Consejería Pastoralpresenta los elementos
básicos del arte de aconsejar ydefine el lugar que esta
actividad tiene dentro del ministerio pastoral. Considera los
principios bíblicos y las bases psicológicas que sostienen a la
consultoría pastoral. Examina casos reales tomados de la
experiencia profesional de personas que pasan por dificultades
vitales. Ofrece una guía de cómo dar
orientación de manera sencilla y eficaz.
La envidia
PARA
LOGRAR LA QUIETUD ESPIRITUAL O LA TRANQUILIDAD MENTAL
La paz interna cada cual la puede lograr de forma muy diversa
según los gustos personales, la cultura, la religiosidad, la
personalidad y, muy importante, el medio donde se desenvuelve el
sujeto, que puede facilitar o entorpecer la búsqueda y consecución de
ese estado.
A continuación le brindaré
algunos consejos que pudieran ayudarle a lograr la tranquilidad mental
o quietud espiritual.
1. Para alcanzar la tranquilidad
mental deseada hay que tener una actitud positiva hacia la vida,
esto es, tratar de ver el lado bueno de las cosas y actuar en
consecuencia. Una actitud pesimista, rencorosa, temerosa, rígida,
dominante, pasiva, etc., puede impedir llegar a este estado.
2. La tranquilidad mental, además de un estado que se puede lograr
con determinado entrenamiento, es también una filosofía de la vida,
practicada desde tiempos inmemoriales. No desear más de lo que se
necesita, no aferrarse a cuestiones intrascendentes, hacer una vida
sana, tener motivaciones elevadas, hacer el bien siempre, no hacer
daño en ningún momento, ser humilde, etc., eran algunas de las
características que sugerían los antiguos para lograr dicho estado.
3. Entrene el cuerpo en la búsqueda de este estado. Para ello lo
primero es colocarse en una posición cómoda, que puede ser la de
imitar a un cochero o también sentarse en el piso, con la espalda lo
más recta posible, preferiblemente bien pegada a la pared,
entrelazar las manos y situar las piernas de la forma que le resulte
más cómoda. En esta posición, cierre los ojos e imagine algo
agradable, como ir por algún lugar cubierto de árboles de abundante
follaje, un hermoso césped verde que invita al reposo y en el que
sólo se escucha el sonido del viento y el canto de las aves.
Una vez lograda cierta tranquilidad en su cuerpo y en su mente al
imaginar lo anterior, un elemento muy importante es el control de la
respiración: debe concentrarse en ella y realizar inspiraciones
profundas por la nariz (tomar el aire) y botarlo por los labios
semicerrados. Estos ejercicios de inspiración-espiración debe
realizarlos hasta que sienta un leve mareo. Después, trate de
mantener una respiración en forma de vaivén, esto es, que su pecho
suba y baje lo más lentamente posible.
4. Lograr la relajación deseada y con ella la tranquilidad mental,
no se alcanza en varios días, ni semanas siquiera, así que no se
desanime si por usted mismo no lo consigue en los primeros intentos.
5. Una vez que se haya relajado, concentre su atención en un lugar
de su cuerpo, por ejemplo, el dedo grueso del pie izquierdo o el que
le resulte más fácil de mantener en su mente y olvídese del resto.
Éste, a partir de ese momento, es sólo el dedo grueso de su pie
izquierdo.
6. Al realizar estos ejercicios, si le cuesta trabajo concentrar su
atención en la parte señalada, otra posibilidad es mantener en la
mente una palabra sin sentido conformada en lo fundamental por la
vocal “a” como “akrasna” por ejemplo.
7. Al finalizar los ejercicios, tome un baño lo más caliente posible,
dejando correr el agua suavemente sobre su piel, con preferencia,
cara, cuello y espalda. Séquese mediante suaves toques repetitivos y
prepárese para realizar actividades sedentarias.
PARA
OBTENER UNA MAYOR AUTOCONFIANZA
La autoconfianza podríamos definirla como la confianza en uno
mismo, en nuestras reales posibilidades. No todas las personas confían
en sí mismas, y en ello puede haber influido un gran número de
factores. Sin embargo, nunca es tarde para empezar, por lo que a
continuación le ofrecemos una serie de consejos, base de una técnica
psicoterapéutica, denominada Terapia Asertiva, que persigue, entre sus
principales objetivos, evitar la manipulación que tratan de hacer los
demás sobre nosotros y mejorar la visión de uno mismo. Es muy útil en
los tímidos, los pasivos, los dependientes, los dubitativos y los que
tienen muy en cuenta “el que dirán”.
1. Usted es y debe ser el juez de su
conducta. Debe ser el responsable de las consecuencias de sus actos,
los cuales no necesitan tener la aprobación de los demás, aunque
mientras más personas aprueben su conducta, significa que es
socialmente bien vista, pero si esto no fuera así, no se alarme,
ello puede ocurrir.
2. No está obligado a pedir disculpas, ofrecer excusas o dar razones
explicativas de sus actos a no ser que ello haya sido conveniado
antes con usted. Sólo las dará a las personas que decida y no a
otras.
3. No está obligado a encontrarle soluciones a los problemas de
otros. Sólo ocurrirá si desea hacerlo.
4. Tiene derecho a cambiar de opinión cuantas veces desee, siempre y
cuando sea posible. No sienta pena por modificar una decisión previa,
pues no está obligado a mantenerla. Nunca le haga caso a los
argumentos que esgrimirán quienes tienen interés en que no revoque
su decisión.
5. Tiene derecho a decir “No sé” cuando se le pregunta algo, aunque
sepa la respuesta precisa. Es libre de dar esa y otras informaciones
a quien elija para ofrecerlas.
6. Tiene todo el derecho de equivocarse y de hacerse responsable de
las consecuencias de dicha equivocación. No sienta culpa por ese
error, pues todos los seres humanos los cometemos. Dése a la tarea
de aprender de ellos para no repetirlos.
7. Tiene derecho a opinar diferente a la mayoría de las personas y
mantenerla por el tiempo que usted decida hacerlo.
8. Tiene derecho a tomar una decisión que no sea la mejor a los ojos
de los demás, sin afectar otros intereses que no sean los propios.
9. Tiene derecho a decir “No comprendo” y “No me importa” cuando lo
estime prudente.
10. Tiene derecho a caerle mal a un grupo de personas, regular a
otros y bien a los terceros. La proporción entre estos grupos le
mostrará el grado de aceptación que usted tiene en ellos, lo cual no
tiene importancia alguna.
11. Tiene derecho a persistir en su decisión, y emplear para ello la
técnica del disco rayado, o sea, la repetición exacta de lo que
eligió responder: “No sé, no sé, no sé...”; “Porque sí, porque sí,
porque sí...”; “No quiero, no quiero, no quiero”...
12. Tiene el derecho a responder las preguntas que le hacen con
otras preguntas, como por ejemplo: “¿Por qué usted me pregunta eso?”
“¿Está molesto usted?” “¿Hice algo indebido?”.
13. Tiene derecho a hacer el ridículo. Antes que usted muchos otros
lo hicieron. Después de usted lo hará una cantidad similar.
14. Si ninguno de estos consejos le resulta de utilidad, usted tiene
el derecho a no tenerlos en cuenta.
Psicoterapia para aprender a vivir por Prof. Dr. Sergio
Andrés Pérez Barrero. En este material se
incluyen expresiones y consejos extraidos de la experiencia
profesional del autor, con el objetivo de servir de ayuda a personas
que pasan por dificultades vitales.