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17. La homilética y la predicación![]() Oratoria es el arte de hablar en público con elegancia para persuadir, convencer, educar o informar a un auditorio. Se dan principios básicos de la comunicación, la pedagogía y la homilética para presentar discursos, conferencias, seminarios y sermones. 1.
LA HOMILÉTICA Y LA PREDICACIÓN
La Homilética es el arte y la ciencia de la predicación.
La predicación es la comunicación de la verdad de las buenas
nuevas por un hombre a los hombres. En la predicación hay dos
elementos: la verdad o el mensaje, y la personalidad o carácter
del predicador. No se puede prescindir de ninguno de estos dos
factores y ser todavía predicación. Para que el hombre pueda
entender el mensaje de verdad, éste tiene que ser revestido de la
personalidad humana del predicador. Sin la personalidad humana
llegaría a ser una cosa teórica y abstracta. Por el otro
lado, un discurso que se pronuncia con elocuencia, que no contenga
el elemento de la verdad tampoco es predicación. Esta verdad no ha de ser expresada mecánicamente, no
simplemente por la boca y el intelecto, sino también por el carácter
y la personalidad del predicador. Es preciso que la verdad
domine la naturaleza moral y espiritual del predicador. El no
ha de ser una máquina, sino un verdadero hombre lleno del Espíritu
Santo y de fe, y el efecto de tal vida y tal predicación será que
las almas de muchas personas serán conmovidas. Esto nos lleva al propósito de la predicación, que
siempre debe ser el de persuadir y conmover a las almas de los
oyentes. El mensaje puede ser dirigido a los creyentes o a los
incrédulos, pero el propósito no debe cambiar. Siempre
debemos persuadir y conmover a las personas que nos oyen. 2.
EL PREDICADOR Y SU PERSONALIDAD La personalidad del predicador tiene mucho que ver con
el efecto de su mensaje. Un pintor puede ser un canalla, y sin
embargo, hace una pintura que será admirada en gran manera; un
escritor puede ser inmoral y no obstante producir un libro que le
traiga mucha fama. No es así con el predicador y su sermón. Son
íntimamente unidos los dos; en verdad el sermón ha de ser la
expresión de u misma vida y experiencia. Si no es así, lo
que se llama su sermón no será sino “metal que resuena o címbalo
que retiñe” (1a. Corintios 13:1). La verdad tiene que llenar al predicador antes que él
pueda proclamarla con poder que convenza. Aunque es cierto que
un predicador desconocido puede engañar a la gente y aun puede
haber almas convertidas a Cristo, sin embargo si ese mismo
predicador permanece en el mismo lugar hasta que le conozcan, sus
predicaciones llegarán a ser inútiles y aun perniciosas. Por
tanto se ve que la preparación para el ministerio del evangelio no
consiste en ciertas reglas para hacer sermones o la manera de darlos,
sino en el desarrollo del mismo predicador. 3.
LA PERSONALIDAD DEL PREDICADOR ¿Qué clase de hombre debe ser el predicador?
¿Qué elementos de su carácter necesitan ser cultivados en el
desarrollo de su personalidad. Veamos algunos puntos
importantes: 1. NO HA DE SER IMITADOR
Cada sermón que predica debe ser marcado con su
propia personalidad, y expresado en su propia manera. Cada
hombre tiene su individualismo que debe marcar la obra que el Señor
le ha dado para hacer. Muchos hombres han fracasado en su
ministerio porque no estaban listos a ser como Dios lo había hecho.
Querían imitar a otros. 4.
LA PERSONALIDAD EL PREDICADOR (CONT.) 2. DEBE SER HOMBRE DE PROFUNDA PIEDAD
En las cartas del Apóstol Pablo ya anciano, al joven
Timoteo, aquel le exhorta muchas veces a la pureza y a la piedad de
vida. Lo que somos habla más recio que lo que decimos, y
ciertamente de una manera efectiva. “Purificaos los que lleváis
los utensilios de Jehová” (Isaías 52:12). El predicador tiene que ser limpio en los hábitos de
su vida. No ha de tener ningún hábito de su vida. No
ha de tener ningún hábito impuro ni vicio secreto. Al que
peca secretamente, Dios lo avergonzará públicamente. La vida
de David es una ilustración de esa verdad. Le faltará poder
en el púlpito al predicador que no es limpio en su vida
privada. El no puede presentarse con confianza si sabe que su
vida no es pura como debe ser. “Así que, si alguno se
limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil
al Señor, y dispuesto para toda buena obra” (2a. Timoteo 2:21). 5.
LA PERSONALIDAD DEL PREDICADOR (CONCLUSIÓN) 3. DEBE SER HOMBRE QUE HABLA VERDAD
La exageración es una forma de mentir. Cambiar
la verdad es mentira. El predicador no ha de mentir aun para
hacer una ilustración. La vida del predicador es una mentira
si pretende ser lo que no es. La piedad en el hogar debe
acompañar la piedad en el púlpito. Tenemos que decir la
verdad a Dios y ante los hombres. Si hemos hecho votos a Él
paguemos los votos. Si hemos prometido cumplir cierta obligación
ante los hombres en tal día, cumplamos es obligación. Si no
lo podemos cumplir, seamos hombres y confesemos que no lo podemos
hacer. 4. DEBE SER HOMBRE FORMAL
El predicador debe recordar de quien es siervo y que
corte representa. Algunos predicadores entristecen al Espíritu
Santo más por las palabras torpes y chanzas que de cualquier
otro modo. No debe llegar al púlpito con espíritu de levedad—presentar
el mensaje de Dios es asunto serio. 5. DEBE CUIDAR SU SALUD FÍSICA
El Predicador debe ser lo mejor que pueda físicamente.
Un cuerpo sano es atractivo en el púlpito y es una ayuda en la vida
espiritual. Por tanto es de importancia tener suficiente
descanso, tomar ejercicio y observar una buena dieta. 6.
EL BUEN ÉXITO EN LA PREDICACIÓN EL BUEN ÉXITO EN LA PREDICACIÓN DEPENDE DE VARIAS COSAS
7.
LOS INSTRUMENTOS DEL PREDICADOR Como todo buen artesano, el predicador debe tener
ciertos instrumentos a su alcance. Estos instrumentos le
ayudarán a ser un mejor predicador y preparar mejores mensajes. Los
instrumentos que presentamos en esta lección son básicos, y el
predicador debe aprender a usarlos bien. 1. LA BIBLIA Este es el instrumento más importante de todos, y es
por eso que el predicador debe tener un buen conocimiento de la
Palabra. Debe comprender el manejo correcto de la Biblia, debe
estudiarla con cuidado y con un corazón abierto para exponer el
mensaje de la Biblia con claridad. Recomendamos que use para la predicación la versión
Reina Valera revisión 1960, por ser la más común en las iglesias
evangélicas. Pero el predicador debe también tener todas las
otras versiones disponibles para su estudio, ya que muchas veces
otras versiones nos dan alguna aclaración de algunos pasajes bíblicos.
Algunas versiones son: La Versión Moderna (1893), La Versión
Hispánica (1962), La Versión Popular (1966), El Nuevo Testamento
Viviente (1972), La Biblia de las Américas (1973). 8.
LOS INSTRUMENTOS DEL PREDICADOR (CONCLUSIÓN) 2. UNA CONCORDANCIA La concordancia es como un diccionario que contiene
las palabras de la Biblia en orden alfabético. Por medio de
la concordancia, el predicador puede buscar alguna palabra de un
texto y hallar la cita donde se encuentra en la Biblia. Es una
gran ayuda en la preparación de sermones. Hay varias concordancias que uno puede conseguir.
Algunas concordancias, como las que vienen adjuntas a la Biblia, no
son completas y contienen solamente las palabras más importantes. Pero el predicador puede conseguir una concordancia
completa de las Sagradas Escrituras que contienen todas las palabras
de la Biblia. 3. EL DICCIONARIO BÍBLICO
El diccionario bíblico es un libro que contiene
muchos datos históricos, la definición de términos, y datos biográficos
que ayudan al predicador a tener un mejor trasfondo para la
predicación. 4. COMENTARIOS Los comentarios ayudan al predicador en la
interpretación de La Biblia. El predicador debe tener por lo
menos un comentario, y si es posible, varios comentarios para poder
comparar las diferencias interpretaciones de la Biblia. Sin
embargo, los comentarios no son inspirados y deben ser usados sólo
como una fuente de referencia. 5. LIBROS DE ESTUDIOS BÍBLICOS
Hay muchos otros libros sobre ciertos temas de la Biblia, o sobre alguna epístola. Estos libros también son de ayuda al predicador que quiere mejorar y ampliar su conocimiento y su predicación. En el estudio de estos libros es recomendable: siempre leer la Biblia juntamente con el libro, y no basar mensajes solamente en algún libro.
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