelo. Los asistentes recordamos nuestra propia mortalidad.
Expresamos nuestros sentimientos más profundos en el contexto de
apoyo que brinda la familia de Dios. El funeral es una oportunidad para expresar el duelo y
hallar consolación, así como para reconocer la intervención de
Dios en nuestras vidas. En este culto de adoración damos testimonio
al mundo de que confiamos en Dios en los momentos más
significativos de nuestras vidas. Confesamos con el Salmista: “Diré
yo a Jehová: Esperanza mía y castillo mío; mi Dios, en quien
confiaré” (Salmo 91:2). Aún cuando nos preparamos para decir adiós
a nuestro ser querido, afirmamos: “¡Este no es el final! La vida
continúa con Dios eternamente”. Preparación para el Funeral Visite
a la familia tan pronto como sea posible Es posible que la familia aún esté en el hospital o
en la casa para ancianos. Esta es una ocasión cuando, hacer
contacto con la familia lo más rápido que sea factible, es
sumamente importante. Haga
los arreglos para la reunión familiar Generalmente, es mejor planear esto para el día
siguiente. Necesita empezar a reunir información para el Servicio Fúnebre:
la música, los pasajes bíblicos y otros materiales que la familia
quisiera incluir en el Servicio. Anime a la familia a compartir
algunas memorias de la persona que falleció. Sea alguien que pone
atención a lo que ellos le dicen y toma nota. Algunos relatos
pueden ir muy bien en el mensaje del servicio. Es un honor ser
invitado a participar del círculo familiar mientras comparten sus
recuerdos más preciados. ¿Por qué cree que esta reunión es importante en la
planeación del servicio fúnebre? Haga
los preparativos con el director de la casa funeraria El director de funerales puede darte ideas adicionales
respecto a los intereses y necesidades de la familia en el servicio
fúnebre. A menudo, esta persona trabaja con las familias para
organizar a todos los dolientes y otros participantes en el servicio.
Si la comunidad no le es muy conocida, el director de funerales
puede informarle sobre costumbres locales que tanto al familia como
la iglesia pueden esperar que se tengan en cuenta. Acompañe
a la familia en el velorio Si la costumbre es tener horarios para visitar el féretro,
debe procurar estar con la familia cuando, por primera vez, visitan
el féretro. Después de que dejar que los miembros de la familia
vean el cuerpo en el féretro, puede apoyarles con un tiempo de
oración. Preparando el Servicio Fúnebre 1.
Prepare el servicio y el mensaje dese un punto de vista bíblico de
la vida y la muerte Seguramente va a asistir al Servicio Fúnebre, gente
con muy poco conocimiento de la fe cristiana. La iglesia puede hacer
declaraciones positivas de sus creencias a través de los cánticos
que enfocan la grandeza de Dios o el sacrificio de Cristo por
nuestros pecados. Alabanzas como “Cuán Grande Es El” nos
recuerdan la esencia de nuestra fe. Los pasajes bíblicos pueden
recordarnos la fidelidad y la gracia de Dios. 2.
Escriba un mensaje que lleve a la gente hacia Jesús Hay tres acercamientos que puede usar. Puede preparar
un mensaje basado en la Escritura y con ilustraciones extraídas de
la vida de la persona fallecida. Su mensaje podría ser un elogio de
la vida del difunto que ha reflejado la vida de Cristo. Un tercer
acercamiento podría, introducir el mensaje con una semblanza
positiva de la vida del fallecido, seguida de una exposición de las
escrituras. Use en el sermón, el nombre de la persona fallecida, el
primer nombre o el sobrenombre o “apodo”, para hacerlo personal. 3.
En el funeral de un inconverso, presente a Jesús como la esperanza
para los que viven No puede predicar que alguien que no es cristiano se
dirige al cielo. Cuando oficia un funeral, no comprometa lo que cree
que es bíblicamente cierto. Jesús promete consolar y dar esperanza
a aquellos que ponen su fe en Él. Puede invitar a la gente a
volverse hacia Jesús como la respuesta para las necesidades de la
vida. Generalmente, no se considera apropiado hacer un llamado al
altar o intentar hacer evangelismo abierto o directo en el servicio.
Puede invitar a aquellos que desean saber más para que hablen con
usted después. 4.
Ayude a la familia a elegir el mejor lugar para el servicio fúnebre Para miembros los miembros activos, la iglesia puede
que sea el lugar preferido. El edificio de la iglesia nos recuerda
que adoramos a Dios hasta en los momentos de duelo. Para aquellos
que no son parte de la una iglesia, la familia puede preferir la
capilla de un sala funeraria. 5.
Prepare el orden del servicio para incorporar todos los elementos
que ha conversado con la familia. Ejemplo de un servicio fúnebre:
6.
Prepare un servicio corto en el cementerio como una conclusión
apropiada del funeral Este servicio, delante del féretro, debe ser breve,
dos a tres minutos, especialmente cuando las condiciones climáticas
no son apropiadas. Un servicio de este tipo, para un creyente, puede
enfatizar en la esperanza de la resurrección. Cuando se trata de un
servicio para un no creyente, puede poner al difunto en las manos de
un Dios bueno que hace las cosas bien. 7.
Tome en cuenta las costumbres locales relacionadas con los funerales. En algunas regiones estilan tener el féretro abierto
durante el servicio, mientras que en otras áreas prefieren
mantenerlo cerrado. Al finalizar el servicio, el pastor puede
ubicarse a la cabeza del féretro mientras la congregación pasa. En
el cementerio, puede que se espere que el pastor lidere la
procesión del funeral y se ubique a la cabeza del féretro. En
varias comunidades, al terminar el servicio, es común que la
iglesia provea una cena para la familia del fallecido. Recuerde,
en un funeral, es la única ocasión en que no debe cometer errores
críticos en los procedimientos que la comunidad espera de usted. El
director o coordinador de funerales conoce las costumbres locales y
puede asesorarle adecuadamente. 8.
Visite al cónyuge y a la familia, lo más pronto después del
funeral y, posteriormente, en intervalos apropiados. Su responsabilidad como pastor no termina con el último
amén en el servicio. Los días que siguientes van a ser difíciles
para la familia. La gente experimenta pesar y soledad por meses y aún
años. 9.
Otros asuntos respecto a los servicios funerales. Algunas personas prefieren un funeral privado solamente
para la familia y algunos amigos cercanos invitados. Algunas
familias prefieren sufrir solas, especialmente si la muerte ha
tenido que ver con circunstancias muy particulares. En algunas áreas
las cremaciones (acción de incinerar cadáveres) se están
volviendo más comunes. En algunas ocasiones habrá un servicio
funeral con el cuerpo presente, seguido de una cremación. Otras
veces, la cremación del cuerpo ya se ha realizado y la iglesia
tiene un servicio recordatorio o memorial. Generalmente, se tiene
una foto del difunto en vez de un féretro. El servicio será
similar al servicio funeral, con la excepción de que, al terminar,
no habrá un servicio en el cementerio. Si bien es cierto que, algunos objetan que la cremación de un cuerpo es como
destruir el templo del Espíritu Santo, otros la ven (a la cremación)
como una forma de acelerar el proceso natural que ha seguir el
cuerpo -las cenizas volverán a ser cenizas, el polvo volverá a ser
polvo. ¿Cómo haría para planear un funeral para un niño de
tres años que se ahogó accidentalmente y que pertenece a una
familia que no asiste a la iglesia? Ellos le han llamado porque no
tienen iglesia y un vecino de ellos les mencionó su nombre. . Puntualice
el final La familia se había reunido en el hospital mientras se
esparcía que el cáncer de pulmón del abuelo le estaba quitando la
vida. Este hombre había asistido a la iglesia con su esposa
cristiana pero nunca había hecho un compromiso personal. El pastor
saludó cálidamente a este hombre en su lecho. Después de unos
minutos de conversación, el pastor pidió que la familia saliera de
la habitación porque deseaba hablar, en privado, con este hombre y
su esposa. Con urgencia y sensibilidad el pastor le habló al hombre
de su relación con Dios. En apenas unos minutos este hombre estaba
orando para recibir a Cristo como su Salvador personal, mientras su
esposa lloraba de felicidad. Pocos días después, el pastor estaba
tan feliz de poder compartir con la gente en el funeral de la
conversión de este hombre. ¡Qué privilegio poder guiar a este
hombre moribundo a una decisión que cambió su destino eterno! Repaso ¿Cuál aspecto de la lección de hoy siente que le va
a resultar el más difícil? ¿Qué puede hacer para fortalecerse en ese aspecto? Asignación de Tareas Escriba un breve mensaje o sermón de para el funeral
de una mujer de 75 años de edad, quien ha sido un ejemplo de piedad
para la iglesia. Ha sufrido de un cáncer que, finalmente, le llevó
a la muerte, después de varios meses de doloroso sufrimiento. Escoja un texto, desarrolle un mensaje de ánimo y
esperanza para su esposo e hijos y, por supuesto, para sus amigos en
la congregación. Siéntase en libertad de usar una o dos
ilustraciones de la vida de esta mujer como parte del mensaje. Medite en 2 Corintios 1:3-8. Reflexione en la manera en
que Dios trajo consolación a su vida en el pasado a través de otra
persona. ¿Qué se siente al recibir consolación? ¿Cómo nos ayuda
haber sido recipientes de la consolación de Dios, cuando nos toca
consolar a alguien más? ¿Cómo participamos en el sufrimiento de
Cristo? ¿Cuál es la conexión entre el sufrimiento y la consolación? Próxima lección En la lección siguiente estaremos empezando una nueva
unidad en la Práctica Pastoral. El tema de la clase será la
conducta del pastor. Departamento de Desarrollo Ministerial de la Iglesia del Nazareno, Kansas City, MO USA. Todos los derechos reservados., Usado con permiso. |
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