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6. Acercamiento Evangelismo es el estudio de cómo testificar eficazmente y compartir el evangelio con audacia. Considera los elementos básicos del plan de salvación y su presentación con claridad. Enseña como superar la resistencia de diferentes tipos de mentalidades. Explica cómo hacer el seguimiento y presenta las verdades fundamentales que el obrero cristiano tiene que enseñarle al recién convertido. Capítulo
Seis El
Acercamiento
Preparación Juan 17 18 Como tú me enviaste al mundo,
así yo los he enviado al mundo 19 Y por ellos yo me santifico a
mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. 20 Mas no ruego solamente por éstos, sino
también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. 21 para que todos sean uno; como tú, oh
Padre, en mí, yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea que tú me enviaste. 24 Padre, aquellos que me has
dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para
que vean mi gloria que me has dad; porque me has amado desde antes
de la fundación del mundo 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido,
pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. 26 Y les he dado a conocer
tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me
has amado, esté en ellos, y yo en ellos”. Acercamiento en las calles Lo que más me gusta es testificar en las calles y en lugares públicos. Y
me gozo de ver como allí las personas reciben tan rápido a Cristo.
Siempre que me acerco a alguien, trato de tener algo en mi mano para
darle. A veces es difícil ganar la atención de ellos,
principalmente en los aeropuertos, terminales de ómnibus y otras áreas
públicas. Las personas parecen estar muy ocupadas y pasan casi
corriendo al lado nuestro. A veces les he dado una calcomanía
cristiana, no obstante, nunca reemplace la palabra de Dios. Recuerde
que una calcomanía, o tratado es simplemente un medio de contacto.
Nuestro objetivo siempre será testificarle de Cristo, y no darle
simplemente un material. Si usted usa solamente literatura, tal vez,
las personas no estén interesados, ya que otros grupos, como sectas
usan también literatura. No obstante, usar también calcomanías
tal vez pueda llamar la atención. Las personas pueden pararse
para leer lo que las calcomanías dicen. Hasta en un área muy
transitada, las calcomanía pueden servir para identificar a las
personas que ya hemos contactado. Usted puede usar una remera con un
distintivo igual a la calcomanía que está entregando. Generalmente
la gente quiere obtener una calcomanía igual. Yo les digo que las
estamos regalando y todos me dicen: “Yo quiero una calcomanía de
Jesús” Yo he visto a quienes hemos salido a testificar, preguntar:
"Usted quiere una calcomanía de Jesús?” Cuando ellos
preguntan si alguien quiere, algunas personas responden que no. Pero
si usted se las ofrece, y les dice: “Déjeme darle una calcomanía
de Jesús”. La gente extiende su mano para recibirla. Las palabras
que usted elija para acercarse a testificar es muy importante.
Entonces, cuando yo logro que la gente se detenga, es cuando continuo mi
acercamiento. Si la persona parece no tener apuro, trato de
establecer una conversación puente, ya sea que hable del día o de
los niños. Yo le permito al Espíritu Santo que me guíe para tener
seguridad en las palabras que le voy a decir. Ciertamente, El
conoce su corazón y lo ayudará a testificar. Confíe que El lo guíe
mientras usted está hablando. Es muy importante que usted
mire siempre a los ojos y sonría mientras se presenta y dice porque
usted está compartiendo con ellos en la calle o golpeando puertas.
Yo digo: "Hola, mi nombre es Ricardo y hoy estoy
compartiendo mi testimonio con la gente en la calle. ¿Cuál es su
nombre? ¿Usted va a alguna iglesia?" A medida que me presento,
yo le extiendo mi mano para saludarlo afectivamente. No se sorprenda
si la persona comienza a llorar por el poder de Dios que comienza a
obrar dentro de ella. Vez tras vez, yo veo como el Espíritu Santo
prepara el corazón de las personas para que inmediatamente tengan
convicción de recibir a Cristo. A medida que continuo con el
testimonio, les pregunto: "¿Si usted muriera hoy, quisiera
tener la convicción de que irá al cielo?” Otras veces les
pregunto: "¿Quisiera entregar ahora su vida hoy a Cristo?"
Estas simples preguntas pueden producir resultados efectivos.
Inclusive, aún cuando las personas se han reconocido como
cristianos, ellos responden con convicción que sí, cuando le
preguntamos si hoy quieren entregar sus vidas a Cristo. Porque están
decidiendo volver a Cristo. Usted puede encontrar muchas respuestas,
a éstas simples preguntas. Al principio, me resultaba muy difícil acercarme a un grupo grande de
personas. Yo estaba preocupado por la reacción que ellos pudieran
tener. Con el paso del tiempo, y muchas salidas a testificar a
la calle, he podido ver como el Espíritu Santo ha salvado a varias
personas juntas al mismo tiempo. No deje que el miedo afecte su
testimonio. Cuando yo siento al Espíritu Santo decirme que es el
tiempo, yo digo: "Deme su mano ahora, y acompáñeme en
una oración para recibir a Cristo". Y agrego: “Decídase, y
hágala ahora mismo junto conmigo!" Y yo tomo sus manos para
que reciban a Cristo. No espere una reacción negativa. También, acérquese
a cualquiera, sin importar su ropa o condición social. Si vamos a
elegir a quienes vamos a testificar, estamos tratando de ocupar el
lugar del Espíritu Santo. Permita que Jesús sea conocido a
través suyo por la compasión por este mundo, a medida que usted va
por la vida. Cuando deje que fluya de su corazón el amor de
Dios por los perdidos, usted será bendecido. Dios ama a todas
las personas y quiere usarlo a usted para que lo conozcan. Juan 3 La experiencia de testificar en la calle, me ha permitido sentirme bien
hablando con cualquiera. No me afecta ni el rechazo, ni la
ofensa. Yo simplemente continuo hacía el próximo, con la
esperanza de que quiera aceptar a Cristo. Porque es
maravilloso ver cuando las personas aceptan a Cristo. Si, yo he
visto venir a Cristo, personas que estaban involucradas con las
pandillas, drogadictos, personas que habían salido de la cárcel,
doctores, gente de negocios, y jóvenes. Mateo 25 37 Entonces los justos le
responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos, o sediento, y te dimo de beber? 38 ¿Y cuando te vimos forastero,
y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39¿O cuando te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les
dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos
mis hermanos más pequeños; a mí lo hicisteis”. Recuerden, no se acerquen a niños sin que sus padres estén presentes. Si
lo tiene que hacer, solicite permiso de sus padres para acercarse a
ellos y darles una calcomanía. Es muy importante que usted recuerde
esta recomendación. Su acción puede ser muy mal interpretada por
los padres o personas que estén viendo. Acérquese a la gente en la calle con convicción y misericordia. Permita
que el Espíritu Santo lo use para guiar a las personas a Cristo. Si
usted se acerca a las personas después de haber invertido tiempo en
la oración y preparación, usted verá muchas vidas venir a Cristo.
Vaya de puerta en puerta Hechos 5 Debemos recordar que aquellos a quienes testificamos puerta a puerta, tal
vez nunca asistieron a una iglesia. Otros, tal vez, fueron miembros
de alguna iglesia pero al ser heridos, prometieron que nunca más
volverían a formar parte de una. Otros, tal vez nunca han tenido la
oportunidad de recibir a Cristo. Con todo esto en mente, necesitamos
testificar con una actitud que entiende la reacción de aquellos a
quienes queremos evangelizar. A veces, yo recibo un fuerte rechazo
cuando voy de puerta en puerta, y hasta portazos en la cara. Pero
otras veces he visto familias enteras aceptar a Cristo. Sus
esfuerzos harán posible que muchas personas sean salvas, si usted
persevera en golpear suficientes puertas. A medida que evangelizo de puerta en puerta, también hago amigos que de
otra manera jamás los haría. Yo simplemente camino por la
calle, y oro en silencio y le pido al Espíritu Santo que vaya
delante de mí. Entonces voy a la puerta, toco el timbre, y hago
unos pasos hacia atrás para que la persona me pueda ver a través
de la ventana o del vidrio de la puerta. Alejándome de la puerta
hace que la persona se sienta más confiada y no tan temerosa de
abrir la puerta. Si usted se mantiene muy cerca de la puerta,
provocará miedo y perderá su oportunidad de dar testimonio. Cuando
ellos abran la puerta, dígales el propósito por el cual usted está
allí. A mi me gusta decir: “Hola, yo soy Ricky y pertenezco a la
iglesia local, y estoy visitando a cada persona en este barrio. Me
permite que le de una calcomanía. Y si usted tiene hijos, yo le
puedo dar para cada uno”. A veces me doy cuenta que hay niños
en la casa, por las bicicletas en el garaje, o las calcomanía en
las ventanas o los juegos en el patio. Note que yo dije que venía
de parte de la iglesia local y no nombro la denominación. Si usted
dice su denominación, tal vez se corte inmediatamente su testimonio.
Si usted le da una calcomanía ellos la verán y prestarán atención
al motivo. Y mientras ellos la ven, usted le puede preguntar si
asisten a alguna iglesia. Preste atención aquí. Si usted observa
que la persona se demora en responder, se podrá dar cuenta la
condición de su corazón. Algunas personas me dicen que han
asistido a cierta iglesia, pero en la actualidad, hace muchos años
que no asisten a ninguna. De todos modos, usted se dará cuenta por
hacerles preguntas sobre si asisten o no. Hasta le podrán dar el
nombre de una iglesia, pero usted se dará cuenta que están tan
perdidos como los peores que usted intenta alcanzar con el evangelio.
Después de escuchar sobre si asisten o no a una iglesia, yo les
hago la pregunta: ¿Si usted se muriera esta misma noche, usted podría
afirmar sin duda que iría al cielo?" Esté preparado para
guiar a esa persona a Cristo, a medida que el Espíritu Santo
prepara su corazón. Si alguien responde que no está interesado, digale: "Por favor, me
permite dejar con usted este tratado". Además, pregúntele si
usted puede volver en otro tiempo. Siempre es bueno dejar alguna
literatura, o tener la posibilidad de volver, a que nos quedemos
solamente con la respuesta negativa. Este seguro que la literatura
que le deja tenga los horarios de las reuniones de la iglesia.
Muchas personas se van a sentir más cómodas yendo a la iglesia que
permitiéndole orar en la calle. Generalmente yo no dejo literatura
debajo de la puerta, si no hay alguien que venga a atender. Siempre
trato de dejarla en manos de alguien. Si alguien lo invita a entrar a su casa y es del sexo opuesto, asegúrese
antes de entrar, que haya alguien en esa casa. Cuando la persona
invita a entrar en su casa, siempre resulta en que uno o varios
aceptan a Cristo. No deje pasar mucho tiempo, para hacer la invitación
a que reciban a Cristo. Ni tampoco se distraiga, porque se perderá
la oportunidad para testificar. Si toda la familia está unida, hágale
la misma pregunta de aceptar a Cristo a todos al mismo tiempo. Usted
se sorprenderá de cómo todos aceptan a Cristo. Ignore si alguno
fuma, o está viendo televisión, dé testimonio como pueda. Usted,
tal vez nunca tendrá una situación ideal para testificar, y lo que
usted quiera lograr para mejorar la situación, puede ser de
distracción o enojo, y tal vez le haga perder la oportunidad.
Comidas rápidas ¿Ha visto a alguien venir a Cristo en 10 segundos? Eso puede suceder
cuando usted tiene que dar testimonio en un restaurante de comida rápida.
Usted tiene que actuar rápidamente, porque usted no tiene mucho
tiempo para presentar el evangelio. La oración y la guía del Espíritu
Santo son las llaves para guiar a alguien a Cristo rápidamente. Una
vez le di testimonio a una jovencita cuando me entregaba mi pedido
de de comida. Yo le pregunté si asistía a
alguna iglesia cuando estaba por irme. Yo note que ella dudó por un
momento antes de contestarme. Y le dije con una gran sonrisa:
“Ven aquí". Ella comenzó a caminar y se acercó a mí.
Yo le extendí mi mano, y le dije: “Toma mi mano, y recibe a
Cristo ahora”. Ella aceptó a Cristo, y me dijo que esa era una de
las respuesta a las oraciones de su madre. Y que su madre por muchos
años la había invitado a la iglesia, y que ahora quería acompañarla
el próximo Domingo. Ella estaba muy emocionada por haber aceptado a
Cristo. Un evangelista nos acompañaba y no podía creer cuan rápidamente
y fácil uno puede guiar a Cristo a otra persona. Semanas más tarde
visité a esa jovencita y ella todavía seguía yendo a la iglesia
con su madre. Es emocionante poder darle a alguien una calcomanía y buscar conversación
para testificar. Aunque algunos nunca hayan testificado, ellos
pueden intentar testificar a partir de entregarle una calcomanía.
Si los restaurantes tienen dos ventanas para atender y el auto tiene
dos ventanas también, entonces, tenemos dos oportunidades para
testificar. Cuando testificamos dentro de un restaurante, debemos ser muy cuidadosos de
no provocar ningún disturbio. Ya sea con calcomanías o tratados,
usted puede moverse con mucha discreción de mesa en mesa tratando
de no ser confrontacional, y siendo muy breve. Además, puede
dejar el tratado al lado de la sal y la pimienta, para que las
personas que se sienten allí los descubran. Testimonio en el teléfono público Le di una calcomanía a una jovencita que estaba hablando por teléfono. Y
con una sonrisa le dije: "Dios te bendiga". Cuando yo me
estaba por ir, ella comenzó a llorar, y se olvidó que tenía que
hablar por teléfono por la emoción que tenía. Ella colgó
de inmediato el teléfono y se quedó parada llorando. Ella estaba
tocada por el Espíritu Santo. Y le dije: "Cuánto hace que te
has ido lejos de Cristo". Ella me contestó: "Hace
demasiado tiempo" Yo le dije: "Acompáñame en esta
oración y recibe a Cristo". Ella me acompañó en la oración
y comenzó una nueva relación con Cristo. Ella me contó que cuando
recibió la calcomanía sintió de inmediato de parte de Dios que
estaba perdida. Y justo en ese momento estaba hablando con su madre
en Nueva York, y le estaba contando los problemas que tenía, y que
estaba buscando soluciones. Ahora estaba sintiendo paz por
creer que Dios había tocado su vida al aceptar a Cristo. Muchas veces en la calle, el Señor nos dirige a vidas que están heridas.
Yo participe brevemente en el testimonio de una joven mujer, y pude
ver cómo Dios tocaba profundamente su corazón. Fue hermoso ver
como la expresión de su rostro cambiaba por el cambio que estaba
experimentando internamente. Dios está transformando vidas en las
calles. Todo lo que Dios necesita esa noche era que una manos se
extendieran y una vos para guiar a esa joven en oración. "Esta visto que lo más
importante de dar testimonio no es tanto nuestra habilidad, sino
nuestra disponibilidad” Arthur Blessitt Lección Seis
Grupo de Discusión
Estudio Bíblico
Tarea
Opcional Salga a dar testimonio con alguien puerta a puerta en su vecindario, o
testifíquele a alguien en su ciudad. |
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