Bienvenido | Inscripciones | Orientación | Donar al seminario - su ofrenda hace este ministerio posible | |
Seminario Reina Valera
|
|
18. Dios el Espíritu Santo: Su Bautismo Teología Sistemática 1 es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.
18. Dios el Espíritu Santo: Su Bautismo por Lewis Sperry Chafer
A.
EL SIGNIFICADO DEL BAUTISMO DEL ESPIRITU SANTO. Probablemente
ninguna otra doctrina del Espíritu Santo ha creado más confusión
que el bautismo del Espíritu. Mucho de esto se deriva del hecho de
que el bautismo del Espíritu comenzó al mismo tiempo en que ocurrían
otras grandes obras del Espíritu, tales como la regeneración, la
morada y el sellado. También en algunas ocasiones el bautismo del
Espíritu y la plenitud del Espíritu ocurren al mismo tiempo. Esto
ha guiado a algunos expositores a hacer sinónimos de estos dos
acontecimientos. El conflicto en la interpretación, sin embargo, se
resuelve si uno examina cuidadosamente lo que Mt. 3:11 11 Yo a la verdad os bautizo en agua para
arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy
digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu
Santo y fuego. Mr. 1:8 8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os
bautizará con Espíritu Santo. Lc. 3:16 16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os
bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no
soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en
Espíritu Santo y fuego. Jn. 1:33 33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar
con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y
que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu
Santo. Hch. 1:5 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas
vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no
muchos días. Hch. 11:16 16 Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando
dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis
bautizados con el Espíritu Santo. Ro. 6:1-4 1¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado
para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque
los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en
Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque
somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a
fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 1Co. 12:13 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados
en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a
todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Ga. 3:27 27 porque todos los que habéis sido bautizados en
Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ef. 4:5 5 un Señor, una fe, un bautismo, Col. 2:12 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual
fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de
Dios que le levantó de los muertos. B.
EL BAUTISMO DEL ESPIRITU SANTO ANTES DE PENTECOSTES.
Al
examinar las referencias en los cuatro evangelios y en Hechos 1:5,
se aclara que el bautismo del Espíritu es considerado en cada caso
como un acontecimiento futuro, el cual nunca había ocurrido
previamente. Hch. 1:5 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas
vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no
muchos días. No hay
mención del bautismo del Espíritu en el Antiguo Testamento, y los
cuatro evangelios se unen con Hechos 1:5 en anticipar el bautismo
del Espíritu como un evento futuro. En los evangelios, el bautismo
del Espíritu se presenta como una obra la cual Cristo hará por
medio del Espíritu Santo como su agente, como, por ejemplo, en
Mateo 3:11, donde Juan el Bautista predice que Cristo «os bautizará en Espíritu Santo y fuego». La referencia al
bautismo por fuego parece hacer alusión a la segunda venida de
Cristo y los juicios que ocurrirán en ese tiempo, y también se
menciona en Lucas, pero no en Marcos o en Juan. Mt. 3:11 11 Yo a la verdad os bautizo en agua para
arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy
digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu
Santo y fuego. Lc. 3:16 16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os
bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no
soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en
Espíritu Santo y fuego. Mr. 1:8 8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os
bautizará con Espíritu Santo. Jn. 1:33 33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar
con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y
que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu
Santo. A veces
la intervención del Espíritu Santo se expresa por el uso de la
preposición griega en, como en Mateo 3:11, Lucas 3:16 y Juan
1:33. Ya sea que la preposición se use o no, el pensamiento es
claro en cuanto a que Cristo bautizó por el Espíritu Santo.
Algunos han tomado esto como algo diferente del bautismo del
Espíritu del que se habla en Hechos y en las Epístolas, pero el
punto de vista preferible es que el bautismo del Espíritu es el
mismo en todo el Nuevo Testamento. El bautismo en cualquier caso es
por medio del Espíritu Santo. La
norma de la doctrina es expresada por Cristo mismo cuando El
contrastó su bautismo, administrado por Juan, con el futuro
bautismo de los creyentes por medio del Espíritu Santo, lo cual
ocurriría después de su ascensión. Cristo dijo: «Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis
bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días» (Hch.
1:5). C.
TODOS LOS CRISTIANOS SON BAUTIZADOS POR EL ESPIRITU EN A causa
de la confusión en cuanto a la naturaleza y tiempo del bautismo del
Espíritu, no siempre ha sido reconocido que cada cristiano es
bautizado por el Espíritu dentro del cuerpo de Cristo en el momento
de su salvación. Este hecho es destacado en el pasaje central sobre
el bautismo del Espíritu en el Nuevo Testamento en 1 Corintios
12:13. Allí se declara: “Porque
por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos
o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de
un mismo Espíritu” En este
pasaje la preposición griega «en» es traducida
correctamente «por», en lo que se llama el uso instrumental de
esta preposición. Este uso instrumental es ilustrado por medio de
la misma preposición en Lucas 4:1, donde se dice que fue «llevado
por el Espíritu al desierto», y por la expresión «por
vosotros» en 1 Corintios 6:2, por la expresión «por
medio de El» en Colosenses 1: 16 y por la frase «todos nosotros» se refiere claramente a todos los cristianos, no
a todos los hombres, y no de estar limitada a algún grupo de
cristianos en particular. La verdad es más bien que cada cristiano
desde el momento que es salvo es bautizado por el Espíritu dentro
del cuerpo de Cristo. Así, Efesios 4:5 se refiere a «un
Señor, una fe, un bautismo». Mientras que los rituales del
bautismo por agua varían, hay un solo bautismo del Espíritu. La
universalidad de este ministerio se destaca por el hecho de que en Ef. 5:18 18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución;
antes bien sed llenos del Espíritu, D.
EL BAUTISMO DEL ESPÍRITU DENTRO DEL CUERPO DE CRISTO
Por
medio del bautismo del Espíritu se cumplen dos resultados
importantes. El primero, que el creyente es bautizado o ubicado
dentro del cuerpo de Cristo; relacionado con esto es la segunda
figura del bautismo en Cristo mismo. Estos dos resultados simultáneos
del bautismo del Espíritu son tremendamente significativos. Por
medio del bautismo del Espíritu el creyente es colocado dentro del
cuerpo de Cristo en la unión viviente de todos los creyentes
verdaderos en la edad presente. Aquí el bautismo tiene su
significado primario en el hecho de ser ubicado, iniciado, y en que
nos ha sido dada una relación nueva y permanente. Por consiguiente,
el bautismo del Espíritu relaciona a los creyentes con todo el
cuerpo de la verdad que se revela en Hch. 2:47 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser
salvos. 1Co. 6:15 15¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de
Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré
miembros de una ramera? De ningún modo. 1Co.
12:12-14 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo,
sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios
nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con
palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña
el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero
el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han
de discernir espiritualmente. Ef. 2:16 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un
solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Ef. 4:4-5, 16 4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también
llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un
Señor, una fe, un bautismo, 16 de quien todo el cuerpo,
bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se
ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro,
recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. Ef. 5:30-32 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de
sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de
Cristo y de la iglesia. 33 Por lo demás, cada uno de
vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer
respete a su marido. Col. 1:24 24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y
cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su
cuerpo, que es la iglesia;
Col. 2:19 19 y no asiéndose de Cristo
es 1Co. 11:3 3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de
todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza
de Cristo. Ef. 1:22-23 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio
por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual
es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Ef. 5:23-24 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como
Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su
Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a
Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Col. 1:18 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él
que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que
en todo tenga la preeminencia; El
cuerpo así formado y dirigido por Cristo también es nutrido
y cuidado por Cristo. Ef. 5:29 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne,
sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
Fil. 4:13 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Col. 2:19 19 y no asiéndose de Una de
las obras de Cristo es la de santificar el cuerpo de Cristo en
preparación para su presentación en gloria. Ef. 5: 25-27 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó
a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por
la palabra, 27a fin de presentársela a sí mismo, una
iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante,
sino que fuese santa y sin mancha. Como
miembro del cuerpo de Cristo, al creyente se le dan también dones o
funciones especiales en el cuerpo de Cristo. Ro. 12:3-8 3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual
que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que
el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la
medida de fe que Dios repartió a cada uno. 4 Porque de
la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos
los miembros tienen la misma función, 5 así nosotros,
siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos
de los otros. 6 De manera que, teniendo diferentes dones,
según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese
conforme a la medida de la fe; 7 o si de servicio, en
servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8 el que
exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que
preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. 1Co. 12:27-28 27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros
cada uno en particular. 28 Y a unos puso Dios en la
iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero
maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los
que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
Ef.
4:7-16 7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia
conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual
dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. 9 Y
eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido
primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que
descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los
cielos para llenarlo todo. 11 Y él mismo constituyó a
unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros, Siendo
colocado dentro del cuerpo de Cristo por medio del Espíritu Santo,
no sólo es segura la unidad del Cuerpo, sin distinción de raza,
cultura o fondo social, sino que también es seguro que cada
creyente tiene su lugar y función particulares y su oportunidad
para servir a Dios sin el armazón de su propia personalidad y dones.
El cuerpo como un todo es «unido
entre sí» (Ef. 4: 16); esto es, aunque los miembros difieran,
el cuerpo como un todo está bien planeado y organizado. E.
EL BAUTISMO DEL ESPIRITU EN CRISTO. En
adición a su relación con respecto a los otros creyentes en el
cuerpo de Cristo, el que es bautizado por el Espíritu tiene una
nueva posición en cuanto a estar en Cristo. Esto fue anticipado en
la predicción de Juan 14:20, donde Cristo dijo la noche antes de su
crucifixión: «En aquel día
vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y
yo en vosotros» La expresión «vosotros
en mí» anticipaba el futuro bautismo del Espíritu. Como
consecuencia de que el creyente está en Cristo, es identificado en
lo que Cristo hizo en su muerte, resurrección y glorificación.
Esto se presenta en Romanos 6:1-4, donde se declara que el creyente
es bautizado en Jesucristo y en su muerte, y si lo es en su muerte,
está sepultado y resucitado con Cristo. Ro. 6:1-4 1¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado
para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque
los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en
Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque
somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a
fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Esto ha
sido tomado a menudo para representar el rito del bautismo por agua,
pero en cualquier caso también representa la obra del Espíritu
Santo, sin la cual el rito sería carente de significado. Un pasaje
similar se encuentra en Colosenses 2:12. Nuestra identificación con
Cristo a través del Espíritu es una base importante para todo lo
que Dios hace por el creyente en el tiempo y la eternidad. Col. 2:12 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual
fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de
Dios que le levantó de los muertos. Dado
que un creyente está en Cristo, él también tiene la vida de
Cristo, la cual es compartida por la cabeza con el cuerpo. La relación
de Cristo con el cuerpo como su Cabeza también se relaciona con la
dirección soberana de Cristo de su cuerpo, del mismo modo como la
mente dirige al cuerpo en el cuerpo humano de los creyentes. F.
EL BAUTISMO DEL ESPIRITU EN RELACION CON En
vista del hecho de que cada cristiano es bautizado por el Espíritu
en el momento de su salvación, está claro que el bautismo es una
obra de Dios para ser comprendida y recibida por la fe. Aunque la
experiencia espiritual subsiguiente puede confirmar el bautismo del
Espíritu, el bautismo no es una experiencia en sí mismo. Por ser
universal y relacionado con nuestra posición en Cristo, el bautismo
es un acto instantáneo de Dios y no es una obra para ser buscada
después de haber nacido de nuevo. Se ha
originado mucha confusión por la afirmación de que los cristianos
deberían buscar el bautismo del Espíritu especialmente como se
manifestaba en el hablar en lenguas en Más
adelante, es bastante claro que mientras que todos los cristianos
son bautizados por el Espíritu, no todos los cristianos hablaron en
lenguas en Ga. 5:22-23
22
Mas
el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas
no hay ley. El
hecho es que los cristianos corintios hablaron en lenguas sin estar
llenos del Espíritu. A veces
se alega un error similar, el cual sostiene que hay dos bautismos
del Espíritu, uno en Hechos 2 y el otro en 1Co. 12:13. Hch. 2:1-4 1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos
unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un
estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda
la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron
lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de
ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba
que hablasen. 1Co. 12:13 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados
en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a
todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Una
comparación de la conversión de Cornelio en Hechos 10-11 con
Hechos 2 aclara que lo que le ocurrió a Cornelio, un gentil, fue
exactamente lo mismo que lo que les había ocurrido a los discípulos
en el día de Pentecostés. Pedro dice en Hechos 11:15-17: «y
cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también,
como sobre nosotros al principio. Entonces me acordé de lo dicho
por el Señor, cuando dijo: «Juan ciertamente bautizó con agua,
mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo. Si Dios,
pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos
creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese
estorbar a Dios?» Considerando que el bautismo del Espíritu
coloca al creyente dentro del cuerpo de Cristo, es, pues, la misma
obra de Hechos 2 a través de la presente dispensación. El
bautismo del Espíritu Santo es, por lo tanto, importante, puesto
que es la obra del Espíritu que nos coloca en una nueva unión con
Cristo y nuestros hermanos creyentes, una nueva posición en Cristo.
Es la base para la justificación y para toda la obra de Dios, la
cual presenta al final al creyente perfecto en gloria. PREGUNTAS. 1. ¿Cómo distinguiría el
bautismo del Espíritu, de la obra del Espíritu en la regeneración,
morada y sellado? 2. ¿Cómo distinguiría el
bautismo del Espíritu de la plenitud del Espíritu? 3. ¿Por qué ha habido
confusión entre el bautismo del Espíritu y otras obras del Espíritu? 4. ¿Cuál es el significado
del hecho de que el bautismo en Espíritu en los cuatro evangelios y
en Hechos 1 se mencione como una obra futura? 5. ¿Qué evidencia puede
alegarse respecto a que todos los cristianos son bautizados por el
Espíritu en la edad presente? 6. ¿Por qué nunca se
exhorta a los cristianos que sean bautizados por el Espíritu? 7. ¿Cuál es el significado
de ser bautizado dentro del cuerpo de Cristo? 8. ¿Cómo indica la figura
del cuerpo de Cristo que Cristo dirige 9. ¿Cómo presenta la
figura del cuerpo de Cristo dones especiales dados a los creyentes? 10. ¿Qué verdades
especiales son presentadas por el bautismo del Espíritu en Cristo? 11. ¿Cómo se relaciona el
bautismo en Cristo a nuestra identificación con El en su muerte,
resurrección y glorificación? 12. ¿Cómo el bautismo en
Cristo sostiene la idea de que compartimos la vida eterna? 13. ¿Por qué el bautismo
del Espíritu no es en sí mismo una experiencia espiritual? 14. ¿Es necesario el hablar
en lenguas para ser bautizado por el Espíritu? 15. ¿Es necesario hablar en
lenguas para ser lleno por el Espíritu? 16. ¿Por qué es incorrecto
que el bautismo del Espíritu de Hechos 2 difiere del bautismo del
Espíritu en 1 Corintios 12: 13? 17. Resumir la importancia
del bautismo del Espíritu como una obra relacionada con nuestra
salvación.
|
|
|||||
Bienvenido | Inscripciones | Orientación | Donar al seminario - su ofrenda hace este ministerio posible |