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  12. Dios el Hijo: Su Regreso Por Sus Santos

Teología Sistemática 1 es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado.  

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12. Dios el Hijo: Su Regreso Por Sus Santos por Lewis Sperry Chafer

A. Profecía que aun no se ha cumplido

La doctrina seleccionada para su desarrollo en este capítulo es uno de los temas más importantes de la profecía que todavía no se ha cumplido. El estudiante no debe olvidar que la profecía es la historia escrita de antemano por el Señor, y que ella es, por lo tanto, tan digna de ser creída como lo son otras partes de las Escrituras. Casi una cuarta parte de la Biblia estaba en forma de profecía cuando las sagradas páginas fueron escritas. Mucho de la profecía bíblica se ha cumplido ya, y en cada caso el cumplimiento ha sido la más literal realización de todo lo que se había profetizado. Tal como fue anunciado muchos siglos antes del advenimiento de Cristo, El vino en su humanidad como un hijo de Abraham, descendió de la tribu de Judá y de la casa de David y nació de una virgen en Belén. De igual manera, los detalles explícitos concernientes a su muerte, revelados en el Salmo 22, unos mil años antes de su venida al mundo, se cumplieron con admirable precisión.

Sal. 22:1-31 1           Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?

            2           Dios mío, clamo de día, y no respondes;

Y de noche, y no hay para mí reposo.

            3           Pero tú eres santo,

Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

            4           En ti esperaron nuestros padres;

Esperaron, y tú los libraste.

            5           Clamaron a ti, y fueron librados;

Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.

            6           Mas yo soy gusano, y no hombre;

Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.

            7           Todos los que me ven me escarnecen;

Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:

            8           Se encomendó a Jehová; líbrele él;

Sálvele, puesto que en él se complacía.

            9           Pero tú eres el que me sacó del vientre;

El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.

            10          Sobre ti fui echado desde antes de nacer;

Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

            11          No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;

Porque no hay quien ayude.

            12          Me han rodeado muchos toros;

Fuertes toros de Basán me han cercado.

            13          Abrieron sobre mí su boca

Como león rapaz y rugiente.

            14          He sido derramado como aguas,

Y todos mis huesos se descoyuntaron;

Mi corazón fue como cera,

Derritiéndose en medio de mis entrañas.

            15          Como un tiesto se secó mi vigor,

Y mi lengua se pegó a mi paladar,

Y me has puesto en el polvo de la muerte.

            16          Porque perros me han rodeado;

Me ha cercado cuadrilla de malignos;

Horadaron mis manos y mis pies.

            17          Contar puedo todos mis huesos;

Entre tanto, ellos me miran y me observan.

            18          Repartieron entre sí mis vestidos,

Y sobre mi ropa echaron suertes.

            19          Mas tú, Jehová, no te alejes;

Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.

            20          Libra de la espada mi alma,

Del poder del perro mi vida.

            21          Sálvame de la boca del león,

Y líbrame de los cuernos de los búfalos.

            22          Anunciaré tu nombre a mis hermanos;

En medio de la congregación te alabaré.

            23          Los que teméis a Jehová, alabadle;

Glorificadle, descendencia toda de Jacob,

Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.

            24          Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido,

Ni de él escondió su rostro;

Sino que cuando clamó a él, le oyó.

            25          De ti será mi alabanza en la gran congregación;

Mis votos pagaré delante de los que le temen.

            26          Comerán los humildes, y serán saciados;

Alabarán a Jehová los que le buscan;

Vivirá vuestro corazón para siempre.

            27          Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,

Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.

            28          Porque de Jehová es el reino,

Y él regirá las naciones.

            29          Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;

Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,

Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.

            30          La posteridad le servirá;

Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.

            31          Vendrán, y anunciarán su justicia;

     A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.

La Palabra de Dios contiene mucha profecía que al presente está todavía en espera de cumplirse, y es razonable, así como honroso para Dios, que nosotros creamos que dicha profecía se cumplirá con la misma fidelidad que ha sido la característica de todas las obras y todos los actos de El hasta el día de hoy. La enseñanza de que Cristo volverá a esta tierra tal como El era cuando ascendió a la diestra de Dios «Este mismo Jesús, en su cuerpo de resurrección y en las nubes del cielo» (Hch. 1:11) es tan clara y extensamente presentada en las Escrituras proféticas, que ella ha sido incluida en todos los grandes credos de la cristiandad. Sin embargo, es una doctrina que debemos estudiar cuidadosamente y con espíritu de claro discernimiento.

En consideración con la profecía como se relaciona con la futura venida de Jesucristo, muchos estudiantes bíblicos distinguen la venida de Cristo por su Iglesia, refiriéndose al arrebatamiento (el tomar a los santos hacia el cielo), de su venida con sus santos para establecer su reino (su segunda venida formal a la tierra) para reinar por mil años. Entre estos dos acontecimientos se predicen varios eventos importantes tales como una iglesia mundial, la formación de un gobierno mundial con un dictador, y una gigantesca guerra mundial, la cual tendrá lugar cuando Cristo venga a establecer su reino. La venida de Cristo por su iglesia es el primer acontecimiento en estas series, si se interpretan literalmente las profecías.

Aunque los acontecimientos de los últimos tiempos, que ocurren después del arrebatamiento de la iglesia, son dados en muchas profecías en el Antiguo y Nuevo Testamento, la verdad de que Cristo vendría primero por su iglesia no fue revelada en el Antiguo Testamento y es específicamente una revelación del Nuevo Testamento.

B. Profecías del arrebatamiento

La primera revelación de que Cristo vendría por sus santos antes de que los acontecimientos de los últimos tiempos se cumplieran fue dada a los discípulos en el aposento alto la noche antes de la crucifixión de Cristo. De acuerdo a Juan 14:2-3, Cristo anunció a sus discípulos: «En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.» Los discípulos no estaban de ninguna manera preparados para esta profecía. Habían sido instruidos, de acuerdo a Mateo 24:26-31, con respecto al glorioso retorno de Cristo para establecer su reino.

Mt. 24:26-31 26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. 27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. 28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. 29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. 30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

Hasta este tiempo ellos no habían tenido indicios de que Cristo vendría primero para tomarlos de la tierra al cielo y por este medio quitarles de la tierra durante el tiempo de la tribulación que caracteriza el fin de la era. En Juan 14 está claro que la casa del Padre se refiere al cielo, que Cristo les iba a dejar para prepararles un lugar allí. El promete que, habiendo preparado un lugar, El vendría otra vez para recibirles allí. Esto significa que su propósito es tomarles de la tierra a la casa del Padre en los cielos. El apóstol Pablo amplía luego con amplios detalles este anuncio preliminar.

Escribiendo a los Tesalonicenses con respecto a estas preguntas en cuanto a la relación de la resurrección de los santos y la venida de Cristo por sus santos viviendo en la tierra, Pablo da los detalles de este importante acontecimiento.

1Ts. 4:13-18 13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

El declara en los vs. 16-17: «Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.» El orden de los acontecimientos de la venida de Cristo por sus santos comienza con el dejar su trono en los cielos y descender en el aire sobre la tierra. El dará una exclamación -literalmente «una voz de mando»-. Esto será acompañado por la triunfante voz del arcángel Miguel (Lo que el texto dice es que el Señor hablará con voz de arcángel, no que quien hablará será el arcángel Miguel) y el sonido de la trompeta de Dios. En obediencia al mandamiento de Cristo, los cristianos que han muerto serán levantados de la muerte.

Jn. 5:28-29 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

Las almas de los muertos han acompañado a Cristo desde los cielos, como se indica en 1Ts. 4:14-16 «Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él», y entrarán en sus cuerpos resucitados. Un momento después de que los muertos en Cristo sean levantados, los cristianos que viven serán «arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire».

En esta manera toda la iglesia será sacada del escenario de la tierra y cumplirá la promesa de Juan 14 de estar con Cristo en la casa del Padre en los cielos.

Se dan más detalles de ello en 1 Corintios 15:51-58. Aquí la venida de Cristo por su iglesia se declara como «un misterio», esto es, una verdad no revelada en el Antiguo Testamento pero revelada en el Nuevo Testamento.

1Co. 15:51-58 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57 Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Ro. 16:25-26 25 Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, 26 pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe,

Col. 1:26 26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

 En contraste a la verdad de la venida de Cristo a la tierra para establecer su reino, lo cual está revelado en el Antiguo Testamento, el arrebatamiento está revelado solamente en el Nuevo Testamento. Pablo, en 1 Corintios 15, indica que el acontecimiento tendrá lugar en un momento de tiempo, «en un abrir y cerrar de ojos», que los cuerpos resucitados de los muertos los cuales serán levantados con incorruptibilidad, esto es, no envejecerán y serán inmortales, sin estar sujetos a muerte.

1Co. 15:53 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

En la Escritura está claro que nuestros nuevos cuerpos también serán sin pecado.

Ef. 5:27 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Fil. 3:20-21 20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

Los cuerpos de aquellos en las tumbas, así como aquellos vivos en la tierra, no son aptos para el cielo. Este es el motivo por el cual Pablo declara «todos seremos transformados».

1Co. 15:51 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,

En contraste con la resurrección y al arrebatamiento de la iglesia, la resurrección de los santos que murieron antes de Pentecostés, o que murieron después del arrebatamiento, está aparentemente demorada hasta el tiempo de la venida de Cristo para establecer su reino.

Dn. 12:1-2 1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. 2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

Ap. 20:4 4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

(Estos dos pasajes no hablan de demora alguna. Bien pudiera entenderse que esta resurrección es coincidente con la que se produce antes o durante el arrebatamiento. La Biblia sólo habla de tres tiempos de resurrección: Cristo las primicias, la primera resurrección y la segunda, 1Co. 15.22-26)

1Co. 15.22-26 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. 25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.

Los muertos impíos, sin embargo, no son resucitados hasta después de los mil años de reinado de Cristo.

Ap. 20:5-6 5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

Ap. 20:12-13 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.

C. Contrastes entre Cristo viniendo por sus santos y su venida con sus santos

La teoría de que el arrebatamiento sucede antes del fin de los tiempos se llama teoría pre-tribulación, en contraste con la teoría post-tribulación, la cual hace de la venida de Cristo por sus santos y con sus santos un solo evento. La pregunta de cuál de estas teorías es la correcta depende de cuán literalmente se interprete la profecía.

Pueden verse un número de diferencias entre ambos acontecimientos:

1. La venida de Cristo por sus santos para tomarlos hacia la casa del Padre en los cielos es obviamente un movimiento (desde la tierra al cielo, mientras que su venida con sus santos es un movimiento desde el cielo a la tierra cuando Cristo retorna del Monte de los Olivos y establece su reino.

2. En el arrebatamiento, los santos que viven son arrebatados, mientras que ningún santo es trasladado en conexión con la segunda venida de Cristo a la tierra.

3. En el arrebatamiento, los santos van al cielo, mientras que en la segunda venida los santos quedan en la tierra sin ser arrebatados.

4. En el arrebatamiento, el mundo queda sin cambiar y sin juzgar y continúa en pecado, mientras que en la segunda venida el mundo es juzgado y se establece la justicia en la tierra.

5. El arrebatamiento de la iglesia es una liberación del día de la maldición que sigue, mientras que la segunda venida es una liberación de aquellos que han creído en Cristo durante el tiempo de la tribulación y han sobrevivido.

6. El arrebatamiento siempre se describe como un acontecimiento que es inminente, esto es, que puede ocurrir en cualquier momento, mientras que la segunda venida de Cristo a la tierra es precedida por muchos signos y eventos.

7. El arrebatamiento de los santos es una verdad revelada sólo en el Nuevo Testamento, mientras que la segunda venida de Cristo a la tierra con eventos que le anteceden y siguen es una doctrina prominente en ambos Testamentos.

8. El arrebatamiento se relaciona solamente con aquellos que son salvos, mientras que la segunda venida de Cristo a la tierra trata con ambos, salvos y los que no lo son.

9. En el arrebatamiento Satanás no es atado, sino que está muy activo en el período que sigue, mientras que en la segunda venida Satanás está atado y vuelto inactivo.

10. Como se presenta en el Nuevo Testamento, la profecía no cumplida se da ubicándola entre la iglesia y el tiempo de su arrebatamiento, el cual se presenta como un evento inminente, mientras que deben de cumplirse muchas señales antes de la segunda venida de Cristo para establecer su reino.

11. En cuanto a la resurrección de los santos, en relación a la venida de Cristo para establecer su Reino, en el Antiguo y Nuevo Testamento nunca se menciona el arrebatamiento de los santos vivos al mismo tiempo. Por consiguiente, tal doctrina sería imposible, puesto que los santos que viven necesitan mantener sus cuerpos naturales con el propósito de funcionar en el reino milenial. (Este pasaje sería más claro si dijese: “Durante la segunda venida, los santos que vivan no serán arrebatados pues necesitan sus cuerpos físicos para el reino milenial”)

12. En la serie de acontecimientos que describen la segunda venida de Cristo a la tierra no hay lugar adecuado para un acontecimiento como el arrebatamiento. De acuerdo a Mateo 25:31-46, los creyentes y no creyentes están mezclados todavía en el tiempo de este juicio, el cual viene después de la venida de Cristo a la tierra, y es obvio que no ha tenido lugar ni el arrebatamiento ni la separación de los salvos con respecto a los no salvos en el descenso de Cristo del cielo a la tierra.

Mt. 25:31-46 31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

13. Un estudio de la doctrina de la venida de Cristo para establecer su reino con los acontecimientos que preceden y siguen deja claro que estos acontecimientos no se relacionan a la iglesia sino más bien a Israel y los gentiles creyentes y no creyentes. Esto será explicado en el capítulo siguiente. La verdad de la inminente venida de Cristo por su iglesia es una verdad muy práctica. Los cristianos tesalonicenses fueron instruidos en 1Ts. 1:10 a «esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, que nos libra de la ira venidera». Su esperanza no era la de sobrevivir a través de la tribulación, sino la liberación de la ira de Dios que sería esparcida sobre la tierra.

1Ts. 5:9 9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,

Ap. 6:17 17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?

Como se presenta en el Nuevo Testamento, el arrebatamiento es una esperanza reconfortante, una esperanza purificadora y una expectativa bendita o feliz.

Jn. 14:1-3 1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

1Ts. 4:18 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

1Jn. 3:1-3 1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

Tito. 2:13 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

Mientras que el mundo no verá a Cristo hasta su segunda venida para establecer su reino, los cristianos verán a Cristo en su gloria en el momento del arrebatamiento y será para ellos «la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo» (Tito. 2:13). Para un detallado estudio de la doctrina del arrebatamiento ver The Rapture Question, por Walvoord (Grand Rapids: Zondervan, 1957).

PREGUNTAS

1. ¿Qué proporción de la Biblia era profecía cuando fue escrita?

2. ¿Cuál es el significado del hecho de que muchas profecías han sido ya cumplidas literalmente?

3. ¿Cuál es la diferencia entre la venida de Cristo por sus santos y la venida de Cristo con sus santos?

4. ¿Qué acontecimientos importantes ocurrirán entre ambos eventos?

5. ¿Cuándo anunció Cristo por primera vez el arrebatamiento de la iglesia y que reveló Él acerca de esto?

6. ¿Por qué los discípulos tuvieron dificultad en entender la primera mención del arrebatamiento?

7. Describir el orden de los acontecimientos para la venida de Cristo por sus santos como se dan en 1 Ts. 4:13-18.

8. ¿Por qué Cristo trae con El desde el cielo las almas de los cristianos que han muerto en el momento del arrebatamiento?

9. ¿Por qué la venida de Cristo por su Iglesia se califica como un misterio en 1 Co. 15:51-52?

10. ¿Qué hechos adicionales concernientes al arrebatamiento son sacados a luz en 1 Co. 15:51-58?

11. ¿Qué clase de cuerpos recibirán aquellos arrebatados o levantados de la muerte?

12. Si los santos del Antiguo Testamento no serán resucitados en el arrebatamiento, ¿cuándo lo serán?

13. ¿Cuándo serán levantados los impíos?

14. En vista de la enseñanza de la Escritura sobre el tema del arrebatamiento y la resurrección, ¿por qué la teoría de que toda la gente que será resucitada al mismo tiempo debe ser rechazada?

15. Nombrar alguno de los contrastes importantes entre el arrebatamiento de la Iglesia y la segunda venida de Cristo a la tierra para establecer su reino.

16. A la luz de estos contrastes, ¿qué argumentos pueden presentarse a favor del arrebatamiento pre-tribulación, opuesto al arrebatamiento post-tribulación?

17. ¿Qué aplicación práctica se hace en la Escritura de la verdad del arrebatamiento en cuanto a nuestras vidas?

 
1. Biblia/De Dios
2. Biblia/Inspirada
3. Biblia/Propósito
4. Biblia/Revelación
5. La Trinidad
6. Dios el Padre
7. Hijo/Preexistente
8. Hijo/Encarnación
9. Hijo/Su Muerte
10. Hijo/Resurrección
11. Hijo/Sacerdocio
12. Hijo/Regreso Por
13. Hijo/Regreso Con
14. E.S./Personalidad
15. E.S./Advenimiento
16. E.S./Regeneración
17. E.S./Su Morada
18. E.S./Su Bautismo
19. E.S./Su Plenitud
20. Dispensaciones
21. Los Pactos
22. Los Ángeles
23. Satanás/Poder
24. Satanás/Destino
25. Hombre/Creación
26. Hombre/Su Caída
 

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