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Seminario Reina Valera

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  6. Acercamiento

Evangelismo es el estudio de cómo testificar eficazmente y compartir el evangelio con audacia. Considera los elementos básicos del plan de salvación y su presentación con claridad. Enseña como superar la resistencia de diferentes tipos de mentalidades. Explica cómo hacer el seguimiento y presenta las verdades fundamentales que el obrero cristiano tiene que enseñarle al recién convertido.

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Capítulo Seis

El Acercamiento

Preparación
Acercarse a alguien puede, a veces, ser la parte más importante de testificar.  Cuando Jesús se acercaba a alguien, El no lo hacía con la idea de impresionarlo.  El se acercaba con amor y amistad, tratando de hacer que esas personas que estaban afligidas sintiesen algo con El que nunca antes en sus vidas habían sentido. Ellos  experimentaron una expresión sobrenatural  del amor de Dios. Según la Escritura a continuación podemos ver cómo Jesús se preparaba a sí mismo para compartir con otros. El se santificaba a sí mismo para que otros pudieran ser también santificados. El oraba para que otros pudiesen creer en el por medio de Su palabra. El le pidió al Padre que le diera con otros la misma relación que tenía con El. El compartió Su gloria y quería que todos también la tuviesen. Esta es la misma actitud que necesitamos tener para acercarnos a alguien con el evangelio. Nosotros queremos ser fieles al presentar a Dios, para que las personas puedan recibir todo lo que Dios quiere darles. Si, el acercamiento comienza cuando nosotros invertimos tiempo en oración y en santificarnos.  Prepare su corazón y su vida para permitir que el Espíritu Santo fluya a través de usted a otros. Recuerde que su testimonio es una expresión de su vida y su experiencia con Dios. Prepárese a compartir su testimonio invirtiendo tiempo en la preparación.

Juan 17
17
”Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo

19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.

21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 La Gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 
23 Yo en ellos, y tú en mi, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que lo has amado a ellos como también a mi me has amado.

24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dad; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo

25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.

 26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos”.  

Acercamiento en las calles

Lo que más me gusta es testificar en las calles y en lugares públicos. Y me gozo de ver como allí las personas reciben tan rápido a Cristo. Siempre que me acerco a alguien, trato de tener algo en mi mano para darle. A veces es difícil ganar la atención de ellos, principalmente en los aeropuertos, terminales de ómnibus y otras áreas públicas. Las personas parecen estar muy ocupadas y pasan casi corriendo al lado nuestro. A veces les he dado una calcomanía cristiana, no obstante, nunca reemplace la palabra de Dios. Recuerde que una calcomanía, o tratado es simplemente un medio de contacto. Nuestro objetivo siempre será testificarle de Cristo, y no darle simplemente un material. Si usted usa solamente literatura, tal vez, las personas no estén interesados, ya que otros grupos, como sectas usan también literatura. No obstante, usar también calcomanías tal vez pueda llamar la atención.  Las personas pueden pararse para leer lo que las calcomanías dicen. Hasta en un área muy transitada, las calcomanía pueden servir para identificar a las personas que ya hemos contactado. Usted puede usar una remera con un distintivo igual a la calcomanía que está entregando. Generalmente la gente quiere obtener una calcomanía igual. Yo les digo que las estamos regalando y todos me dicen: “Yo quiero una calcomanía de Jesús” Yo he visto a quienes hemos salido a testificar, preguntar: "Usted quiere una calcomanía de Jesús?” Cuando ellos preguntan si alguien quiere, algunas personas responden que no. Pero si usted se las ofrece, y les dice: “Déjeme darle una calcomanía de Jesús”. La gente extiende su mano para recibirla. Las palabras que usted elija para acercarse a testificar es muy importante. 

Entonces, cuando yo logro que la gente se detenga, es cuando continuo mi acercamiento. Si la persona parece no tener apuro, trato de establecer una conversación puente, ya sea que hable del día o de los niños. Yo le permito al Espíritu Santo que me guíe para tener seguridad en las palabras que le voy a decir.  Ciertamente, El conoce su corazón y lo ayudará a testificar. Confíe que El lo guíe mientras usted está hablando.  Es muy importante que usted mire siempre a los ojos y sonría mientras se presenta y dice porque usted está compartiendo con ellos en la calle o golpeando puertas. Yo digo:  "Hola, mi nombre es Ricardo y hoy estoy compartiendo mi testimonio con la gente en la calle. ¿Cuál es su nombre? ¿Usted va a alguna iglesia?" A medida que me presento, yo le extiendo mi mano para saludarlo afectivamente. No se sorprenda si la persona comienza a llorar por el poder de Dios que comienza a obrar dentro de ella. Vez tras vez, yo veo como el Espíritu Santo prepara el corazón de las personas para que inmediatamente tengan convicción de recibir a Cristo. A medida que continuo con el testimonio, les pregunto: "¿Si usted muriera hoy, quisiera tener la convicción de que irá al cielo?” Otras veces les pregunto: "¿Quisiera entregar ahora su vida hoy a Cristo?" Estas simples preguntas pueden producir resultados efectivos. Inclusive, aún cuando las personas se han reconocido como cristianos, ellos responden con convicción que sí, cuando le preguntamos si hoy quieren entregar sus vidas a Cristo. Porque están decidiendo volver a Cristo. Usted puede encontrar muchas respuestas, a éstas simples preguntas.

Al principio, me resultaba muy difícil acercarme a un grupo grande de personas. Yo estaba preocupado por la reacción que ellos pudieran tener.  Con el paso del tiempo, y muchas salidas a testificar a la calle, he podido ver como el Espíritu Santo ha salvado a varias personas juntas al mismo tiempo. No deje que el miedo afecte su testimonio. Cuando yo siento al Espíritu Santo decirme que es el tiempo, yo digo:  "Deme su mano ahora, y acompáñeme en una oración para recibir a Cristo". Y agrego: “Decídase, y hágala ahora mismo junto conmigo!" Y yo tomo sus manos para que reciban a Cristo. No espere una reacción negativa. También, acérquese a cualquiera, sin importar su ropa o condición social. Si vamos a elegir a quienes vamos a testificar, estamos tratando de ocupar el lugar del Espíritu Santo. Permita que Jesús sea conocido a través suyo por la compasión por este mundo, a medida que usted va por la vida.  Cuando deje que fluya de su corazón el amor de Dios  por los perdidos, usted será bendecido. Dios ama a todas las personas y quiere usarlo a usted para que lo conozcan.

Juan 3
16
”Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eternal”. 

La experiencia de testificar en la calle, me ha permitido sentirme bien hablando con cualquiera. No me afecta ni el rechazo,  ni la ofensa.  Yo simplemente continuo hacía el próximo, con la esperanza de que quiera aceptar a Cristo.  Porque es maravilloso ver cuando las personas aceptan a Cristo. Si, yo he visto venir a Cristo, personas que estaban involucradas con las pandillas, drogadictos, personas que habían salido de la cárcel, doctores, gente de negocios, y jóvenes. 

Mateo 25
35
”Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;  36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimo de beber?

38 ¿Y cuando te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39¿O cuando te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?

40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos  más pequeños; a mí lo hicisteis”.

Recuerden, no se acerquen a niños sin que sus padres estén presentes. Si lo tiene que hacer, solicite permiso de sus padres para acercarse a ellos y darles una calcomanía. Es muy importante que usted recuerde esta recomendación. Su acción puede ser muy mal interpretada por los padres o personas que estén viendo.

Acérquese a la gente en la calle con convicción y misericordia. Permita que el Espíritu Santo lo use para guiar a las personas a Cristo. Si usted se acerca a las personas después de haber invertido tiempo en la oración y preparación, usted verá muchas vidas venir a Cristo.

Vaya de puerta en puerta

La iglesia debe enfocarse en el evangelismo puerta a puerta.  Por el pasaje bíblico a continuación, veremos que la iglesia del Libro de Hechos testificaba en las calles.

Hechos 5
42
”Y todos los días, en el templo y por las casas , no cesaban de enseñar  y predicar a Jesucristo”.

Debemos recordar que aquellos a quienes testificamos puerta a puerta, tal vez nunca asistieron a una iglesia. Otros, tal vez, fueron miembros de alguna iglesia pero al ser heridos, prometieron que nunca más volverían a formar parte de una. Otros, tal vez nunca han tenido la oportunidad de recibir a Cristo. Con todo esto en mente, necesitamos testificar con una actitud que entiende la reacción de aquellos a quienes queremos evangelizar. A veces, yo recibo un fuerte rechazo cuando voy de puerta en puerta, y hasta portazos en la cara. Pero otras veces he visto familias enteras aceptar a Cristo. Sus esfuerzos harán posible que muchas personas sean salvas, si usted persevera en golpear suficientes puertas.

A medida que evangelizo de puerta en puerta, también hago amigos que de otra manera jamás los haría.  Yo simplemente camino por la calle, y oro en silencio y le pido al Espíritu Santo que vaya delante de mí. Entonces voy a la puerta, toco el timbre, y hago unos pasos hacia atrás para que la persona me pueda ver a través de la ventana o del vidrio de la puerta. Alejándome de la puerta hace que la persona se sienta más confiada y no tan temerosa de abrir la puerta. Si usted se mantiene muy cerca de la puerta, provocará miedo y perderá su oportunidad de dar testimonio. Cuando ellos abran la puerta, dígales el propósito por el cual usted está allí. A mi me gusta decir: “Hola, yo soy Ricky y pertenezco a la iglesia local, y estoy visitando a cada persona en este barrio. Me permite que le de una calcomanía. Y si usted tiene hijos, yo le puedo dar para cada uno”.  A veces me doy cuenta que hay niños en la casa, por las bicicletas en el garaje, o las calcomanía en las ventanas o los juegos en el patio. Note que yo dije que venía de parte de la iglesia local y no nombro la denominación. Si usted dice su denominación, tal vez se corte inmediatamente su testimonio. Si usted le da una calcomanía ellos la verán y prestarán atención al motivo. Y mientras ellos la ven, usted le puede preguntar si asisten a alguna iglesia. Preste atención aquí. Si usted observa que la persona se demora en responder, se podrá dar cuenta la condición de su corazón. Algunas personas me dicen que han asistido a cierta iglesia, pero en la actualidad, hace muchos años que no asisten a ninguna. De todos modos, usted se dará cuenta por hacerles preguntas sobre si asisten o no. Hasta le podrán dar el nombre de una iglesia, pero usted se dará cuenta que están tan perdidos como los peores que usted intenta alcanzar con el evangelio. Después de escuchar sobre si asisten o no a una iglesia, yo les hago la pregunta: ¿Si usted se muriera esta misma noche, usted podría afirmar sin duda que iría al cielo?" Esté preparado para guiar a esa persona a Cristo, a medida que el Espíritu Santo prepara su corazón.

Si alguien responde que no está interesado, digale: "Por favor, me permite dejar con usted este tratado". Además, pregúntele si usted puede volver en otro tiempo. Siempre es bueno dejar alguna literatura, o tener la posibilidad de volver, a que nos quedemos solamente con la respuesta negativa. Este seguro que la literatura que le deja tenga los horarios de las reuniones de la iglesia. Muchas personas se van a sentir más cómodas yendo a la iglesia que permitiéndole orar en la calle. Generalmente yo no dejo literatura debajo de la puerta, si no hay alguien que venga a atender. Siempre trato de dejarla en manos de alguien.

Si alguien lo invita a entrar a su casa y es del sexo opuesto, asegúrese antes de entrar, que haya alguien en esa casa. Cuando la persona invita a entrar en su casa, siempre resulta en que uno o varios aceptan a Cristo. No deje pasar mucho tiempo, para hacer la invitación a que reciban a Cristo. Ni tampoco se distraiga, porque se perderá la oportunidad para testificar. Si toda la familia está unida, hágale la misma pregunta de aceptar a Cristo a todos al mismo tiempo. Usted se sorprenderá de cómo todos aceptan a Cristo. Ignore si alguno fuma, o está viendo televisión, dé testimonio como pueda. Usted, tal vez nunca tendrá una situación ideal para testificar, y lo que usted quiera lograr para mejorar la situación, puede ser de distracción o enojo, y tal vez le haga perder la oportunidad. 

Comidas rápidas

¿Ha visto a alguien venir a Cristo en 10 segundos? Eso puede suceder cuando usted tiene que dar testimonio en un restaurante de comida rápida. Usted tiene que actuar rápidamente, porque usted no tiene mucho tiempo para presentar el evangelio. La oración y la guía del Espíritu Santo son las llaves para guiar a alguien a Cristo rápidamente. Una vez le di testimonio a una jovencita cuando me entregaba mi pedido de de comida. Yo le pregunté si asistía a alguna iglesia cuando estaba por irme. Yo note que ella dudó por un momento antes de contestarme.  Y le dije con una gran sonrisa: “Ven aquí".  Ella comenzó a caminar y se acercó a mí. Yo le extendí mi mano, y le dije: “Toma mi mano, y recibe a Cristo ahora”. Ella aceptó a Cristo, y me dijo que esa era una de las respuesta a las oraciones de su madre. Y que su madre por muchos años la había invitado a la iglesia, y que ahora quería acompañarla el próximo Domingo. Ella estaba muy emocionada por haber aceptado a Cristo. Un evangelista nos acompañaba y no podía creer cuan rápidamente y fácil uno puede guiar a Cristo a otra persona. Semanas más tarde visité a esa jovencita y ella todavía seguía yendo a la iglesia con su madre.

Es emocionante poder darle a alguien una calcomanía y buscar conversación para testificar. Aunque algunos nunca hayan testificado, ellos pueden intentar testificar a partir de entregarle una calcomanía. Si los restaurantes tienen dos ventanas para atender y el auto tiene dos ventanas también, entonces, tenemos dos oportunidades para testificar.

Cuando testificamos dentro de un restaurante, debemos ser muy cuidadosos de no provocar ningún disturbio. Ya sea con calcomanías o tratados, usted puede moverse con mucha discreción de mesa en mesa tratando de no ser confrontacional, y siendo muy breve.  Además, puede dejar el tratado al lado de la sal y la pimienta, para que las personas que se sienten allí los descubran. 

Testimonio en el teléfono público
Una noche tarde yo estaba testificando con un equipo en Fort Smith, Arkansas en el estacionamiento de una gran tienda. Yo me encontré con muchas personas que a lo largo de los años les hemos hablado de Cristo y muchos aceptaron a Cristo. Yo iba caminado hacía un teléfono público donde había un grupo de personas con una calcomanía de Jesús en mi mano. Y yo no sabía que algo interesante estaba a punto de ocurrir. Cada semana nosotros observamos la presencia del Espíritu Santo en las vidas a las cuales le damos testimonio.

Le di una calcomanía a una jovencita que estaba hablando por teléfono. Y con una sonrisa le dije: "Dios te bendiga". Cuando yo me estaba por ir, ella comenzó a llorar, y se olvidó que tenía que hablar por teléfono por la emoción que tenía.  Ella colgó de inmediato el teléfono y se quedó parada llorando. Ella estaba tocada por el Espíritu Santo. Y le dije: "Cuánto hace que te has ido lejos de Cristo". Ella me contestó: "Hace demasiado tiempo" Yo le dije:  "Acompáñame en esta oración y recibe a Cristo". Ella me acompañó en la oración y comenzó una nueva relación con Cristo. Ella me contó que cuando recibió la calcomanía sintió de inmediato de parte de Dios que estaba perdida. Y justo en ese momento estaba hablando con su madre en Nueva York, y le estaba contando los problemas que tenía, y que estaba buscando soluciones.  Ahora estaba sintiendo paz por creer que Dios había tocado su vida al aceptar a Cristo. 

Muchas veces en la calle, el Señor nos dirige a vidas que están heridas. Yo participe brevemente en el testimonio de una joven mujer, y pude ver cómo Dios tocaba profundamente su corazón. Fue hermoso ver como la expresión de su rostro cambiaba por el cambio que estaba experimentando internamente. Dios está transformando vidas en las calles. Todo lo que Dios necesita esa noche era que una manos se extendieran y una vos para guiar a esa joven en oración.

"Esta visto que lo más importante de dar testimonio no es tanto nuestra habilidad, sino nuestra disponibilidad” Arthur Blessitt

Lección Seis

Grupo de Discusión

  1. Reflexione sobre cómo acercarse para dar testimonio a diferentes tipos de personas. Por ejemplo, no es lo mismo acercarse a un linyera, que a un hombre de negocios. Simule diferentes acercamientos.
  2. Comparta su testimonio con otros, describiendo lo que sucedió en su vida cuando conoció a Cristo.

Estudio Bíblico

  1. Haga una lista de pasajes bíblicos que usted puede usar en su testimonio.
    Romanos 10:8-10, Juan 3:16, Romanos 6:23, Romanos 3:23, Romanos 5:8, Romanos 10:13, Apocalipsis 3:20

Tarea Opcional

Salga a dar testimonio con alguien puerta a puerta en su vecindario, o testifíquele a alguien en su ciudad.

Richard C. Hobbs, Evangelist Mercy Street Ministries, http://www.mercystreet.com/espanol/1.html

 
1.Ser Guiado
2. Escuchar
3. Convivir
4. Ser Testigo
5. Cómo Testificar
6. Acercamiento
7. La Demora
8. El Momento
9. Compartir
10. El Lugar
11. La Calle
12. Oración
13. Por Teléfono
14. El Mensaje
15. Presentaciones
16. El Testimonio
17. Dos Folletos
18. El Ateo
19. El Escéptico
20. El Ignorante
21. El Católico
22. El Renuente
23. El Objetante
24. Seguimiento
25. La Fe
26. La Conversión
27. El Arrepentimiento
28. La Justificación
29. Paz Con Dios
30. El Perdón
31. La Santificación
32. Aptos en Cristo
33. La Restauración
34. La Inspiración
35. La Oración
36. Segunda Venida
 

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