Bienvenido | Inscripciones | Orientación | Donar al seminario - su ofrenda hace este ministerio posible | |
Seminario Reina Valera
|
|
32. Autoestima Consejería Cristianal es una introducción a la consejería bíblica que el pastor puede aplicar a las necesidades de las personas que buscan su ayuda. Se estudia el comportamiento del hombre y los factores que forjan su carácter para comprender mejor la condición humana. Esta matería representa una investigación del educador cristiano y rector del Seminario Reina Valera, Gilberto Abels. Autoestima
Toda persona tiene en su interior sentimientos, que
según su personalidad puede manifestarlos de diferentes maneras.
Muchas veces esta manifestaciones dependen de otros factores, según el
lugar físico, sentimental y emocional, éstos pueden influir positiva o
negativamente en la formación de la persona o sea en la Autoestima. Este tema lo desarrollaremos debido a que estamos
en una etapa en la cual intentamos definir nuestra personalidad,
tomando diferentes modelos ya que nos relacionamos en distintos
ámbitos. A demás nos interesó ya que era un tema en el cual teníamos
escasos conocimientos. Esto nos motivó a investigar a fondo el tema ya
que lo consideramos importante para el desarrollo y la constitución de
una buena vida. El objetivo de esta investigación científica, es
responder a nuestras dudas planteadas como hipótesis:¿Qué síntomas
manifiestan las personas que sufren un desfasaje en su autoestima? ¿Cuáles
son los factores que influyen en la persona que haces que exista este
desfasaje? ¿Cómo ayudar a la persona que posee baja autoestima?. Esperamos cumplir con nuestros objetivos y con
las expectativas del trabajo, obteniendo un buen resultado del mismo. ¿Que es la Autoestima? La autoestima es el sentimiento valorativo de
nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del
conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran
nuestra personalidad. Esta se aprende, cambia y la podemos mejorar. Es
a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de
cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros), compañeros, amigos,
etcétera y las experiencias que vamos adquiriendo. Según como se encuentre nuestra autoestima, ésta es
responsable de muchos fracasos y éxitos, ya que una autoestima
adecuada, vinculada a un concepto positivo de mí mismo, potenciara la
capacidad de las personas para desarrollar sus habilidades y aumentará
el nivel de seguridad personal, mientras que una autoestima baja
enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso. Todos tenemos en el interior sentimientos no
resueltos, aunque no siempre seamos conscientes de estos. Los
sentimientos ocultos de dolor suelen convertirse en enojo, y con el
tiempo volvemos el enojo contra nosotros mismos, dando así lugar a la
depresión. Estos sentimientos pueden asumir muchas formas: odiarnos a
nosotros mismos, ataques de ansiedad, repentinos cambios de humor,
culpas, reacciones exageradas, hipersensibilidad, encontrar el lado
negativo en situaciones positivas o sentirse impotentes y
autodestructivos. Cuando una persona no logra ser autentica se le
originan los mayores sufrimientos, tales como, enfermedades
psicológicas, la depresión, las neurosis y ciertos rasgos que pueden
no llegar a ser patológicos* pero crean una serie de insatisfacciones
y situaciones de dolor, como por ejemplo, timidez, vergüenza, temores,
trastornos psicosomáticos*. La autoestima es importante porque es nuestra
manera de percibirnos y valorarnos como así también moldea nuestras
vidas. Una persona que no tiene confianza en sí misma, ni en sus
propias posibilidades, puede que sea por experiencias que así se lo
han hecho sentir o por mensajes de confirmación o desconfirmación que
son trasmitidos por personas importantes en la vida de ésta, que la
alientan o la denigran*. Otra de las causas por las cuales las personas
llegan a desvalorizarse, es por la comparación con los demás,
destacando de éstos las virtudes en las que son superiores, por
ejemplo: sienten que no llegan a los rendimientos que otros alcanzan;
creen que su existencia no tiene una finalidad, un sentido y se
sienten incapaces de otorgárselo; sus seres significativos los
descalifican y la existencia se reduce a la de un ser casi sin ser. No
llegan a comprender que todas las personas son diferentes, únicas e
irrepetibles, por lo que se consideran menos que los demás. La persona, va creciendo y formando su personalidad
dentro del ambiente familiar, que es el principal factor que influye
en la formación de la misma, ya que le incorpora a ésta los valores,
reglas y costumbres que a veces suelen ser contraproducentes. Algunos
de los aspectos ya mencionados son incorporados, a la familia, por
medio del "modelo" que la sociedad nos presenta, y éste es asimilado
por todos los grupos sociales. Pero, la personalidad de cada uno, no
sólo se forma a través de la familia, sino también, con lo que ésta
cree que los demás piensan de ella y con lo que piensa de sí misma, al
salir de este ambiente y relacionarse con personas de otro grupo
diferente. La autoestima, además es aprender a querernos y
respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro. Esto
depende, también, del ambiente familiar en el que estemos y los
estímulos que este nos brinda. En la violencia familiar las víctimas y los
victimarios poseen muy baja autoestima, ya que por un lado, la víctima
es alguien al que maltratan sin que ésta pueda poner límites y no se
da cuenta de que está siendo abusada. Por otro lado, los victimarios
compensan lo inferior que se sienten, maltratando y abusando, en este
caso, de un familiar. Muchas de las heridas emocionales que tiene una
persona, producidas en su niñez pueden causarnos trastornos
psicológicos emocionales y físicos (cáncer, úlceras, hipertensión,
trastornos cardíacos y alimentarios, problemas en la piel, depresiones,
etc.), produciendo dificultades en la vida de las mismas(conflictos
serios en el trabajo, disminución de la energía y de la capacidad
creativa, relaciones matrimoniales desastrosas, no poder hacer o
conservar amigos, poco entendimiento con las hijas e hijos). Existen padres, madres, docentes o cuidadores que
humillan, desprecian, no prestan atención, se burlan o se ríen del
niño/a cuando pide ayuda, siente dolor, tiene un pequeño accidente,
necesita que lo defiendan, expresan miedo, piden compañía, se aferra
buscando protección, tiene vergüenza, etc.. Estas actitudes se
completan con otras totalmente opuesta, desmostrándole al niño que es
"querido y bonito" creándole una gran confusión. Pero estas muestras
de cariño son aparentes, adjudicándole un rotulo a su identidad, que
trae como consecuencia un peso negativo en formación y en el
desarrollo de sus capacidades. En el momento en que la persona afectada es adulta,
transmitirá la humillación o el maltrato a personas más pequeñas o
vulnerables. Es una cadena hereditaria de abuso y poder, ya que el
desprecio y la vergüenza vivida en la infancia son la fuente de los
problema que afectan en la vida adulta y los causantes de la baja
autoestima. La principal imagen y más generalizada forma de
violencia es el maltrato emocional. Hay muchas maneras pasa asustar a
un niño y hacerlo sentir culpable e intimidado, sin recurrir a la
violencia física. El niño o la niña se atormenta con pensamientos y
sentimientos que no pueden comunicar ni compartir con nadie y aprenden
a soportar el dolor y el silencio. La autoestima y la comunicación están muy
relacionadas, porque según como se diga algo, el efecto será positivo
o negativo, de aprendizaje o de resentimiento, que se transmite desde
la infancia hacia el futuro. Por esta razón, se entiende que los
padres y madres que dañan la autoestima de sus hijos no siempre lo
hacen intencionalmente, ya que ellos fueron educados del mismo modo.
Cuando los padres quieren que sus hijos reaccionen
como ellos desean, suelen comportarse de maneras particulares. Estas
maneras pueden ser: Mártires: controlan al niño haciéndolo responsable
de su sufrimiento y culpable por todo lo que pueda querer o hacer que
no le caiga bien a estos mártires, a quienes nada les viene bien, y
recurre a las quejas, los reproches, las lagrima, las amenazas de que
les va a dar una ataque, etcétera.
Los dictadores: controlan al niño o la niña atemorizándolos cuando hacen algo no autorizado, son estrictos y amenazantes para que obedezcan y todo los enfurece. Condenado de manera inapelable al niño, con burlas, gritos, despliegue de poder y dominación
A veces estos roles (mártir y dictador) se combinan, se alternan y agregan mas confusión a los chicos porque también van acompañados con demandas o manifestaciones de cariño. Y si un hijo llega a quejarse, a llorar o a reclamar por el trato que recibe puede volver a ser juzgado, culpado y descalificado. "Según se hallan comunicado nuestros padres con nosotros así van a ser los ingredientes que se incorporen a nuestra personalidad, nuestra conducta, nuestra manera de juzgarnos y de relacionarlos con los demás. Esas voces quedan resonando dentro de nosotros toda la vida. Por eso hay que aprender a reconocerlas y anular su poder para que no nos sigan haciendo sufrir, para liberarnos de esos mandatos distorsionados y para no volver a repetírselos a nuestros hijos e hijas. Ninguna forma de maltrato es educativa y ningún mensaje o comunicación que culpabiliza, critica, acusa, insulta o reprocha es un buen estímulo para nadie. Y menos en la infancia, cuando no hay posibilidades de defenderse, protejerse o entender que es la impotencia y el desconocimiento de otras formas de trato lo que lleva a los padres y madres a asumir ese papel de mártir o de dictador."(1) "Lo primero que hay que entender es que no podemos hacernos cargo toda la vida de los problemas que amargaron o hicieron de nuestros padres y madres personas mártires o dictadoras. Basta con empezar a investigar de que manera nos afectaron esas actitudes, para comenzar a liberarnos de sus efectos y no repetir nada de esto con los propios hijos e hijas, con nuestros alumnos, con cualquiera de nuestros chicos o chicas que puedan estar a nuestro cuidado."(2) 5. Como sanar la autoestima herida en la infancia "Para comenzar a ejercitase en desaprender lo negativo que nos inculcaron..."(3), y sanar a ese niño/a que quedaron escondidos y heridos en nosotros, podemos ir reemplazando las viejas ideas que construimos por otras. Repetir estas afirmaciones con frecuencia es manera de comunicarnos con nosotros mismos, de ayudarnos a adquirir seguridad y tener presentes nuestros derechos:
6. La comunicación en la violencia familiar La comunicación y el intercambio de mensajes son permanentes entre los seres humanos. Ésta no es solo lo que hablamos, sino todo lo que hacemos o no hacemos: Silencios, posturas, gestos, actitudes, expresiones, tonos de la voz que cambian el sentido de lo que se dice y miradas significativas. Por eso una persona puede manejar la comunicación como un elemento de poder sobre otros, que le permite controlar la relación e influir sobre las personas para obtener las respuestas que desea. "El ejercicio de la violencia en todas sus formas es una manera de comunicar algo que se quiere lograr, por lo general, el dominio de la situación y el control sobre los demás; y una manera de comunicar lo que le sucede a la persona que ejerce la violencia."(4). Estas se sienten impotentes, no conocen otras formas de obtener atención y protagonismo y repiten lo que le hicieron a ellos de chicos. También son incapaces de manifestar sus sentimientos, sus emociones, carecen de habilidad para conversar y lograr acuerdos, en conclusión, tienen un grave problema de comunicación y necesitan imponerse para sentirse poderosos y compensar su baja autoestima. La sociedad cumple una función muy importante para la persona, ya que a partir de la cultura de esta, la familia adopta diferentes pautas o formas de vida que son transmitidos a sus miembros y determinan o ayudan a formar la personalidad de cada uno, teniendo a esta como modelo social. Las personas que tienen poca confianza de su capacidad dentro de la sociedad, tienden a buscar roles sometidos y evitan las situaciones que requieren asumir responsabilidades. En nuestra sociedad el nivel de autoestima de una persona esta en cierta medida, ligado a lo que hace para ganarse la vida. Por ejemplo: un hombre puede alcanzar una posición social elevada y tener, no obstante una baja autoestima. Puede tener conciencia de la importancia que tiene, pero aun así considerarse a sí mismo, un ser humano despreciable, indigno de respeto y del afecto de los demás. "Puede experimentar sentimientos crónicos de inferioridad porque no es bien parecido..." (5), puede sentir que es físicamente débil o un cobarde, o puede considerarse condenado a causa de su identidad étnica. Los criterios mediante los cuales, las personas, se evalúan a si mismas son culturales. Algunos de estos criterios son: si sos gordo, flaco; lindo, feo; blanco, negro; rubio, morocho, o si tenés la capacidad para luchar, honestidad, capacidad para soportar el dolor, la astucia para ganar dinero, los modales, la capacidad para manipular a las demás personas, etc.. Toda persona se ve a si misma desde le punto de vista de los grupos en que participa y todo aquello que piensen de uno influirá positiva o negativamente en la personalidad o forma de pensar. Es fundamental que los padres y maestros o docentes en quienes los padres confíen, sean capaces de transmitir valores claros. Es muy importante que se les enseñe a los niños, el significado de esos valores. Los maestros deben conocer el ambiente y aceptarlo si quieren ayudar a los niños a que vean estos dentro del mismo. En todos los ambientes el niño tiene las mismas necesidades básicas de amor y seguridad, el derecho de ser una persona de valor y tener la oportunidad de triunfar. Los educadores deben estar conscientes de los distintos ritmos de desarrollo de cada niño, para que el mismo se sienta cómodo con el propio y capacidad de desarrollo. También podemos decir que los maestros pueden favorecer u obstaculizar el proceso por el cual uno puede encontrarse a sí mismo. Su comprensión o la ausencia de la misma, pueden favorecer o hacer la personalidad que se desarrolla y está en vías de manifestarse. Es por esto que el educador tiene mucha responsabilidad en este tema tan importante o en esta cuestión del tiempo necesario para que uno se encuentre a sí mismo. También es necesario saber que la mente de cada niño está llena de imágenes. Estas imágenes son de tres dimensiones. En primer lugar, se relaciona con la imagen que tiene de sí mismo. Puede imaginarse a sí mismo como una persona que puede llegar a triunfar. Por el contrario, el niño puede tener la impresión de ser una persona de poco valor, con escasa capacidad y pocas posibilidades de lograr éxitos en algún área de su actividad. El segundo grupo de imágenes se vincula con la opinión que el niño tiene de sí mismo en relación con otras personas. Puede considerar que sus valores, sus actitudes, su hogar, sus padres, el color de su piel o su religión, son la causa de que se lo mire con temor , desconfianza y disgusto, o que se lo trate con interés. La imagen que cada niño tiene de sí mismo se forma a través del reflejo de las opiniones de los demás. El tercer juego de imágenes se vincula con la imagen de sí mismo, tal como desearía que fuera. Si la distancia entre estas dos imágenes, como se ve realmente y la imagen idealizada, no es grande, de modo que a media que crece y madura pueda alcanzar la asimilación de estas dos imágenes, se puede decir que se acepta a sí mismo como persona. Por todo lo mencionado es muy importante que la escuela del niño ayude al mismo a descubrir y aprender a ser las personas que siempre quisieron ser, respetándole sus tiempos, sus conflictos y sus confusiones. Para ser un buen educador...
" La gente hace cosas para nosotros. Pueden ser cosas simpáticas y agradables. Pueden ser cosas desoladoras. Pueden ser cosas alentadoras y estimulantes. Pueden ser cosas que restauran nuestro equilibrio, acrecientan nuestra fe y fortalecen nuestras convicciones: pueden darnos nuevas perspectivas y nuevo coraje, pero pueden sumergirnos, también en la desesperación, el temor y el pesimismo."(6) 9. Actitudes o Posturas habituales que indican Autoestima Baja Autocrítica dura y excesiva que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo misma. Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada/o, herida/o; hecha la culpa de los fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos tercos contra sus críticos. Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse. Deseo innecesario por complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y a perder la buena opinión del peticionario. Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida. Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo. Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca importancia, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface. Tendencias defensivas, un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma. No se habla de una alta autoestima, sino del narcisismo o de una buena autoestima. El narcisismo es el amor excesivo hacia uno mismo o de algo hecho por uno mismo, por eso se dice que una persona es narcisista, cuando está enamorado de sí mismo, es decir de lo que piensa, de lo que hace, de cómo es, de cómo se viste, etc., pero no del propio ser, sino de la imagen del yo. En relación al narcisismo hay que tener en cuenta dos elementos, uno la imagen, que es como se ve exteriormente la persona y la otra es el amor, que es el amor excesivo de la persona, hacia sí mismo. La representación del narcisismo en el niño son simplemente las palabras e imágenes que les transmitieron sus padres, por eso se dice que los padres tienden a atribuirle al niño todos las afecciones y se niegan o se olvidan todos sus supuestos defectos. Alguien con una buena autoestima no necesita competir, no se compara, no envidia, no se justifica por todo lo que hace, no actúa como si "pidiera perdón por existir", no cree que está molestando o haciendo perder el tiempo a otros, se da cuenta de que los demás tienen sus propios problemas en lugar de hecharse la culpa "por ocasionar molestias". 11. Características de la autoestima positiva
La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad, además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro. Esto depende, también, del ambiente familiar, social y educativo en el que estemos y los estímulos que este nos brinda. La influencia que tiene la familia en la autoestima del niño o niña es muy importante, ya que esta es la que le trasmite o le enseña los primeros y más importantes valores que llevaran al niño a formar, a raíz de estos, su personalidad y su nivel de autoestima. Muchas veces los padres actúan de diferentes maneras, que pueden ser perjudiciales para el niño dejándole marcas difíciles y un continuo dolor oculto que influirá en el desarrollo de su vida; a estos padres se los llama mártires o dictadores. Pero también están los que le valoran y reconocen sus logros y sus esfuerzos y contribuyen a afianzar la personalidad. Otro factor importante que influye en la familia, es la comunicación, ya que están estrechamente relacionadas. Según se hayan comunicado nuestros padres con nosotros, esos van a ser los factores que influyan en nuestra personalidad, nuestra conducta, nuestra manera de juzgarnos y de relacionarnos con los demás. Estas experiencias permanecen dentro nuestro toda la vida. Por eso hay que aprender a reconocerlas y a anular su poder para que no nos sigan haciendo sufrir, y para no transmitírselas a nuestros hijos. Hay una estrecha relación entre la sociedad, la familia y la persona, ya que la sociedad es la que le presenta a la persona un modelo social con costumbres y con una cultura que a través de la familia son trasmitidos al individuo. Pero cuando los integrantes de la misma, tienen asuntos indefinidos en el interior por un pasado doloroso en la infancia le trasmitirá el mismo dolor y las mismas confusiones a su hijo, causándole problemas de comunicación en el ambiente social. Para poder ayudar a una persona que tiene autoestima baja, primero que nada se tiene que concientizar del problema que tiene, y luego se la podrá ayudar llevándolo a un especialista y apoyándolo durante el tratamiento o el proceso de recuperación. En el caso de los niños, la escuela también cumple un papel muy importante ya que es la que debe tener la estrategia y las formas para ayudar al niño con estos sentimientos tan distorsionados que le ocasionan tantos problemas. Entrevista a Psicóloga: Graciela Cuerelly.
Lo primero y principal es que se concienticen de que está mal y que necesita ayuda. Es como los drogadictos, si ellos no toman conciencia de que se están matando y no deciden hacer algo por su bien, todo lo que hagan los demás va a ser inútil. Retomando con lo de las personas de baja autoestima, luego de que tomen conciencia se los tiene que enviar a un profesional. Pero por lo general nadie ayuda a nadie, las personas aprenden a ayudarse a sí mismas, con el apoyo de los demás. Haga florecer su autoestima
Autoestima
Es una verdad
simple pero auténtica, para disfrutar de la vida lo primordial es
sentirse bien con uno mismo, confiar en los propios atributos y ser
flexibles ante las situaciones conflictivas. Sin embargo, este
delicado equilibrio depende de la autoestima, esa característica de la
personalidad que mediatiza el éxito o el fracaso. El
autoconcepto se construye desde la niñez, a partir de las enseñanzas
de los antepasados biológicos y culturales, además de la propia
experiencia. Visión
introspectiva Ahora bien,
la formación y el correcto desarrollo de la autoestima tiene su origen
en las relaciones familiares primarias, desde el mismo momento que el
niño se siente amado, querido y respetado por su padres. Sin embargo,
el hecho de sentirse amado tiene una doble connotación, pues hay
personas que no son queridas y con razón perciben ese sentimiento y
también hay casos de individuos amados que perciben lo contrario
debido a mecanismos inconscientes que distorsionan la realidad. Un
ejemplo de esta situación se presenta cuando el primogénito de una
familia es muy amado, lo que representa un conflicto para el otro hijo,
que aunque es querido por su familia, siente el peso de su hermano
mayor y se desencadenan problemas de rivalidad, rencor, envidia o
sentimientos de poca valía. La autoestima
es un aspecto funcional de la vida –enfatizó Delgado–, ya que los
rasgos de la personalidad son los que se mantienen en el tiempo y
caracterizan a cada quien, mientras que la autoestima define los
momentos sicológicos del individuo, pues cambia de un momento a otro.
Así, hay experiencias que bajan dramáticamente la autoestima de la
persona, como es el caso de las violaciones o cualquier otro tipo de
agresión, o que al contrario la elevan como los éxitos –laborales o en
el amor. En cuanto a
la influencia de los adultos, éstos suelen esperar que los jóvenes
mantengan una conducta cortés, respetuosa y considerada. Sin embargo,
es importante aclarar que durante esa edad se suele convertir en norma
la discrepancia con respecto a las ideas de los mayores, por lo que
padres y adultos en general, deben abstenerse de forzar a los
adolescentes a convertirse en seres complacientes a expensas de su
propia identidad, ya que ello suele despertar resentimientos, dado que
no se sienten valorados por su personalidad sino por la imagen que
deben proyectar.
|
|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Bienvenido | Inscripciones | Orientación | Donar al seminario - su ofrenda hace este ministerio posible |