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37. Los Sentimientos Consejería Pastoral presenta los elementos básicos del arte de aconsejar y define el lugar que esta actividad tiene dentro del ministerio pastoral. Considera los principios bíblicos y las bases psicológicas que sostienen a la consultoría pastoral. Examina casos reales tomados de la experiencia profesional de personas que pasan por dificultades vitales. Ofrece una guía de cómo dar orientación de manera sencilla y eficaz. Capítulo 4 Los sentimientos: su influencia en nuestro ser Ps. Fernando Alexis Jimenez
Conocer
la vida interior es trascendental en el proceso de identificar
nuestros errores, aplicar correctivos y emprender
la renovación personal. Solo cuando logramos conocernos y se ha
producido una sanidad en nuestro mundo
individual podemos dar pasos sólidos hacia la CONSEJERÍA PASTORAL.
No se puede concebir un pastor, obrero
o líder que pretende aconsejar cuando su existencia es un caos. Una
vez haya orden en su ser podra orientar a
otras personas. En
cierta ocasión el Señor Jesus se encontraba reunido con sus discípulos
y multitud de personas que lo escuchaban. "Y
les decía
una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No
caeran ambos en el hoyo? El discípulo
no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfecdonado, será
como su maestro" (Lucas 6:39,
40). La Palabra es clara: debemos ser sanos para sanar. Hasta
el momento hemos despejado interrogantes en torno a la Personalidad
y sus fundamentos. Hoy nos adentraremos
en los sentimientos y la poderosa influencia que ejercen en nosotros. En
la presentación del libro "The power of pleasant
feelings" (El poder de las sensaciones agradables), escribió
Aloysius
G. Rego: "Los sentimientos no nos deben gobernar, nosotros
somos quienes debemos gobernar nuestros sentimientos;
los sentimientos negativos deben ser vigilados, frenados y
controlados; los sentimientos positivos deben ser alimentados,
fomentados y desarrollados—para la construccíon de una
personalidad bien formada". Esta
faceta del género humano reviste particular importancia porque los
sentimientos vienen a ser controladores en nuestras relaciones
interpersonales, como quiera que en la mayoría de los casos debemos
interactuar con otras personas. Definamos
conceptos Para
entender que son los sentimientos, es esencial que primero
hagamos diferencia entre Sentimientos y Emociones.
Con
frecuencia muchas personas confunden los términos e incurren en un
error. Los
Sentimientos toman forma en el mundo interior de cada
individuo y son subjetivos. De manera aislada, los sentimientos
no afectan decididamente lo que hacemos; en cambio, la sumatoria de
sentimientos si esta asociada con
las emociones. Estas son las que determinan si nuestras
acciones serán agradables o desagradables. Sobre
esta base, los sentimientos agradables producen entusiasmo, ánimo,
placer, felicidad, alegría y deleite, entre otras
manifestaciones. Los sentimientos desagradables -a su
turno-desencadenan descontento, pesar, tristeza, aflicción,
desaliento y sentido de inferioridad. Probablemente
usted diga: “El asunto es complicado, ¿podrías explicarte un
poco más?”. De acuerdo. El
propósito del MANUAL DE CONSEJERÍA PASTORAL es que haya
claridad en los conceptos. De esta manera su proceso de
acompanamiento a alguien que va en búsqueda de un consejo, será más
eficaz. Aqui
es esencial que comprendamos algo: tanto los Sentimientos como las Emodones
son de caracter afectivo por naturaleza. Cuando se concatenan varios sentimientos positivos tendríamos un sentimiento general de bienestar o, por el contrario, de depresión en caso de que se trate de sentimientos negativos
Diferencias
entre Sentimientos y sensaciones Ahora
que dimos unos esbozos encaminados a que hagamos una adecuada
diferencia entre Sentimientos y Emociones,
vamos
a identificar que marca la contraste entre Sentimientos y
Sensaciones.
¿De dónde provienen los sentimientos? Los
seres humanos nos movemos por sentimientos. En muchos casos no
tomamos conciencia de su existencia a menos
que sean fuertes, profundos o airados, entre otras características.
Cuando estamos conscientes de que están allí,
los sentimientos son registrados en billones de células que forman
parte de nuestro sistema nervioso. Lo
curioso del asunto es que en muchas ocasiones, apenas nos
consideramos estimulados por un sentimiento, lo expresamos de un
modo o de otro. El asunto complicado es que muchas veces los
manifestamos con alguien que no es
el responsable de que se produzcan en nosotros. Manifestamos
contrariedad contra la persona equivocada, en el momento equivocado
y en el lugar equivocado. Una
pregunta apenas natural: ¿Que hacer con los sentimientos
desagradables? La recomendación es dejar que haga su tránsito
natural por nuestra vida. ¿Un ejemplo? Alguien pierde a uno de sus
progenitores. ¿Acaso no es previsible que
experimentará dolor? Por supuesto que si. Reprimirlo no conduce a
nada. El luto o tristeza y hasta depresión durará
un tiempo, pero pasará. Cuando supera esa situación recobra
energias para seguir adelante. No
podemos desconocer que el sistema de comunicacion mas desarrollado
en un ser humano son los sentimientos. Revelan quienes somos en
realidad. Controlando
los pensamientos Una
forma práctica de controlar nuestros sentimientos es poniendo freno
a los pensamientos perjudiciales. Sobre esta base, avanzamos hacia
un equilibrio personal cuando ejercemos control sobre los
pensamientos. Imagine
por un instante alguien que debe presentarse a una entrevista previa
a la concesión de un empleo. Sobre su mente vienen múltiples
pensamientos: "En aquella reunión se presentarán hombres y
mujeres más capaciados que tu",
"Tu serás derrotado", "No estás en capacidad de
asumir un reto de ese género", "Quien hace la entrevista con
solo verte, sabrá que debe descalificarte". Este
conjunto de ideas preconcebidas inevitablemente conducirán a un sentimiento
de temor y sobra decir que las consecuencias serán impredecibles. En
este caso, ¿qué hizo el sentimiento de temor? Revelar su estado ánimo,
además, si lo permitimos, puede tomar control
de lo que haga al reflejarse en una emoción. El
apóstol Pablo lo expresó de la siguiente manera en su carta a los
cristianos de Filipos: "Por lo demás, hermanos, todo
to que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; su hay virtud alguna,
si algo digno
de alabanza, en esto pensad" (Filipenses 4:8). En el libro de Proverbios leemos que "Los pensamientos de los justos son rectitud...", y tambien: "Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo de Jehová permanecerá" (19:21). Capítulo 5 Los sentimientos y su relación con los sentidos, los estímulos y las actitudes Con
frecuencia llegan a consultar al Consejero Pastoral quienes
experimentan una lucha constante con sus sentimientos.
"No puedo controlarlos" me dijo en cierta ocasión
una mujer que no encontraba coherencia entre aquello que quería
hacer y la forma como finalmente obraba. Guardando
las proporciones, el apóstol Pablo refiere al asunto cuando escribe:
"No entiendo lo que me pasa, pues no
hago lo que quiero, sino lo que aborrezco. Ahora bien, si hago
lo que no quiero, estoy de acuerdo en que la ley es buena; pero, en ese caso, ya no soy yo quien lo
lleva a cabo sino el pecado que habita en mi, Yo se que en mi, es
decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo
hacer lo bueno, no soy capaz de
hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero" (Romanes
7:16-19. Nueva Version
Internacional). ¿Acaso
es imposible vencer? ¿Quien viene a nosotros debe irse desatentado
porque no hay nada que hacer? ¿Acaso sus
sentimientos lo llevan a enfrentar cada vez mas dificultades para
interactuar con los demas? En absoluto. Lo que se
requiere es emplear los sentimientos de manera constructivo. En
el libro "Cultive sus sentimientos" de J. Maurus, a
quien cité en el capítulo anterior, menciona algunas actitudes que
le llevarán a ser mucho más eficaz en la meta de transformar los
sentimientos: 1.-
Acepte sus sentimientos, que son una parte suya natural. Experimente
con ellos (hacia el cambio). 2.-
Trate de sacar alegría constante de su trabajo. 3.-
Tome conciencia de la función de sus sentimientos. Ellos -como un
fusible—le señalan cuando se está rompiendo una
relación, que algo
debe ser ajustado o quizá llegar a una concertación en algún
aspecto. 4.-
Libere sus fuerzas creativas. 5.-
Alégrese de que sus sentimientos ponen en acción lo mejor que hay
en su ser y puede determinar como actuar en
cada circunstancia: con delicadeza o valentia. 6.-
Los sentimientos dinamizan sus acciones pero guarde prudencia antes
de dejarse mover por ellos, como si se tratara de jueces que señalan
sus acciones para cuestionarlas o aprobarlas. 7.
- Permanezca sereno. No reaccione inmediatamente movido por sus
sentimientos. 8,-
Sea cuidadoso para no confundir sus sentimientos con el amor. 9.-
Sea paciente en aquellos momentos en los que se siente desanimado. Siga
sonriendo aunque prefiera estar serio. "Cultive
sus sentimientos", J. Maurus. Pag.
25. Editorial San Pablo, 1993. Santafe de Bogota, Colombia. Educar
los sentidos y la percepcion Usted
como Consejero Pastoral y, aquellos a quienes atienda, son personas
en proceso de cambio con ayuda del Señor
Jesús. En ese órden de ideas, debe educar positivamente sus
sentidos y someterlos a la razón. No podemos obrar
movidos únicamente por el instinto o quiza por las emociones. Hay
que tener en cuenta que los incidentes que impresionan nuestros
sentidos inician un impulse en los terminales sensoriales
de los nervios,llegan al cerebro e inmediatamente nos lleva a tomar
conciencia de lo que está ocurriendo y de su alcances en nosotros.
Se producen entonces tres elementos: percibir, interpretar y dar
sentido a las sensaciones. Es
fundamental, entonces, que seamos muy cuidadosos con nuestra forma
de percibir todo lo que ocurre alrededor. Un
ejemplo práctico es cuando alguién nos saluda. De acuerdo a
nuestro estado de ánimo (emocional) podemos percibir
que
lo hicieron afectuosamente, con desdén o quizá, friamente. ¿Cuántas
veces hemos reaccionado negativamente porque, aunque nuestro
interlocutor no se lo proponga, percibimos
sus pensamientos y palabras como algo ofensivo? Sin duda, muchas
veces, deducimos entonces que tal vez
la percepcion del asunto fue errada... Ahora
bien, conforme transcurre el tiempo, la percepción se perfecciona y
nos lleva a ser mas reflexivos y mesurados
al reaccionar. Al
comenzar el libro de los Proverbios, el rey Salomon escribió que
tenían un propósito específico: "... para adquirir
sabiduría y disciplina; para discernir palabras de inteligencia;
para recibir la corrección
que dan la prudencia, la rectitud, la justicia y la equidad; para
infundir sagacidad en los inexpertos, conocimientos y discreción
en los jóvenes. Escuche esto el sabio, y aumente su saber; reciba direction
el entendido..." (Proverbios
1:1-6. NVI), Reaccion
frente a los estimulos Los
sentimientos agradables y desagradables están íntimamente
relacionados con nuestras sensaciones y estas a su vez
a lo que producen los sentidos del ser humano asi como la forma como
operan en cada uno el intelecto y la voluntad. Nuestro sentido
central procesa las sensaciones que recibimos y de acuerdo con la
percepción que tengamos,
determinaremos si es agradable o desagradable. Cuando
logramos el equilibrio para reaccionar frente a los estímulos, así
alguien se proponga hacernos la vida imposible,
es posible que conservemos la calma tras comprender que las
provocaciones externas no deben movernos a
nada. Un
dicho común en Latinoamérica señala que "todo entra por los
ojos" y, sin duda, tiene fundamento. El sentido mas
importante es el de la visión. Es el que nos permite tener contacto
directo con el mundo que nos rodea. El
Señor Jesús dijo: "El ojo es la lámpara del cuerpo. Por
tanto, si tu visión es clara, Todo tu ser disfrutara la luz.
Pero si tu visión esto nublada, todo tu ser estará en oscuridad.
Si la luz que hay en ti es oscuridad,
!que
densa
será esa oscuridad!" (Mateo 6:22, 23. NVI). Es
imperativo pedirle a Dios que nos ayude a reaccionar positivamente
frente a lo que es sano. En muchas ocasiones solo
obramos por lo que vemos de inmediato y dejamos de lado lo que pudo
ocurrir antes o lo que ocurrirá después. Viene
a mi mente un incidente grave que ocurrió en una familia cristiana: En
casa habían alojado a un líder de jóvenes de la iglesia. El asumió
la tarea de acompañar con consejería a uno de los hijos
de la pareja que generosamente le recibio. En
cierta ocasión mientras oraban, el lider y el joven estaban
tornados de la mano y justo en ese instante entro el padre,
¡imagínese la tormenta que se desencadeno! El
hombre juzgo únicamente por aquello que vio en ese instante... Difícilmente
aceptó que no tenía suficientes elementos
de juicio para indicar que el líder juvenil era homosexual. El
sentido del tacto es otro elemento de suma importancia que despierta
sentimientos agradables o desagradables. Nos
permite expresar afecto o también desagrado. A
este sentido sumamos otro: el oído. Gracias a el podemos
desarrollar el arte de escuchar, el cual enfocado con la sabiduría
que nos otorga Dios, traerá sensaciones agradables o desagradables. La
actitud del ser humano En
todo proceso de Consejería Pastoral juega un papel determinante el
hecho de que identifiquemos las actitudes de
la persona a quien estamos brindando orientación. Actitud es la
inclinación de un individuo hacia algo y la consecuente
reacción. Las attitudes son estimuladas internamente y tambien,
externamente. Es la tendencia o resolución
de una persona a obrar de determinada manera bajo un conjunto de
circunstancias. Algo
sorprendente es que las actitudes ejercen influencia en nuestro
cuerpo y nuestra mente, y hasta tanto lo comprendamos,
incurriremos en fluctuaciones emocionales. ¿En
donde se aprende a asumir una actitud frente a algo? Las actitudes
se asimilan de acuerdo a lo que veamos en casa,
entre los miembros de la familia, lo que observamos en la soledad e
incluso, a través de la información que recibimos
cada día. La
forma o actitud son la que asumamos todo cuanto nos ocurre,
determinará las reacciones. Un
electrodoméstico en casa se descompuso. Llamamos a un técnico para
que lo reparará. Era cristiano evangélico, como
nosotros. Aunque el daño en apariencia era fácil de resolver,
resulto complicado. El
hombre recibió el asunto con tranquilidad. "No voy a dejar
que me venza ni el desánimo ni la molestia", explico. A
mi esposa y a mi nos sorprendió porque un año antes, cuando
contratamos a alguien que no era creyente en Jesus para
que hiciera una reparación similar, comenzó a lanzar palabras
soetes cuando las cosas no salían como el quería. ¡Qué
gran diferentia entre uno y otro! Todo se debia, sin duda, a la
actitud. Si
las actitudes positivas gobiernan nuestro ser, actitudes positivas
que proceden de una fe indeclinable de que Dios nos
ayudará en cualquier situación difícil, seguramente no perderemos
la tranquilidad con rapidez. Por el contrario, si
nuestra actitud es negativa, interpretaremos todo cuanto nos ocurre
como una provocación y las reacciones, como
es natural, serán negativos... Jimenez, Fernando Alexis, Manual de Consejería Pastoral, Ministerio de Evangelismo y Misiones "Heraldos de Vida", Usado con permiso. |
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