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17. Dios el Espíritu Santo: Su Morada y
Sellamiento Teología Sistemática 1 es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado. 17. Dios el Espíritu Santo: Su Morada y Sellamiento por Lewis Sperry Chafer
A.
Una nueva característica de la edad presente. Aunque
el Espíritu de Dios estaba con los hombres en el Antiguo Testamento
y era la fuente de sus nuevas vidas y los significados de la
victoria espiritual, no hay evidencia de que todos los creyentes en
el Antiguo Testamento tenían al Espíritu morando en ellos. Esto se
explica por el silencio en el Antiguo Testamento sobre esta doctrina
y por la enseñanza expresa de Jesucristo, cuando contrasta la
situación del Antiguo Testamento con la edad presente en las
palabras «porque mora con
vosotros, y estará en vosotros» (Jn. 14:17). El creyente como
morada del Espíritu es una característica de la edad presente que
se repetirá en el reino milenial, pero que no se encuentra en otro
período. B.
La morada universal del Espíritu Santo en los creyentes. Aunque
los cristianos pueden variar grandemente en poder espiritual y en la
manifestación de frutos del Espíritu, Hch. 8:14-17 14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén
oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá
a Pedro y a Juan; 15 los cuales, habiendo venido, oraron
por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; 16 porque
aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente
habían sido bautizados en el nombre de Jesús. 17 Entonces
les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. Hch. 19:1-6 1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en
Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a
Efeso, y hallando a ciertos discípulos, 2 les dijo: ¿Recibisteis
el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni
siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. 3 Entonces
dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el
bautismo de Juan. 4 Dijo Pablo: Juan bautizó con
bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en
aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor
Jesús. 6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino
sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y
profetizaban. El
hecho de su morada está mencionado en tantos pasajes en Jn. 7:37-39 37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se
puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí
y beba. 38 El que cree en mí, como dice Hch. 11:17 17 Si Dios, pues, les concedió también el mismo don
que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién
era yo que pudiese estorbar a Dios?
Ro. 5:5 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios
ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que
nos fue dado. Ro. 8:9, 11 9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según
el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si
alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 11 Y
si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora
en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús
vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que
mora en vosotros. 1Co. 2:12 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo,
sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios
nos ha concedido, 1Co. 6:19-20 19¿O
ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual
está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues,
a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de
Dios. 1Co. 12:13 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados
en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a
todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. (El último pasaje, 1Co. 12.13 no habla sobre la morada del Espíritu en
nuestra vida, sino la morada de nuestra vida en 2Co. 5:5 5
Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien
nos ha dado las arras del Espíritu. Ga. 3:2 2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el
Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? Ga. 4:6 6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros
corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
1Jn. 3:24 24 Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios,
y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por
el Espíritu que nos ha dado. 1Jn. 4:13 13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en
nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. Estos
pasajes dejan en claro que antes del día de Pentecostés la
dispensación del Antiguo Testamento, en la cual solamente algunos
tenían ese privilegio, estaba en vigencia. Pero, después de
Pentecostés la obra normal del Espíritu ha sido el morar en cada
cristiano. Romanos
8:9 sostiene la morada universal del Espíritu declarando que, en la
era presente, «si alguno no
tiene el Espíritu de Cristo, no es de El». De igual manera, en
Judas Jud. 19 19 Estos son los que causan divisiones; los sensuales,
que no tienen al Espíritu.
Aun los
cristianos que están viviendo fuera de la voluntad de Dios y están
sujetos al castigo de Dios, sin embargo tienen cuerpos, los cuales
son los templos del Espíritu Santo. Pablo usa este argumento en 1
Corintios para exhortar a los corintios carnales a que eviten los
pecados contra Dios, porque sus cuerpos son hechos santos por la
presencia del Espíritu Santo. 1Co. 6:19 19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no
sois vuestros? Se
declara repetidamente que el Espíritu Santo es un don de Dios, y un
don, por su naturaleza, es algo sin mérito de parte del que lo
recibe. Jn. 7:37-39 37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se
puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí
y beba. 38 El que cree en mí, como dice Hch. 11:17 17 Si Dios, pues, les concedió también el mismo don
que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién
era yo que pudiese estorbar a Dios? Ro. 5:5
5
y
la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue
dado. 1Co. 2:12 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo,
sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios
nos ha concedido, 2Co. 5:5 5 Más el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien
nos ha dado las arras del Espíritu. De
igual manera, el alto nivel de vida que se requiere de los
cristianos que quieren caminar con el Señor presupone la presencia
interna del Espíritu Santo para proveer la capacitación divina
necesaria. Así como los reyes y sacerdotes eran ungidos y puestos
aparte para sus tareas sagradas, de igual forma el cristiano es
ungido por el Espíritu Santo en el momento de la salvación, y por
la presencia interna del Espíritu Santo es puesto aparte para su
nueva vida en Cristo. 2Co. 1:21 21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el
que nos ungió, es Dios, 1Jn. 2:20, 27 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis
todas las cosas. 27 Pero la unción que vosotros
recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de
que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas
las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado,
permaneced en él. El
ungimiento es universal, ocurre en el momento de la salvación, y
doctrinalmente es lo mismo que el morar del Espíritu. La enseñanza
de que uno es ungido en forma subsiguiente a la salvación y que es
una segunda obra de gracia, o que sólo es posible cuando se está
lleno del Espíritu Santo, no es la enseñanza de C.
Problemas en la doctrina del morar del Espíritu. El
hecho de que cada creyente es morada del Espíritu ha sido a veces
desafiado sobre la base de pasajes problemáticos. De acuerdo a tres
pasajes en el Antiguo Testamento y los evangelios, algunos han creído
que uno que posea el Espíritu puede perderlo. 1S. 16:14 14 El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le
atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová. Sal.
51:11 11
No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu. Lc. 11:13 13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas
a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se lo pidan? La
oración de David (Sal. 51:11) para que no le fuera quitado el Espíritu
de Dios, como fue la experiencia de Saúl (1S. 16:14), está basada
en la vigencia del Antiguo Testamento. Entonces no era normal que
todos le tuvieran consigo morando, y, de acuerdo a ello, lo que les
había sido dado en forma soberana, de la misma manera podría serle
quitado. Tres
pasajes en los Hechos parecen también implicar un problema en la
morada universal del Espíritu. En Hechos 5:32 se describe al Espíritu
Santo como Uno «el cual ha dado Dios a los que le obedecen». Hch. 5:32 32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y
también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le
obedecen. Sin
embargo, la obediencia, aquí, es la obediencia al Evangelio, puesto
que Hch. 8:17 17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu
Santo.
La
situación en Hechos 19:1-6 parece referirse a aquellos quienes habían
creído en Juan el Bautista, pero que nunca habían creído en
Cristo. Hch. 19:1-6 1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en
Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a
Efeso, y hallando a ciertos discípulos, 2 les dijo: ¿Recibisteis
el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni
siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. 3 Entonces
dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el
bautismo de Juan. 4 Dijo Pablo: Juan bautizó con
bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en
aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor
Jesús. 6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino
sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y
profetizaban. 7 Eran por todos unos doce hombres. Ellos
recibieron el Espíritu cuando Pablo impuso sus manos sobre ellos,
pero otra vez ésta es más bien una situación anormal que normal y
no se ha vuelto a repetir. El ungimiento en 1Jn. 2:20 (referido como
«unción») y en 1Jn.
2:27, si se interpreta correctamente, se relaciona al acto inicial
de morar, más que a una obra subsiguiente del Espíritu. 1Jn. 2:20 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis
todas las cosas.
1Jn. 2:27 27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él
permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe;
así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es
verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced
en él. En cada
ocasión de ungimiento en el Nuevo Testamento, ya sea que se refiera
al período antes o después de Pentecostés, el ungimiento del Espíritu
es un acto inicial. Lc.
4:18-19 18 El
Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
19
A predicar el año agradable del Señor.
Hch. 4:27 27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad
contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio
Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, Hch. 10:38 38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder
a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando
a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. 2Co. 1:21
21
Y
el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es
Dios, 1Jn. 2:20, 27 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis
todas las cosas. 27 Pero la unción que vosotros
recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de
que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas
las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado,
permaneced en él. Así
las dificultades en esta doctrina desaparecen con un estudio
cuidadoso de los pasajes en los cuales se plantean los problemas. D.
El morar del Espíritu en contraste con otros ministerios. Dado
que algunas obras del Espíritu acontecen simultáneamente en el
creyente en el momento de su nuevo nacimiento, debe hacerse una
cuidadosa distinción entre estas obras del Espíritu. Por
consiguiente, el morar del Espíritu
no es lo mismo que la regeneración del Espíritu,
aunque acontecen al mismo tiempo. De igual manera, la regeneración
y el morar del Espíritu Santo no son lo mismo que el bautismo del
Espíritu, el cual será tratado próximamente. El
morar del Espíritu no es lo mismo que la plenitud del Espíritu,
puesto que todos los cristianos son morada del Espíritu pero no
todos están llenos del Espíritu. Además, el morar del Espíritu
sucede una vez y para siempre, mientras que la plenitud del Espíritu
puede ocurrir muchas veces en la experiencia cristiana. El morar del
Espíritu es, sin embargo, lo mismo que la unción del Espíritu y
el sellamiento del Espíritu. El
hecho del morar del Espíritu o de su unción es un rasgo característico
de esta era. Jn. 14:17 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis,
porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Ro. 7:6 6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto
para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el
régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra. Ro. 8:9 9 Más vosotros no vivís según la carne, sino según
el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si
alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 1Co. 6: 19-20 19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no
sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por
precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu,
los cuales son de Dios. 2Co. 1:21 21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el
que nos ungió, es Dios, 2Co. 3:6 6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un
nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra
mata, mas el espíritu vivifica. 1Jn. 2:20, 27 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis
todas las cosas. 27 Pero la unción que vosotros
recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de
que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas
las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado,
permaneced en él. Por
medio del morar del Espíritu el individuo es santificado o apartado
para Dios. En el Antiguo Testamento el aceite de la unción tipifica
a la unción presente por medio del Espíritu, siendo el aceite uno
de los siete símbolos del Espíritu. 1. Cualquier cosa tocada con
el aceite de la unción era, por lo tanto, santificada. Ex. 40:9-15 9 Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el
tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con
todos sus utensilios, y será santo. 10 Ungirás también
el altar del holocausto y todos sus utensilios; y santificarás el
altar, y será un altar santísimo. 11 Asimismo ungirás
la fuente y su base, y la santificarás. 12 Y llevarás a
Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los
lavarás con agua. 13 Y harás vestir a Aarón las
vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea
mi sacerdote. 14 Después harás que se acerquen sus
hijos, y les vestirás las túnicas; 15 y los ungirás,
como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les
servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones. De
igual manera, el Espíritu ahora santifica. Ro. 15:16 16 para ser ministro de Jesucristo a los gentiles,
ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean
ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo. 1Co. 6:11 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya
habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre
del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 2Ts. 2:13 13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios
respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os
haya escogido desde el principio para salvación, mediante la
santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 1P. 1:2
2
elegidos
según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu,
para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y
paz os sean multiplicadas. 2. El profeta era
santificado con aceite, de igual forma Cristo era un profeta por el
Espíritu, y el creyente es un testigo por el Espíritu. 1R. 9:16 16 Faraón el rey de Egipto había subido y tomado a
Gezer, y la quemó, y dio muerte a los cananeos que habitaban la
ciudad, y la dio en dote a su hija la mujer de Salomón. Is. 61:1 1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí,
porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a
los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar
libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; Lc.
4:18 18
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos; Hch. 1:8 8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 3. El sacerdote era
santificado con aceite. Ex. 40:15 15 y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis
sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por
sus generaciones. Igualmente
lo fue Cristo en su sacrificio por medio del Espíritu. He. 9:14 14¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante
el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,
limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al
Dios vivo? Y el
creyente por medio del Espíritu. Ro. 8:26 26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos,
pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles. Ro. 12:1 1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de
Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Ef. 5:18-20 18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución;
antes bien sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre
vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y
alabando al Señor en vuestros corazones; 20 dando
siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo. 4. El rey era santificado
con aceite. 1S. 16:12-13 12 Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio,
hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate
y úngelo, porque éste es. 13 Y Samuel tomó el cuerno
del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día
en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó
luego Samuel, y se volvió a Ramá. De la
misma manera lo fue Cristo por medio del Espíritu, y el creyente
está llamado a reinar por medio del Espíritu. Sal.
45:7
7
Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros. 5. El aceite de la unción
era para sanidades, sugiriendo la sanidad del alma en la salvación
por el Espíritu. Lc. 10:34 34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles
aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón,
y cuidó de él. 6. El aceite hace que la
cara brille, lo cual era el aceite del gozo. Sal.
45:7 7
Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Y se
requería el aceite fresco. Sal.
92:10
10 Pero tú
aumentarás mis fuerzas como las del búfalo;
Seré ungido con aceite fresco. El
fruto del Espíritu es gozo. Ga. 5:22-23 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley. 7. En el mobiliario para el
tabernáculo se especifica el aceite para las lámparas. Ex. 25:6 6 aceite para el alumbrado, especias para el aceite de
la unción y para el incienso aromático, El
aceite sugiere el Espíritu, el pabilo al creyente como un canal, y
la luz el brillo visible de Cristo. El pabilo debe descansar en el
aceite; así el creyente debe caminar en el Espíritu. Ga. 5:16 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis
los deseos de la carne. El
pabilo debe estar libre de obstrucción: así el creyente no debe
resistir el Espíritu. 1Ts. 5:19 19 No apaguéis al Espíritu. El
pabilo debe estar arreglado; así el creyente debe ser limpiado por
la confesión del pecado. 1Jn.
1:9 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. El
aceite de la santa unción estaba compuesto por cuatro especias añadidas
al aceite como base. Ex. 30:22-25 22 Habló más Jehová a Moisés, diciendo: 23 Tomarás
especias finas: de mirra excelente quinientos siclos, y de canela
aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta, de cálamo aromático
doscientos cincuenta, 24 de casia quinientos, según el
siclo del santuario, y de aceite de olivas un hin. 25 Y
harás de ello el aceite de la santa unción; superior ungüento,
según el arte del perfumador, será el aceite de la unción santa. Estas
especias representan virtudes peculiares que se encuentran en Cristo.
Así, este compuesto simboliza al Espíritu tomando la misma vida y
carácter de Cristo y aplicándola al creyente. Este aceite en
ninguna manera podía ser aplicado a la carne humana. Jn. 3:6
6
Lo
que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es. Ga. 5:17 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y
el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí,
para que no hagáis lo que quisiereis. No podía
ser imitado, lo cual indica que Dios no puede aceptar nada sino la
manifestación de la vida, la cual es Cristo. Fil. 1:21 21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es
ganancia. Cada
artículo del mobiliario en el tabernáculo debía de ser ungido y,
por consiguiente, apartado para Dios, lo que sugiere que la dedicación
del creyente debe ser completa. Ro. 12:1-2 1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de
Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación
de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta. E.
El sellamiento del Espíritu. El
morar del Espíritu Santo se representa como el sello de Dios en
tres pasajes en el Nuevo Testamento. 2Co. 1:22 22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las
arras del Espíritu en nuestros corazones. Ef. 1:13 13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra
de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en
él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, Ef. 4:30 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el
cual fuisteis sellados para el día de la redención. En cada
consideración importante el sellamiento del Espíritu es
enteramente una obra de Dios. A los cristianos nunca se les exhorta
a buscar el sellamiento del Espíritu, puesto que cada cristiano ya
ha sido sellado. El sellamiento del Espíritu Santo, por lo tanto,
es tan universal como la morada del Espíritu Santo y ocurre en el
momento de la salvación. Efesios
1:13 dice: «Habiendo creído
en El, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.»
En otras palabras, el creer y el recibir ocurren al mismo tiempo. No
es, por lo tanto, ni un trabajo subsiguiente de la gracia ni una
recompensa por la espiritualidad. Los cristianos efesios fueron
exhortados: «Y no contristéis
al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día
de la redención» (Ef. 4:30). Aun cuando ellos pecaran y
contristaran al Espíritu, sin embargo estaban sellados para el día
de la redención, esto es, hasta el día de la resurrección o
transformación, cuando recibieran nuevos cuerpos y ya no pecaran más.
Como el
morar del Espíritu, el sellamiento del Espíritu no es una
experiencia, sino un hecho para ser aceptado por la fe. El
sellamiento del Espíritu es una parte tremendamente significativa
de la salvación del cristiano e indica su seguridad, y que es
propiedad de Dios. En adición a lo anterior, es el símbolo de una
transacción terminada. El cristiano está sellado hasta el día de
la redención de su cuerpo y su presentación en gloria. Tomado como
un todo, la doctrina de la presencia moradora del Espíritu Santo
como nuestro sello trae gran seguridad y confortamiento al corazón
de cada creyente que entienda esta gran verdad. PREGUNTAS. 1. ¿Qué evidencias
sostienen la conclusión de que el morar del Espíritu en cada
creyente es una característica distintiva de la edad presente? 2. ¿Qué pasajes
importantes en el Nuevo Testamento enseñan en forma incuestionable
la morada universal del Espíritu Santo en los creyentes? 3. ¿Por qué la morada del
Espíritu Santo es necesaria para el alto nivel de vida espiritual
del creyente? 4. ¿Cómo puede definirse
la unción del Espíritu? 5. ¿Qué problemas en la
doctrina del morar del Espíritu se levantan por medio de tales
pasajes como 1 Samuel 16:14; Salmo 51:11; Lucas 11:13? 6. ¿Cuál es la explicación
de Hechos 5:32 en relación a la morada universal del Espíritu? 7. ¿Por qué el dar del Espíritu
Santo fue demorado de acuerdo a Hechos 8:17? 8. ¿Cómo puede ser
explicado el problema de Hechos 19:1-6 en relación a la morada
universal del Espíritu? 9. ¿Cómo puede
contrastarse el morar del Espíritu Santo con la regeneración? 10. ¿Cómo puede
contrastarse el morar del Espíritu Santo con el bautismo del Espíritu? 11. ¿Cómo puede
contrastarse el morar del Espíritu con la plenitud del Espíritu
Santo? 12. ¿Cómo el aceite de la
unción usado en el Antiguo Testamento tipifica la obra del Espíritu
Santo? 13. ¿Cuál es el significado
de las cuatro especias añadidas al aceite santo de la unción en el
Antiguo Testamento? 14. ¿Cuál es la relación
entre el morar y el sellar del Espíritu? 15. Explicar el verdadero
significado de Efesios 1:13. 16. ¿Cómo se relaciona el
sellamiento del Espíritu con la experiencia espiritual? 17. ¿Cómo se relaciona el sellamiento del Espíritu con la seguridad eterna
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