Bienvenido | Inscripciones | Orientación | Donar al seminario - su ofrenda hace este ministerio posible | |
![]() |
Seminario Reina Valera
|
|
![]() |
![]() |
10. El Lugar![]() Evangelismo es el estudio de cómo testificar eficazmente y compartir el evangelio con audacia. Considera los elementos básicos del plan de salvación y su presentación con claridad. Enseña como superar la resistencia de diferentes tipos de mentalidades. Explica cómo hacer el seguimiento y presenta las verdades fundamentales que el obrero cristiano tiene que enseñarle al recién convertido. Capítulo
Once Personas
y Lugares Richard
C. Hobbs
Encontrar a alguien para testificarle de Cristo no es problema, ya que por
todas partes hay gente perdida. En cualquier parte, para testificar,
es lo mismo. El Espíritu Santo trae convicción de pecado y las
personas aceptan a Cristo. Ore y vea dónde usted debe dar
testimonio. Yo le recomendaría que usted intente varios tipos de
lugares. Plazas, escuelas, casas, edificios, centros comerciales,
restaurantes, y todo tipo de lugar es excelente para testificar.
Usted puede ser sorprendido por mucha gente en esos lugares que
quiere aceptar a Cristo. Una manera excelente de hacer que usted se sienta cómodo testificando en
ciertas áreas, es visitarlas anteriormente. Recórralas en oración,
a medida que las visita. Yo invierto mucho tiempo en auto y
caminando por esas áreas pobres, hasta que las conozco y me siento
cómodo. A veces, cambio mi ruta para pasar varias veces por
una zona, hasta que se torna familiar. El Señor me guió a hacer
esto, y he podido notar que ha sido de mucha ayuda para mi. A medida
que usted conduce y camina por esas áreas, observará muchas
necesidades y orará por ellas. Ore por aquellos que todavía no
pueden orar por sí mismos. Haga familiar los lugares desconocidos.
Evangelización puerta a puerta A veces salgo con más gente de la que entreno a hacer evangelismo puerta a
puerta en los lugares donde están ubicadas las iglesias que me
invitan. El evangelismo puerta a puerta es una de las más difíciles
formas de evangelizar. No obstante, produce decisiones por Cristo, a
la par que la iglesia es conocida en la comunidad. Asegúrese de que
no sea mucha gente la que vaya a golpear una sola puerta. Distribúyanse
para ir en varios grupos y combinen la hora y el lugar para
encontrarse al finalizar. Algunas puertas tal vez no se abran cuando
usted golpee, y otros a lo mejor se sienten molestos por su llegada
a sus casas, porque interrumpe su intimidad. Esta es una pequeña
molestia, al testificar puerta por puerta. No obstante, yo
recomiendo que usted aprenda a dar testimonio puerta a puerta. Usted
verá almas que se salvan y familias enteras venir a Cristo, que de
otra manera, nunca vendrían a la iglesia. También, asegúrese y
recuerde de guiar a las personas al Bautismo e invítelos a asistir
a la iglesia. Usted también podrá, hablar con muchos cristianos, a medida que conozca el
vecindario puerta por puerta. Trate de no influenciarlos para que
dejen sus iglesia para ir a la suya, a menos que ya no se estén
congregando en ninguna. Nuestro principal esfuerza debe ser ganar
gente nueva y no sacar miembros de otras iglesias. Yo solamente
quiero ver a las personas, involucradas en las iglesias, a las
cuales Dios las llama. Esto es mucho más importante, que las
personas asistan a cualquier iglesia. Este tipo de respeto y unidad
con otras iglesias, produce un beneficio espiritual para toda la
comunidad que usted está evangelizando. Muy a menudo, algunas
personas critican a algunas iglesias, y los que están testificando,
en vez de ayudar a la reconciliación se unen a la crítica para
después invitarlos a visitar sus propias iglesias. No pierda su
enfoque en los perdidos y en los que no asisten a ninguna iglesia.
Esté seguro y mantenga un informe detallado de las casas visitadas
y lo que aprendió de sus visitas. Usted podrá usar ese informe
para volver a visitar en el barrio a las personas que aceptaron a
Cristo. Una tarde, nosotros estábamos visitando puerta a puerta en una ciudad,
cuando vimos a un hombre Laosiano en su patio regando su césped.
Algunos de nosotros nos acercamos a él, y comenzamos a hablar.
Nosotros estábamos tan agradecidos a Dios, que él podía entender
Inglés. El estaba profundamente influenciado por las religiones
orientales y no entendía nada de lo que le estábamos diciendo. De
repente, vi a un viejo perro que estaba cruzando la calle, y le
pregunte: "usted ve aquel perro? Si un auto lo pisa, morirá
para siempre. No obstante, si usted corre y lo agarra a tiempo, tal
vez no sea el fin de su vida. Nosotros fuimos creados para vivir
siempre. El hombre respondió: "¡Yo lo sabía, yo lo sabía
que éramos más que los perros. Yo lo sabía, yo lo sabía!”.
Yo fui a explicarle que Dios había escrito un libro llamado “la Biblia”
y de repente, el la tomó de mi mano y comenzó a leer. El se sentó
y comenzó a leer los versículos que yo le había mostrado antes.
Por primera vez en su vida, el había encontrado lo que estaba
buscando. El encontró esperanza. Ese día, en su mismo patio,
nosotros lo guiamos a Cristo. Yo estaba muy emocionado por ver su
expresión, cuando le dije que él viviría para siempre en un lugar
llamado el cielo. Nosotros seguimos testificando en esa calle puerta por puerta, y contactamos
a muchas personas. Nosotros testificamos por varias horas y
después al volver a la iglesia, decidimos pasar de nuevo por la
casa de este hombre. El todavía. estaba sentado en su patio leyendo
su nueva Biblia. Podemos ver, cómo Dios, a veces, trabaja
profundamente en algunas personas. Y no fue que nuestro día de
testimonio, haya sido dinámico o especial, sino que la verdad básica
del evangelio fue compartida, y Dios habló al corazón e hizo que
esta persona escuchara con atención. El pudo encontrar esperanza y
una oportunidad de leer las palabras de Su Creador y conocer qué
clase de vida podía vivir en Cristo. Restaurante de Comida Rápida Testificar en una restaurante de comida rápida, puede ser emocionante y
explosivo. Cuando testificamos en restaurantes, podemos ver a dos o
más personas aceptar a Cristo al mismo tiempo. Usted necesita ser
amable, evitar todo tipo de debate e insistencia. Si usted es
insistente o molesta a la gente, lo pueden insultar o hacer que lo
echen. Es conveniente comprar algo antes de comenzar a testificar.
Como clientes, nosotros tenemos derecho de estar allí. Mucha gente,
tiene más interés en los materiales que le damos, como panfletos o
stikers, que conocer a Cristo. No importa, es el comienzo para
que hablemos de Cristo y esta es la atmósfera apropiada para
compartir el evangelio. La atmósfera estará llena de testimonio
por Cristo, y usted verá a Dios moverse con poder. Nosotros
hemos visto en restaurantes, a muchas personas encontrar a Cristo en
segundos. Yo espero que a usted le guste el ejemplo siguiente, que
surgió cuando estábamos testificando en un restaurante en
California, como parte práctica de una clase que estaba dictando
allí. Fuí a una hermosa iglesia en Nipoma, California para enseñar a un grupo de
dos diferentes iglesias a testificar en las calles. A medida que me
acercaba a la plataforma para hablar, y buscaba el púlpito, me di
cuenta que no era cómodo. Yo preferí bajar de la plataforma, y le
dije a la gente, que la alfombra sería la calle para mi. Para que
vea, yo a veces me siento más cómodo en las calles que en las
iglesias. Yo a veces, estoy más en las calles que en mi propia
iglesia. Una vez más, yo compartí mi corazón con ellos. Y pudo
ver una vez más, como las personas estaban emocionadas y algunos
derramaban lágrimas al escucharme. Eran lágrimas sinceras que salían
del corazón. Ciertamente Dios estaba compartiendo su amor por los
perdidos de esa comunidad. Yo me sorprendo cada vez que invito a la gente a acompañarme a salir a la
calle a testificar, de cuánta gente levanta su mano. Nosotros
oramos por la ciudad y nos quedamos en reunir en un negocio de McDonald,
cerca de la iglesia. Cuando estamos todos reunidos en el restaurante,
yo les explico lo difícil que puede ser nuestro ministerio. Yo
siempre soy un espectador, y debo esperar para ver a Dios ir delante
nuestro, y preparar a las almas con las cuales nos vamos a encontrar.
Todos los que ya han escuchado lo que Dios está haciendo en calles,
están listas para ver vidas cambiadas. Yo recuerdo cuando iba en un
avión y estaba orando, Dios me dijo: "¡Debes mudarte! La
gente en California están esperándote para comenzar un trabajo en
las calles". Parecía como que Dios estaba hablando a mi corazón
y decía: "Esa es mi responsabilidad, y la tuya es ir". Mi
ministerio depende totalmente del Espíritu Santo para proteger sus
vidas y convencerlas de pecado y salvar sus almas. En McDonald, nosotros estábamos afuera del vehículo, caminamos unos pocos
pasos, y hablamos con una señorita que estaba pagando su teléfono.
Esta joven mujer se llamaba Genese. A medida que se alejaba la
seguimos y le preguntamos. En respuesta a la pregunta sobre su
relación con Cristo, ella dijo: "Yo oro. Yo oro todos los días".
Oh, yo escucho eso frecuentemente! Yo le pregunté si ella conocía
a Cristo y si El estaba en su corazón. Ella dijo: "Yo
creo en El". Yo seguí hablándole y le pregunté si ella
estaba viviendo para Cristo. Ella reconoció que estaba perdida y
sin Cristo. El testimonio y la ayuda del Espíritu Santo, hicieron
que ella recibiera a Cristo. Nosotros le leímos Romanos 10:9-10 y
ella rápidamente decidió volver a Cristo. A veces las personas
aceptan a Cristo en menos de un minuto. ¡Dios es muy bueno! Fuimos a McDonald y antes que yo me pudiera sentar, un cliente me llamó a
su mesa. Yo sabía que Dios estaba haciendo algo nuevamente. El se
movió rápidamente. Yo llamo a ese evento, explosión en el Espíritu
cuando Dios se está moviendo. Yo he visto suceder esto muchas veces
en las calles. Algunas veces, esto sucede mucho más rápido de lo
que nosotros podemos imaginar. Inmediatamente, yo tomé una silla y
me senté en su mesa, y le pregunte familiarmente, ¿En que le puedo
servir?" Ellos estaban curiosos por la inscripción de mi
camiseta. Yo les dije que era un logotipo cristiano, y les di una
calcomanía a cada uno de ellos con el mismo logotipo. Antes que eso
sucediera, unos miembros de una banda, me preguntaron qué llevaba
en la bolsa. Se sorprendieron cuando les mostré que eran unos
panfletos y algunas Biblias y calcomanías cristianas que yo usaba
para predicarles el evangelio a ellos. Ciertamente Dios puede
responder a cualquiera que tenga curiosidad, y ahora había
arreglado para que yo estuviera en esa mesa. Los que me acompañaban
de la iglesia, se sentaron en otras mesas a mi alrededor, y
esperaban que Dios se moviera con poder, y Dios lo hizo. También hablé con una jovencita sobre la necesidad de tener una relación
personal con Cristo, y me dijo que ella se había alejado de Dios
por haber caído en pecado. El Espíritu Santo ya había comenzado a
obrar en su vida, e inmediatamente se reconcilió con Dios. Su
nombre era Alyssa. Ahora, puedo decir que tengo nuevos amigos en
California y varias personas se entregaron a Cristo. Desde que
llegamos a ese restaurante de comida rápida pasaron más o menos
diez minutos y dos personas se entregaron a Cristo. ¡Gloria a Dios!
El se mueve siempre en medio de aquellos que están velando y
atentos. Seguidamente, yo hablé con el pastor que el Espíritu Santo me había
guiado a llevar a dos personas a los pies de Cristo, y le pedí que
me siguiera, para mostrarle quienes eran. Le mostré a la jovencita
y al hombre que aceptaron a Cristo, y le dije que no era posible que
Dios nos permita ganarlos para Cristo, y después los perdamos.
Nosotros esperamos afuera que ambos salieran de ese lugar. Pudimos
hablarles e indicarles sobre las actividades de la iglesia y cómo
seguir creciendo en la fe. Mientras esperábamos, una jovencita se
paró cerca nuestro, y yo comencé a hablarle si conocía a Cristo
personalmente. Como ella tenía que esperar por un pariente, tuvimos
suficiente tiempo para hablar con ella. Le preguntamos sobre como era su relación con Jesús. Ella había crecido
en una iglesia, pero nunca había conocido a Cristo personalmente, y
hacía muy poco tiempo que había decidido alejarse de la iglesia.
Ella parecía que estaba preparada para comenzar una nueva relación
con Dios. Le mostramos las Escrituras y le aconsejamos re-consagrarse
nuevamente, y entregar su vida a Cristo. Su nombre era Regnal. ¡Gloria
a Dios, porque ese día ella fue llamada por Cristo¡ Ella nos
preguntó por el nombre de nuestra iglesia, y si ella podía
visitarnos. Le presenté al pastor de la iglesia que estaba
parado junto a mi. El pastor la saludó y le habló más de Jesús y
de cómo seguir la vida cristiana. Regnal parecía estar
disfrutando la conversación y también de saber los horarios de las
actividades de la iglesia. Aceptó la invitación y prometió ir a
la iglesia. ¡Que gozo fue tener a muchos miembros de esa iglesia y
también al pastor testificando en las calles! Nosotros conocimos a una persona más ese día. Era el cajero. Nosotros
hablamos con ella, y ella se sentía perdida. Ella reconocía que
necesitaba conocer a Cristo. Parecía que no íbamos a tener
el tiempo suficiente, y que otro cliente se iba a acercar a la caja
registradora. Nosotros le presentamos a Cristo lo más rápido
posible. En medio de todo eso, Dios se estaba moviendo. Aunque no
tuvimos tiempo para orar, pude presentarle a esa chica al pastor, y
quedaron en venir con su esposa otro día, con más tiempo, para
poder seguir hablando de Cristo. Si, esto fue lo más inusual,
pero Dios así lo dispuso. Este era el final de un día de testimonio, y estamos muy emocionados con
los que Dios había echo a través nuestro. Era realmente
maravilloso ver como el Espíritu Santo nos había guiado a llevar a
Cristo esa vidas en ese restaurante. Veredas
y Calles Testificar en las calles es mi ministerio favorito. Cuando usted encuentra a
alguien en la calle, ellos están fuera de su ambiente natural y están
más abiertos para escuchar. Nunca se permita tener miedo cuando salga a dar testimonio. Cuando usted se
encuentre en un lugar, recuerde que usted está allí por la razón
más importante que existe sobre la tierra. Romanos 1 Una noche, estábamos testificando en un Parque, y unos jóvenes varones que
se identificaron como pertenecientes a una banda, nos contaron una
historia que jamás olvidaré. Cuando ellos eran miembros de una
banda y no nos conocían, se alegaban que nosotros éramos intrépidos
por estar testificando en el Parque a la noche. Ellos nos contaron
que una camioneta blanca que de vez en cuando pasaba por el Parque,
abría sus ventanas y les tiraban panfletos evangelísticos. Los
miembros de la banda decían: "Creo que ellos se deben sentir más
seguros así”. Podrá ser que tirar tratados evangelisticos de una
camioneta es cumplir con la Gran Comisión. Su testimonio nunca será
efectivo, sino es personal y comparte su amor con la gente. Otra noche en el mismo Parque, un hombre estaba andando en bicicleta por el
Parque. Yo le dije algo al hombre, y el paró. Cuando yo extendí mi
mano hacia él, note cuán blanca era su mano. Parecía
que tenía un polvo. Vi su rostro, y parecía cansado, a la
par que me daba su mano. También tenía blanco desde el cuello
hacia abajo. Entonces, me di cuenta que tenía cocaína en su nariz.
Yo sabía que el estaba drogado, no obstante le tomé la mano y lo
salude. Le dije, cuánto lo amaba Dios y que lo quería ayudar,
y si me permitía hablarle de Jesús y Su evangelio. Su nombre era
Carlos. El estaba preparado para oír el mensaje del Evangelio y orar conmigo para
aceptar a Cristo esa noche. Yo siempre recordaré al hombre con
polvo de cocaína en su mano. Yo lo he vuelto a ver en varias
oportunidades, y siempre va con un pequeño Nuevo Testamento en su
mano. Una noche, yo iba a cargar nafta a una Estación de Servicio, y se me acercó
un hombre y me pregunto: ¿Usted se acuerda de mi? Yo le
pregunté: ¿eres Carlos verdad?”. El estaba muy contento y muy
cambiado, yo casi no lo hubiera reconocido. El lucía como una
persona muy diferente ahora. El se alegró mucho que yo lo recordara.
Al poco tiempo de ese encuentro, me enteré que Carlos murió, y
supe que Dios había preparado ese encuentro. ¿Qué hubiese pasado
si yo no hubiese hablado con él en el Parque esa noche? ¿Carlos,
habría tenido otra oportunidad de conocer a Cristo? Yo creo que
Dios amó tanto a Carlos que envió a Su Hijo para morir en la cruz
por sus pecados—tanto como murió por sus pecados también. Cuando
testifique, nunca se fije en la condición en la que se encuentran
las personas. Deje que Dios lo use para llevarles el evangelio
glorioso de Cristo. Casi un año después de la muerte de Carlos, en ese mismo Parque yo guíe a
una joven mujer a Cristo. Esa noche, yo pensé que iba a ser una
noche común de testimonio, y que nada especial ocurriría.
Pero cuando le di el Nuevo Testamento, ella lo miró, y me dijo:
"Mi padre llevaba uno igual por años y lo leía todos los días.
Y también tiene una calcomanía igual que esta. Yo le pregunté por
el nombre de su padre, y me dijo: Carlos. "Ella lloró cuando
supo que la misma persona que le hizo aceptar a Cristo a su padre,
era la misma persona que ahora le estaba haciendo aceptar a Cristo a
ella. Ella me dijo que su padre nunca se separó del Nuevo
Testamento que yo le di. Ella me dijo que quería estar capacitada
para dar testimonio en las calles como yo, y que leería el Nuevo
Testamento para prepararse. Yo supe que Dios había preparado esa
noche especial para que yo me encontrara con la hija de Carlos. Era
obvio que Dios estaba en control de todas las cosas. Los Bares y Club
Nocturno Nosotros no recomendamos que cualquiera dé testimonio en bares y lugares
nocturnos, ya que se sentiría fuertemente tentado por el ambiente.
Yo he escuchado historias de algunos que habían salido de la vida
nocturna y volvieron a testificar a los mismo lugares que
frecuentaban, y cayeron en pecado nuevamente. Por lo tanto, si
usted quiere ir a testificar a los lugares nocturnos, asegúrese que
usted ha recibido un llamado especial de Dios para dedicarse a ello,
y que no ha salido recientemente de ese tipo de vida. Este es un
ministerio muy diferente y algunas veces puede ser pacífico, y
otras muy explosivo. Mientras esté testificando en un bar, es bueno
que usted no juzgue a nadie. Sus palabras pueden ser mal
interpretadas y producirán resistencia. Cuando entro a un bar a dar
testimonio, trato de escoger a alguien primero, y luego me acerco a
esa persona despacio y seguro. Siempre trato de darle testimonio a
uno por vez. Si usted trata de hacerlo rápido, llamará mucho la
atención, y lo más seguro es que le pedirán que se vaya. Yo nunca
pido nada en un bar, y tampoco pretendo que alguien me invite. Si
usted muestra muchos tratados o material evangelístico en un bar,
seguramente lo invitarán a irse del lugar. Nunca discuta con algún
borracho o trate de razonar con ellos porque están en el bar.
Solamente vamos a hablar de Jesús y no sobre sus hábitos o
problemas. Respete la Autoridad y la Propiedad Privada Ocasionalmente cuando testificamos en lugares público, siempre
encontraremos leyes o reglas y también a personas que están
encargadas de hacerlas cumplir. No obstante, usted esta haciendo el
bien al testificar en lugares públicos, por lo tanto usted deberá
respetar y cooperar con las autoridades locales. Nunca se ponga a
discutir con una autoridad, ni trate de transgredir una ley. La
policía está en algunos lugares para guardar la paz y transmitir
seguridad. Eventualmente, si usted tiene algún problema con la
autoridad, lo harán salir del lugar y seguramente citarán a su
pastor para arreglar cualquier mal entendido con la policía. Dar testimonio, también significa vivir en paz y en armonía con las
autoridades locales. Yo recuerdo al soldado romano que entendió el
mensaje de Jesús y su autoridad. Mateo 8 9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y
tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al
otro: Ven, y viene; y a mí siervo: Haz esto, y lo hace. 10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían:
De cierto os digo, que ni aun en Israel he
hallado tanta fe. Nosotros, debemos siempre cooperar con los dueños de tiendas o autoridades
que nos piden que salgamos. Algunas veces muchas personas dando
testimonio en un mismo lugar puede generar desorden. Las autoridades
locales, siempre están preocupados con la gran concentración de
gente, de noche, en un mismo lugar. En mi experiencia, pocas veces me han hecho salir de un lugar donde estaba
testificando. Sin ninguna excepción siempre he cooperado con
las autoridades locales. Generalmente los dueños de bares no
quieren tener gente testificando allí, porque atenta contra su
negocio. Si entra muchas veces a un bar, y lo reconocen, terminarán
por prohibirle la entrada. Los bares son lugares privados, y usted
debe cooperar con sus dueños en no causar molestias. Los bares
suelen estar en lugares muy malos, yo le explico al dueño que estoy
haciendo allí, y le pido permiso para repartir literatura o algunas
calcomanías, y dar mi testimonio brevemente con los clientes, y que
estaré atento, para cuando él quiere que yo me vaya. Yo estaba testificando una noche en uno de los peores bares de mi zona,
donde todas las noches hay peleas por drogas. No obstante, la noche
que decidimos ir, había como quince personas jugando en la Playa de
Estacionamiento y otras personas más cerca de la puerta. Yo fui
hacia la puerta, y el portero no me dejó entrar, Yo le dije que yo
debía entrar a hablarle a la gente que Dios me habia guiado hacía
allí y que yo debía obedecer. Pedí hablar con el gerente. El me
hizo pasar, y el gerente autorizó a todo el grupo a entrar. Yo no
podía creer que el nos hubiera autorizado a todos a entrar. Nos dio
solamente quince minutos para dar nuestro testimonio y salir. Yo le
agradecí a Dios que nos haya hecho caer en gracia con ese hombre
para poder hablarle a toda esa gente. Este fue el tercer bar
que yo pude entrar con autorización y tuvimos una hermosa
experiencia. Usted puede imaginar, adentro se consumía todo tipo de
sustancia. Fue muy triste ver tantas adicciones juntas. Todos
nosotros, esa noche, queríamos ganar gente para Cristo. Dios tocó
los corazones de las personas que nos dejaron entrar, y nosotros
oramos que lo que dijimos en esos lugares, diera mucho fruto y las
personas realmente cambiaran de vida por aceptar a Jesús. Cuando
Dios se mueve, sin duda, podemos tener una gloriosa experiencia de
testimonio. Con gozo veremos los resultados de Sus manos moviéndose
a favor de los perdidos dentro de los bares. Testificando bajo la lluvia Hacía pocos minutos que había comenzado a llover cuando estábamos
testificando en la calle. Nosotros no permitimos que el tiempo nos
detenga cuando salimos a testificar. Nosotros simplemente salimos a
testificar donde la gente está. Usted puede ir con su equipo a
testificar: a tiendas de lava ropas, Estacionamiento de Ómnibus,
Aeropuertos, Centros comerciales, o lugares de recreación. Todos
esos lugares son desafiantes y emocionantes. También nosotros hemos
tenido grandes cosechas en zonas muy pobres. La mayoría de la gente
pobre encontrará muy extraño que usted se interese sinceramente
por su bienestar. Estaciones de Ómnibus o zonas de Lavanderías se
puede encontrar a mucha gente pobre con gran necesidad. Nosotros
encontramos que Jesús se movía siempre hacia donde estaba la
necesidad y todavía lo quiere hacer hoy día. Mateo 9 36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas;
porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tiene
pastor.
Lección
Once
Grupo de Discusión Estudio Bíblico En Juan 4:6-14 ; En la tumba Mateo 8:28-34; Al lado del mar Mateo 13:1-9; En
los caminos Hechos 9:1-5; En la sinagoga Lucas 4:16-21 Tareas Opcionales Richard C. Hobbs,
Evangelist Mercy Street Ministries, http://www.mercystreet.com/espanol/1.html |
![]() |
|||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
Bienvenido | Inscripciones | Orientación | Donar al seminario - su ofrenda hace este ministerio posible |