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  18. Dios el Espíritu Santo: Su Bautismo

Teología Sistemática 1 es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.  

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18. Dios el Espíritu Santo: Su Bautismo por Lewis Sperry Chafer  

A. EL SIGNIFICADO DEL BAUTISMO DEL ESPIRITU SANTO.

Probablemente ninguna otra doctrina del Espíritu Santo ha creado más confusión que el bautismo del Espíritu. Mucho de esto se deriva del hecho de que el bautismo del Espíritu comenzó al mismo tiempo en que ocurrían otras grandes obras del Espíritu, tales como la regeneración, la morada y el sellado. También en algunas ocasiones el bautismo del Espíritu y la plenitud del Espíritu ocurren al mismo tiempo. Esto ha guiado a algunos expositores a hacer sinónimos de estos dos acontecimientos. El conflicto en la interpretación, sin embargo, se resuelve si uno examina cuidadosamente lo que la Escritura dice con relación al bautismo del Espíritu. En total hay once referencias específicas al bautismo del Espíritu en el Nuevo Testamento.

Mt. 3:11 11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Mr. 1:8 8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.

Lc. 3:16 16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Jn. 1:33 33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.

Hch. 1:5 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

Hch. 11:16 16 Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.

Ro. 6:1-4 1¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

1Co. 12:13 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

Ga. 3:27 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

Ef. 4:5 5 un Señor, una fe, un bautismo,

Col. 2:12 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

B. EL BAUTISMO DEL ESPIRITU SANTO ANTES DE PENTECOSTES.

Al examinar las referencias en los cuatro evangelios y en Hechos 1:5, se aclara que el bautismo del Espíritu es considerado en cada caso como un acontecimiento futuro, el cual nunca había ocurrido previamente.

Hch. 1:5 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

No hay mención del bautismo del Espíritu en el Antiguo Testamento, y los cuatro evangelios se unen con Hechos 1:5 en anticipar el bautismo del Espíritu como un evento futuro. En los evangelios, el bautismo del Espíritu se presenta como una obra la cual Cristo hará por medio del Espíritu Santo como su agente, como, por ejemplo, en Mateo 3:11, donde Juan el Bautista predice que Cristo «os bautizará en Espíritu Santo y fuego». La referencia al bautismo por fuego parece hacer alusión a la segunda venida de Cristo y los juicios que ocurrirán en ese tiempo, y también se menciona en Lucas, pero no en Marcos o en Juan.

Mt. 3:11 11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Lc. 3:16 16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Mr. 1:8 8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.

Jn. 1:33 33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.

A veces la intervención del Espíritu Santo se expresa por el uso de la preposición griega en, como en Mateo 3:11, Lucas 3:16 y Juan 1:33. Ya sea que la preposición se use o no, el pensamiento es claro en cuanto a que Cristo bautizó por el Espíritu Santo. Algunos han tomado esto como algo diferente del bautismo del Espíritu del que se habla en Hechos y en las Epístolas, pero el punto de vista preferible es que el bautismo del Espíritu es el mismo en todo el Nuevo Testamento. El bautismo en cualquier caso es por medio del Espíritu Santo.

La norma de la doctrina es expresada por Cristo mismo cuando El contrastó su bautismo, administrado por Juan, con el futuro bautismo de los creyentes por medio del Espíritu Santo, lo cual ocurriría después de su ascensión. Cristo dijo: «Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días» (Hch. 1:5).

C. TODOS LOS CRISTIANOS SON BAUTIZADOS POR EL ESPIRITU EN LA EDAD PRESENTE.

A causa de la confusión en cuanto a la naturaleza y tiempo del bautismo del Espíritu, no siempre ha sido reconocido que cada cristiano es bautizado por el Espíritu dentro del cuerpo de Cristo en el momento de su salvación. Este hecho es destacado en el pasaje central sobre el bautismo del Espíritu en el Nuevo Testamento en 1 Corintios 12:13. Allí se declara: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”

En este pasaje la preposición griega «en» es traducida correctamente «por», en lo que se llama el uso instrumental de esta preposición. Este uso instrumental es ilustrado por medio de la misma preposición en Lucas 4:1, donde se dice que fue «llevado por el Espíritu al desierto», y por la expresión «por vosotros» en 1 Corintios 6:2, por la expresión «por medio de El» en Colosenses 1: 16 y por la frase «todos nosotros» se refiere claramente a todos los cristianos, no a todos los hombres, y no de estar limitada a algún grupo de cristianos en particular. La verdad es más bien que cada cristiano desde el momento que es salvo es bautizado por el Espíritu dentro del cuerpo de Cristo. Así, Efesios 4:5 se refiere a «un Señor, una fe, un bautismo». Mientras que los rituales del bautismo por agua varían, hay un solo bautismo del Espíritu. La universalidad de este ministerio se destaca por el hecho de que en la Escritura el cristiano nunca es exhortado a que sea bautizado por el Espíritu, mientras sí se le exhorta a ser lleno del Espíritu.

Ef. 5:18 18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

D. EL BAUTISMO DEL ESPÍRITU DENTRO DEL CUERPO DE CRISTO

Por medio del bautismo del Espíritu se cumplen dos resultados importantes. El primero, que el creyente es bautizado o ubicado dentro del cuerpo de Cristo; relacionado con esto es la segunda figura del bautismo en Cristo mismo. Estos dos resultados simultáneos del bautismo del Espíritu son tremendamente significativos. Por medio del bautismo del Espíritu el creyente es colocado dentro del cuerpo de Cristo en la unión viviente de todos los creyentes verdaderos en la edad presente. Aquí el bautismo tiene su significado primario en el hecho de ser ubicado, iniciado, y en que nos ha sido dada una relación nueva y permanente. Por consiguiente, el bautismo del Espíritu relaciona a los creyentes con todo el cuerpo de la verdad que se revela en la Escritura concerniente al cuerpo de Cristo. El cuerpo de los creyentes, formado así por el bautismo del Espíritu y aumentado a medida que los miembros adicionales son añadidos, se menciona frecuentemente en las Escrituras.

Hch. 2:47 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

1Co. 6:15 15¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.

1Co. 12:12-14 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Ef. 2:16 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.

Ef. 4:4-5, 16 4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un Señor, una fe, un bautismo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Ef. 5:30-32 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. 33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.

Col. 1:24 24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;

Col. 2:19 19 y no asiéndose de la Cabeza , en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.

Cristo es la Cabeza de su cuerpo y el Único que dirige sus actividades.

1Co. 11:3 3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.

Ef. 1:22-23 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

Ef. 5:23-24 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

Col. 1:18 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;

El cuerpo así formado y dirigido por Cristo también es nutrido y cuidado por Cristo.

Ef. 5:29 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,

Fil. 4:13 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Col. 2:19 19 y no asiéndose de la Cabeza , en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.

Una de las obras de Cristo es la de santificar el cuerpo de Cristo en preparación para su presentación en gloria.

Ef. 5: 25-27 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Como miembro del cuerpo de Cristo, al creyente se le dan también dones o funciones especiales en el cuerpo de Cristo.

Ro. 12:3-8 3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

1Co. 12:27-28 27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. 28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

Ef. 4:7-16 7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice:

Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,

Y dio dones a los hombres.

 9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Siendo colocado dentro del cuerpo de Cristo por medio del Espíritu Santo, no sólo es segura la unidad del Cuerpo, sin distinción de raza, cultura o fondo social, sino que también es seguro que cada creyente tiene su lugar y función particulares y su oportunidad para servir a Dios sin el armazón de su propia personalidad y dones. El cuerpo como un todo es «unido entre sí» (Ef. 4: 16); esto es, aunque los miembros difieran, el cuerpo como un todo está bien planeado y organizado.

E. EL BAUTISMO DEL ESPIRITU EN CRISTO.

En adición a su relación con respecto a los otros creyentes en el cuerpo de Cristo, el que es bautizado por el Espíritu tiene una nueva posición en cuanto a estar en Cristo. Esto fue anticipado en la predicción de Juan 14:20, donde Cristo dijo la noche antes de su crucifixión: «En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros» La expresión «vosotros en mí» anticipaba el futuro bautismo del Espíritu.

Como consecuencia de que el creyente está en Cristo, es identificado en lo que Cristo hizo en su muerte, resurrección y glorificación. Esto se presenta en Romanos 6:1-4, donde se declara que el creyente es bautizado en Jesucristo y en su muerte, y si lo es en su muerte, está sepultado y resucitado con Cristo.

Ro. 6:1-4 1¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Esto ha sido tomado a menudo para representar el rito del bautismo por agua, pero en cualquier caso también representa la obra del Espíritu Santo, sin la cual el rito sería carente de significado. Un pasaje similar se encuentra en Colosenses 2:12. Nuestra identificación con Cristo a través del Espíritu es una base importante para todo lo que Dios hace por el creyente en el tiempo y la eternidad.

Col. 2:12 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

Dado que un creyente está en Cristo, él también tiene la vida de Cristo, la cual es compartida por la cabeza con el cuerpo. La relación de Cristo con el cuerpo como su Cabeza también se relaciona con la dirección soberana de Cristo de su cuerpo, del mismo modo como la mente dirige al cuerpo en el cuerpo humano de los creyentes.

F. EL BAUTISMO DEL ESPIRITU EN RELACION CON LA EXPERIENCIA ESPIRITUAL.

En vista del hecho de que cada cristiano es bautizado por el Espíritu en el momento de su salvación, está claro que el bautismo es una obra de Dios para ser comprendida y recibida por la fe. Aunque la experiencia espiritual subsiguiente puede confirmar el bautismo del Espíritu, el bautismo no es una experiencia en sí mismo. Por ser universal y relacionado con nuestra posición en Cristo, el bautismo es un acto instantáneo de Dios y no es una obra para ser buscada después de haber nacido de nuevo.

Se ha originado mucha confusión por la afirmación de que los cristianos deberían buscar el bautismo del Espíritu especialmente como se manifestaba en el hablar en lenguas en la Iglesia primitiva. Mientras que en los tres ejemplos en Hechos (caps. 2, 10 y 19) los creyentes hablaron en lenguas en el tiempo de su bautismo por el Espíritu, queda claro que esto fue excepcional y relacionado al carácter transitorio del libro. En todos los otros ejemplos donde figura la salvación no hay mención del hablar en lenguas como algo que acompañe al bautismo del Espíritu.

Más adelante, es bastante claro que mientras que todos los cristianos son bautizados por el Espíritu, no todos los cristianos hablaron en lenguas en la Iglesia primitiva Por lo tanto, el concepto de buscar el bautismo del Espíritu como un medio de una obra excepcional de Dios en la vida del cristiano es sin fundamento escritural. Aun la plenitud del Espíritu no se manifiesta en hablar en lenguas, sino más bien en el fruto del Espíritu, como se menciona en Gálatas 5:22-23.

Ga. 5:22-23 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

El hecho es que los cristianos corintios hablaron en lenguas sin estar llenos del Espíritu.

A veces se alega un error similar, el cual sostiene que hay dos bautismos del Espíritu, uno en Hechos 2 y el otro en 1Co. 12:13.

Hch. 2:1-4 1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

1Co. 12:13 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

Una comparación de la conversión de Cornelio en Hechos 10-11 con Hechos 2 aclara que lo que le ocurrió a Cornelio, un gentil, fue exactamente lo mismo que lo que les había ocurrido a los discípulos en el día de Pentecostés. Pedro dice en Hechos 11:15-17: «y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio. Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: «Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo. Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?» Considerando que el bautismo del Espíritu coloca al creyente dentro del cuerpo de Cristo, es, pues, la misma obra de Hechos 2 a través de la presente dispensación.

El bautismo del Espíritu Santo es, por lo tanto, importante, puesto que es la obra del Espíritu que nos coloca en una nueva unión con Cristo y nuestros hermanos creyentes, una nueva posición en Cristo. Es la base para la justificación y para toda la obra de Dios, la cual presenta al final al creyente perfecto en gloria.

PREGUNTAS.

1. ¿Cómo distinguiría el bautismo del Espíritu, de la obra del Espíritu en la regeneración, morada y sellado?

2. ¿Cómo distinguiría el bautismo del Espíritu de la plenitud del Espíritu?

3. ¿Por qué ha habido confusión entre el bautismo del Espíritu y otras obras del Espíritu?

4. ¿Cuál es el significado del hecho de que el bautismo en Espíritu en los cuatro evangelios y en Hechos 1 se mencione como una obra futura?

5. ¿Qué evidencia puede alegarse respecto a que todos los cristianos son bautizados por el Espíritu en la edad presente?

6. ¿Por qué nunca se exhorta a los cristianos que sean bautizados por el Espíritu?

7. ¿Cuál es el significado de ser bautizado dentro del cuerpo de Cristo?

8. ¿Cómo indica la figura del cuerpo de Cristo que Cristo dirige la Iglesia ?

9. ¿Cómo presenta la figura del cuerpo de Cristo dones especiales dados a los creyentes?

10. ¿Qué verdades especiales son presentadas por el bautismo del Espíritu en Cristo?

11. ¿Cómo se relaciona el bautismo en Cristo a nuestra identificación con El en su muerte, resurrección y glorificación?

12. ¿Cómo el bautismo en Cristo sostiene la idea de que compartimos la vida eterna?

13. ¿Por qué el bautismo del Espíritu no es en sí mismo una experiencia espiritual?

14. ¿Es necesario el hablar en lenguas para ser bautizado por el Espíritu?

15. ¿Es necesario hablar en lenguas para ser lleno por el Espíritu?

16. ¿Por qué es incorrecto que el bautismo del Espíritu de Hechos 2 difiere del bautismo del Espíritu en 1 Corintios 12: 13?

17. Resumir la importancia del bautismo del Espíritu como una obra relacionada con nuestra salvación.

 

 
1. Biblia/De Dios
2. Biblia/Inspirada
3. Biblia/Propósito
4. Biblia/Revelación
5. La Trinidad
6. Dios el Padre
7. Hijo/Preexistente
8. Hijo/Encarnación
9. Hijo/Su Muerte
10. Hijo/Resurrección
11. Hijo/Sacerdocio
12. Hijo/Regreso Por
13. Hijo/Regreso Con
14. E.S./Personalidad
15. E.S./Advenimiento
16. E.S./Regeneración
17. E.S./Su Morada
18. E.S./Su Bautismo
19. E.S./Su Plenitud
20. Dispensaciones
21. Los Pactos
22. Los Ángeles
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24. Satanás/Destino
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