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13. Dios el Hijo: Su Regreso Con Sus Santos Teología Sistemática 1 es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado. 13. Dios el Hijo: Su Regreso Con Sus Santos por Lewis Sperry Chafer
Puesto
que el tema de este capítulo se confunde tan comúnmente con la
venida de Cristo por
sus santos, es importante que los dos acontecimientos sean
estudiados juntos con el propósito de que puedan ser vistos los
contrastes que aparecen en casi cada punto. A.
Acontecimientos importantes que preceden a la segunda
venida de Cristo. Como
será discutido más tarde en conexión con las profecías de los últimos
tiempos, el periodo entre el arrebatamiento de la iglesia y la
segunda venida de Cristo para establecer su reino se dividen en tres
períodos bien definidos. 1.
Seguirá al arrebatamiento un período de preparación en el cual
diez naciones entrarán a formar una confederación en un
resurgimiento del antiguo imperio romano. 2.
Sobrevendrá un periodo de paz traído por un dictador en el área
del Mediterráneo, comenzando can un pacto con Israel planeado para
siete años. Dn. 9:27 27
Y por otra semana
confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar
el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las
abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación,
y lo que está determinado se derrame sobre el desolador. 3.
Sobrevendrá un tiempo de persecución para Israel y todos los
creyentes en Cristo cuando el dictador rompa su pacto después de
los tres años y medio. Al mismo tiempo él se convierte en
el dictador mundial, quita todas las religiones del mundo en favor
de la adoración de sí mismo, y toma control de todos los negocios
en el mundo de manera que ninguno puede comprar o vender sin su
permiso. Este período de tres años y medio se llama la gran
tribulación. Dn. 12:1 1
En aquel tiempo se
levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos
de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que
hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu
pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.
Mt. 24:21 21
porque habrá entonces
gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo
hasta ahora, ni la habrá. Ap. 7:14 14
Yo le dije: Señor, tú lo
sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran
tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la
sangre del Cordero.
En este
período Dios derramará sus grandes juicios. Ap. 6:1 1
Vi cuando el Cordero abrió
uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir
como con voz de trueno: Ven y mira.
Ap. 18:24 24
Y en ella se halló la
sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido
muertos en la tierra. La gran
tribulación culminará en una gran guerra mundial. Ap. 16:14-16 14
pues son espíritus de
demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo
el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios
Todopoderoso. 15 He aquí, yo vengo como ladrón.
Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande
desnudo, y vean su vergüenza. 16 Y los reunió en el
lugar que en hebreo se llama Armagedón. En el
momento culminante de esta guerra, Cristo volverá para liberar a
los santos, los cuales aún no han sido martirizados, para traer
juicio sobre la tierra y para traer su reino de justicia. De los
muchos pasajes que describen este período, es evidente que estos
grandes movimientos de conmoción deben preceder la segunda venida
de Cristo, y sería imposible contemplar la segunda venida a la
tierra como inminente en vista de que estos acontecimientos aún no
han tenido lugar. B.
Factores vitales relacionados a la segunda venida 1.
Zac. 14:4 4
Y se afirmarán sus pies
en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de
Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en
medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy
grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra
mitad hacia el sur. Mt. 25:31 31
Cuando el Hijo del Hombre
venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se
sentará en su trono de gloria, Ap. 19:11-16 11
Entonces vi el cielo
abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se
llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. 12 Sus
ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas;
y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.
13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre
es: EL VERBO DE DIOS. 14 Y los ejércitos celestiales,
vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos
blancos. 15 De su boca sale una espada aguda, para herir
con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él
pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Mt. 24:30 30
Entonces aparecerá la señal
del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las
tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las
nubes del cielo, con poder y gran gloria. Hch. 1:11 11
los cuales también les
dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este
mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá
como le habéis visto ir al cielo. Ap. 1:7 7
He aquí que viene con las
nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. 2.
De acuerdo a la revelación dada por Cristo mismo registrada en
Mateo 24:26-29, su gloriosa aparición será como un relámpago
brillando de este a oeste. En los días que preceden, descritos como
«la tribulación de aquellos
días», habrá conmoción en el cielo, el sol se oscurecerá,
la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los
mismos cielos serán conmovidos. Mt.
24:26-29 26
Así que, si os dijeren:
Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los
aposentos, no lo creáis. 27 Porque como el relámpago
que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será
también la venida del Hijo del Hombre. 28 Porque
dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las
águilas. 29 E inmediatamente después de la tribulación
de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su
resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de
los cielos serán conmovidas. En
Apocalipsis se dan más detalles. Ap. 6:12-17 12
Miré cuando abrió el
sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso
negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre;
13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la
higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla;
y todo monte y toda isla se removió de su lugar. 15 Y
los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los
poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas
y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los
montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro
de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;
17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá
sostenerse en pie? Ap.
16:1-21 1
Oí una gran voz que decía
desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra
las siete copas de la ira de Dios. 2 Fue el
primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera
maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la
bestia, y que adoraban su imagen. 3 El segundo ángel
derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como
de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar. 4 El
tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes
de las aguas, y se convirtieron en sangre. 5 Y oí al ángel
de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y
que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. 6 Por
cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también
tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen. 7 También
oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios
Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos. 8 El
cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar
a los hombres con fuego. 9 Y los hombres se quemaron con
el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder
sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. 10
El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia;
y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas,
11 y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y
por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras. 12 El
sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua
de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los
reyes del oriente. 13 Y vi salir de la boca del dragón,
y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus
inmundos a manera de ranas; 14 pues son espíritus de
demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo
el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios
Todopoderoso. 15 He aquí, yo vengo como ladrón.
Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande
desnudo, y vean su vergüenza. 16 Y los reunió en el
lugar que en hebreo se llama Armagedón. 17 El séptimo
ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del
templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. 18 Entonces
hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un
terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres
han estado sobre la tierra. 19 Y la gran ciudad fue
dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y
la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz
del vino del ardor de su ira. 20 Y toda isla huyó, y los
montes no fueron hallados. 21 Y cayó del cielo sobre los
hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres
blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga
fue sobremanera grande. El
retorno de Cristo será visto por todos en la tierra. «Y
entonces lamentarán todas las tribus de la tierra», porque la
gran mayoría de ellos son incrédulos que están esperando juicio. Mt. 24:30 30
Entonces aparecerá la señal
del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las
tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las
nubes del cielo, con poder y gran gloria. Ap. 1:7 7
He aquí que viene con las
nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. 3.
En
su segunda venida a la tierra, Cristo es acompañado por santos y ángeles
en dramática procesión. Esto se describe en detalle en Apocalipsis
19:11-16. Aquí Juan escribe: «Entonces
vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo
montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas
diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él
mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es:
EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo,
blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale
una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y El las regirá
con vara de hierro; y El pisa el lagar del vino del furor y de la
ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene
escrito este nombre: «REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.» El
hecho de que ésta es una procesión en la cual Cristo es acompañado
por todos los santos y ángeles santos indica que es gradual y puede
llevar varias horas. Durante este período la tierra rotará,
permitiendo al mundo entero ver tal evento. La segunda venida
culminará en el Monte de los Olivos, el mismo lugar desde el cual
Cristo ascendió a los cielos. En el momento que sus pies toquen el
Monte de los Olivos, se partirá en dos y formará un gran valle
extendiéndose desde Jerusalén en el este hasta el valle del Jordán. Zac. 14:1-4 1
He aquí, el día de Jehová
viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. 2 Porque
yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y
la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las
mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto
del pueblo no será cortado de la ciudad. 3 Después
saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el
día de la batalla. 4 Y se afirmarán sus pies en aquel día
sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al
oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el
oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la
mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia
el sur. Hch.
1:9-12 9
Y habiendo dicho estas
cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le
ocultó de sus ojos. 10 Y estando ellos con los ojos
puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se
pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11 los
cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis
mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros
al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. 12
Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama
del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de
reposo. 4.
En
su venida, Cristo juzgará primeramente a los ejércitos del mundo
desplegados en la batalla. Ap.
19:15-21 15
De su boca sale una espada
aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con
vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira
del Dios Todopoderoso. 16 Y en su vestidura y en su muslo
tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. 17
Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran
voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid,
y congregaos a la gran cena de Dios, 18 para que comáis
carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de
caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos,
pequeños y grandes. 19 Y vi a la bestia, a los reyes de
la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que
montaba el caballo, y contra su ejército. 20 Y la bestia
fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante
de ella las señales con las cuales había engañado a los que
recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos
dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con
azufre. 21 Y los demás fueron muertos con la espada que
salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se
saciaron de las carnes de ellos. Al
establecer El su reino, congregará a Israel y les juzgará en
cuanto a su dignidad para entrar en el reino milenial. Ez.
20:3-38 3
Hijo de hombre, habla a
los ancianos de Israel, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿A
consultarme venís vosotros? Vivo yo, que no os responderé, dice
Jehová el Señor. 4¿Quieres tú juzgarlos? ¿Los
quieres juzgar tú, hijo de hombre? Hazles conocer las abominaciones
de sus padres, 5 y diles: Así ha dicho Jehová el Señor:
El día que escogí a Israel, y que alcé mi mano para jurar a la
descendencia de la casa de Jacob, cuando me di a conocer a ellos en
la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano y les juré diciendo: Yo
soy Jehová vuestro Dios; 6 aquel día que les alcé mi
mano, jurando así que los sacaría de la tierra de Egipto a la
tierra que les había provisto, que fluye leche y miel, la cual es
la más hermosa de todas las tierras; 7 entonces les dije:
Cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no
os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro
Dios. 8 Más ellos se rebelaron contra mí, y no
quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones de
delante de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que
derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en
medio de la tierra de Egipto. 9 Con todo, a causa de mi
nombre, para que no se infamase ante los ojos de las naciones en
medio de las cuales estaban, en cuyos ojos fui conocido, actué para
sacarlos de la tierra de Egipto. 10 Los saqué de la
tierra de Egipto, y los traje al desierto, 11 y les di
mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el
hombre que los cumpliere vivirá. 12 Y les di también
mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos,
para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico. 13 Mas
se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto; no
anduvieron en mis estatutos, y desecharon mis decretos, por los
cuales el hombre que los cumpliere, vivirá; y mis días de reposo
profanaron en gran manera; dije, por tanto, que derramaría sobre
ellos mi ira en el desierto para exterminarlos. 14 Pero
actué a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de
las naciones ante cuyos ojos los había sacado. 15 También
yo les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los traería a
la tierra que les había dado, que fluye leche y miel, la cual es la
más hermosa de todas las tierras; 16 porque desecharon
mis decretos, y no anduvieron en mis estatutos, y mis días de
reposo profanaron, porque tras sus ídolos iba su corazón. 17 Con
todo, los perdonó mi ojo, pues no los maté, ni los exterminé en
el desierto; 18 antes dije en el desierto a sus hijos: No
andéis en los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus leyes,
ni os contaminéis con sus ídolos. 19 Yo soy Jehová
vuestro Dios; andad en mis estatutos, y guardad mis preceptos, y
ponedlos por obra; 20 y santificad mis días de reposo, y
sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy
Jehová vuestro Dios. 21 Mas los hijos se rebelaron
contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis
decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los
cumpliere vivirá; profanaron mis días de reposo. Dije entonces que
derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el
desierto. 22 Más retraje mi mano a causa de mi nombre,
para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos
los había sacado. 23 También les alcé yo mi mano en el
desierto, jurando que los esparciría entre las naciones, y que los
dispersaría por las tierras, 24 porque no pusieron por
obra mis decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron
mis días de reposo, y tras los ídolos de sus padres se les fueron
los ojos. 25 Por eso yo también les di estatutos que no
eran buenos, y decretos por los cuales no podrían vivir. 26 Y
los contaminé en sus ofrendas cuando hacían pasar por el fuego a
todo primogénito, para desolarlos y hacerles saber que yo soy Jehová.
27 Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y
diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Aun en esto me afrentaron
vuestros padres cuando cometieron rebelión contra mí. 28 Porque
yo los traje a la tierra sobre la cual había alzado mi mano jurando
que había de dársela, y miraron a todo collado alto y a todo árbol
frondoso, y allí sacrificaron sus víctimas, y allí presentaron
ofrendas que me irritan, allí pusieron también su incienso
agradable, y allí derramaron sus libaciones. 29 Y yo les
dije: ¿Qué es ese lugar alto adonde vosotros vais? Y fue llamado
su nombre Bama hasta el día de hoy. 30 Di, pues, a la
casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No os contamináis
vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus
abominaciones? 31 Porque ofreciendo vuestras ofrendas,
haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado
con todos vuestros ídolos hasta hoy; ¿y he de responderos yo, casa
de Israel? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no os responderé. 32
Y no ha de ser lo que habéis pensado. Porque vosotros decís:
Seamos como las naciones, como las demás familias de la tierra, que
sirven al palo y a la piedra. 33 Vivo yo, dice Jehová el
Señor, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he
de reinar sobre vosotros; 34 y os sacaré de entre los
pueblos, y os reuniré de las tierras en que estáis esparcidos, con
mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado; 35 y os
traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con vosotros
cara a cara. 36 Como litigué con vuestros padres en el
desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice
Jehová el Señor. 37 Os haré pasar bajo la vara, y os
haré entrar en los vínculos del pacto; 38 y apartaré
de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí;
de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de
Israel no entrarán; y sabréis que yo soy Jehová. En una
forma similar El reunirá a los gentiles o «las
naciones» y las juzgará. Mt. 25:31-46 31
Cuando el Hijo del Hombre
venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se
sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas
delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros,
como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y
pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos
de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis
de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me
recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo,
y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces
los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
38¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y
te cubrimos? 39¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel,
y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De
cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 41 Entonces
dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque
tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de
beber; 43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve
desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me
visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero,
desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces
les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo
hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida
eterna. El les
traerá entonces en su reino de justicia y paz sobre la tierra, con
Satanás atado y toda rebelión abierta juzgada. Más amplios
detalles se darán en los últimos capítulos. C.
La segunda venida contrastada con el arrebatamiento. Como
vimos en el capítulo anterior, existen muchos contrastes entre la
venida de Cristo por sus santos y su venida con sus santos. Los dos
acontecimientos -la venida de Cristo por sus
santos y su venida con
sus
santos- pueden distinguirse así (para abreviar, el primer
acontecimiento será indicado Por:
y el segundo acontecimiento Con:) Por:
«Nuestra reunión con él» Con: «La
venida de nuestro Señor Jesucristo» 2Ts. 2:1 1
Pero con respecto a la
venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os
rogamos, hermanos,
Por:
El
viene como «la estrella de la
mañana» Ap. 2:28 28
y le daré la estrella de
la mañana.
Ap. 22:16 16
Yo Jesús he enviado mi ángel
para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz
y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. 2P. 1:19 19
Tenemos también la
palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar
atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que
el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros
corazones; Con: Como «el Sol de Justicia» Mal. 4:2 2
Mas a vosotros los que teméis
mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación;
y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
Por:
«El
día de nuestro Señor Jesucristo» 1Co. 1:8 8
el cual también os
confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día
de nuestro Señor Jesucristo. 2Co. 1:14 14
como también en parte habéis
entendido que somos vuestra gloria, así como también vosotros la
nuestra, para el día del Señor Jesús. Fil. 1:6, 10 6
estando persuadido de esto,
que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará
hasta el día de Jesucristo; 10 para que aprobéis lo
mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de
Cristo,
Fil. 2:16 16
asidos
de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda
gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. Con: El
«Día del Señor» 2P. 3:10 10
Pero el día del Señor
vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con
grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la
tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Por:
Un
acontecimiento sin señales. Con: Deben
atenderse las señales de su proximidad. 1Ts. 5:4 4
Mas vosotros, hermanos, no
estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.
He. 10:25 25
no dejando de congregarnos,
como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más,
cuanto veis que aquel día se acerca. Por:
Un
acontecimiento repentino, en cualquier momento. Con: Cumplimiento
de la profecía que le precede. 2Ts. 2:2-3 2
que no os dejéis mover fácilmente
de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni
por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de
que el día del Señor está cerca. 3 Nadie os engañe en
ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía,
y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, Por:
No
hay referencia a la maldad. Con: La
maldad terminada, Satanás juzgado, el Hombre de Pecado destruido. 2Ts. 2:8 8
Y entonces se manifestará
aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca,
y destruirá con el resplandor de su venida; Ap. 19:20 20
Y la bestia fue apresada,
y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales
con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la
bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos
dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Ap.
20:1-4 1
Vi a un ángel que descendía
del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.
2 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el
diablo y Satanás, y lo ató por mil años; 3 y lo arrojó
al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no
engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años;
y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. 4
Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron
facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del
testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían
adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en
sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Por:
Israel
sin cambios. Con: Todos
sus pactos cumplidos. Jer.
23:5-8 5
He aquí que vienen días,
dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará
como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la
tierra. 6 En sus días será salvo Judá, e Israel
habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán:
Jehová, justicia nuestra. 7 Por tanto, he aquí que
vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que
hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, 8 sino:
Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de
Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había
echado; y habitarán en su tierra. Jer.
30:3-11 3
Porque he aquí que vienen
días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo
Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a
sus padres, y la disfrutarán. 4 Estas, pues, son
las palabras que habló Jehová acerca de Israel y de Judá. 5 Porque
así ha dicho Jehová: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no
de paz. 6 Inquirid ahora, y mirad si el varón da a luz;
porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos,
como mujer que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los
rostros. 7¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no
hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de
ella será librado. 8 En aquel día, dice Jehová de los
ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus
coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre,
9 sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a
quien yo les levantaré. 10 Tú, pues, siervo mío Jacob,
no temas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel; porque he aquí
que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la
tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá
tranquilo, y no habrá quien le espante. 11 Porque yo
estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las
naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré,
sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré
sin castigo. Jer.
31:27-37 27
He aquí vienen días,
dice Jehová, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá
de simiente de hombre y de simiente de animal. 28 Y así
como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y
perder y afligir, tendré cuidado de ellos para edificar y plantar,
dice Jehová. 29 En aquellos días no dirán más: Los
padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la
dentera, 30 sino que cada cual morirá por su propia
maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias,
tendrán la dentera. 31 He aquí que vienen días,
dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel
y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que hice con
sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de
Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido
para ellos, dice Jehová. 33 Pero este es el pacto que
haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová:
Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré
a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no
enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano,
diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más
pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque
perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.,
35 Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día,
las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que
parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su
nombre: 36 Si faltaren estas leyes delante de mí, dice
Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser
nación delante de mí eternamente. 37 Así ha dicho
Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo
los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la
descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehová. Por:
La
iglesia quitada de la tierra. Con: La iglesia volviendo
con Cristo. 1Ts. 4:17 17
Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con
ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor. Jud. 14-15 14
De éstos también
profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el
Señor con sus santas decenas de millares, 15 para hacer
juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas
sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas
duras que los pecadores impíos han hablado contra él. Ap. 19:14 14
Y los ejércitos
celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían
en caballos blancos.
Por:
Las
naciones sin cambios. Con: Las naciones liberadas
de la atadura de la corrupción. Is.
35:1-10 1
Se alegrarán el desierto
y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. 2 Florecerá
profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la
gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón.
Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.
3 Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.
4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he
aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo
vendrá, y os salvará.5 Entonces los ojos de los ciegos
serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. 6 Entonces
el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo;
porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la
soledad. 7 El lugar seco se convertirá en estanque, y el
sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su
guarida, será lugar de cañas y juncos. 8 Y habrá allí
calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará
inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que
anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.
9No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se
hallará, para que caminen los redimidos. 10 Y los
redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y
gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y
huirán la tristeza y el gemido.
Is. 65:17-25 17
Porque he aquí que yo
crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá
memoria, ni más vendrá al pensamiento. 18 Mas os gozaréis
y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque
he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.
19 Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo;
y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.
20 No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni
viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años,
y el pecador de cien años será maldito. 21 Edificarán
casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto
de ellas. 22 No edificarán para que otro habite, ni
plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles
serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra
de sus manos. 23 No trabajarán en vano, ni darán a luz
para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus
descendientes con ellos. 24 Y antes que clamen, responderé
yo; mientras aún hablan, yo habré oído. 25 El lobo y
el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como
el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán,
ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová. Por:
La
creación no cambiada. Con: La creación librada
de la esclavitud de corrupción. Is. 35 Is.65:17-25 Por:
Un «misterio» nunca
antes revelado. Con: Algo visto a través
del Antiguo y Nuevo Testamentos. Dn. 7:13-14 13
Miraba yo en la visión de
la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo
de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron
acercarse delante de él. 14 Y le fue dado dominio,
gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le
sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su
reino uno que no será destruido. Mt.
24:27-30 27
Porque como el relámpago
que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será
también la venida del Hijo del Hombre. 28 Porque
dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las
águilas. 29 E inmediatamente después de la tribulación
de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su
resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de
los cielos serán conmovidas. 30 Entonces aparecerá la
señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas
las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre
las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 1Co. 15:51-52 51
He aquí, os digo un
misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán
resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
Por:
La
esperanza centrada en Cristo: «El
Señor está cerca» Fil. 4:5 5
Vuestra gentileza sea
conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Con: El
reino está próximo. Mt. 6:10 10
Venga tu reino. Hágase tu
voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Por:
Cristo
aparece como el Esposo, Señor y Cabeza de la iglesia. Ef. 5:25-27 25
Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra, Tito. 2:13 13
aguardando la esperanza
bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y
Salvador Jesucristo, Con: El
aparece como Rey, Mesías y Emmanuel para Israel. Is. 7:14 14
Por tanto, el Señor mismo
os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un
hijo, y llamará su nombre Emanuel. Is. 9:6-7 6
Porque un niño nos es
nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz. 7 Lo dilatado de su imperio y la paz no
tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo
y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.
El celo de Jehová de los ejércitos hará esto. Is. 11:1-2 1
Saldrá una vara del
tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. 2 Y
reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría
y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de
conocimiento y de temor de Jehová.
Por:
Su
venida no vista por el mundo. Con: Viniendo
en poder y en gran gloria. Mt. 24:27, 30 27
Porque como el relámpago
que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será
también la venida del Hijo del Hombre. 30 Entonces
aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces
lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del
Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Ap. 1:7 7
He aquí que viene con las
nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Por:
Los cristianos juzgados en cuanto a recompensas. Con: Las
naciones juzgadas como para el reino. 2Co.
5:10-11 10
Porque es necesario que
todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que
cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el
cuerpo, sea bueno o sea malo. 11 Conociendo, pues, el
temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es
manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras
conciencias. Mt. 25:31-46 31
Cuando el Hijo del Hombre
venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se
sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas
delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros,
como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y
pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos
de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis
de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me
recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo,
y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces
los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
38¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y
te cubrimos? 39¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel,
y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De
cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 41 Entonces
dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque
tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de
beber; 43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve
desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me
visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero,
desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces
les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo
hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida
eterna. Escrituras importantes. Cristo por sus Santos: Jn. 14:1-3 1
No se turbe vuestro corazón;
creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de
mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera
dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si
me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí
mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 1Co. 15:51-52 51
He aquí, os digo un
misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán
resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 1Ts. 4:13-18 13
Tampoco queremos, hermanos,
que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis
como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si
creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios
con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os
decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que
habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los
que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando,
con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo;
y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor
en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por
tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. Fil. 3:20-21 20
Mas nuestra ciudadanía
está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor
Jesucristo; 21 el cual transformará el cuerpo de la
humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria
suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo
todas las cosas. 2Co. 5:10 10
Porque es necesario que
todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que
cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el
cuerpo, sea bueno o sea malo. Cristo con sus Santos. Dt. 30:1-10 1
Sucederá que cuando
hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la
maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio
de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios,
2 y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz
conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu
corazón y con toda tu alma, 3 entonces Jehová hará
volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a
recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido
Jehová tu Dios. 4 Aun cuando tus desterrados estuvieren
en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te
recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará; 5 y te
hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y
será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus
padres. 6 Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y
el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con
todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. 7 Y
pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos,
y sobre tus aborrecedores que te persiguieron. 8 Y tú
volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus
mandamientos que yo te ordeno hoy. 9 Y te hará Jehová
tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre,
en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien;
porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera
que se gozó sobre tus padres, 10 cuando obedecieres a la
voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus
estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a
Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. Sal.
72:1-20 1
Oh
Dios, da tus juicios al rey, Y
tu justicia al hijo del rey.
2 El juzgará
a tu pueblo con justicia, Y
a tus afligidos con juicio.
3 Los
montes llevarán paz al pueblo, Y
los collados justicia.
4 Juzgará
a los afligidos del pueblo, Salvará
a los hijos del menesteroso, Y aplastará al
opresor.
5 Te temerán
mientras duren el sol Y
la luna, de generación en generación.
6 Descenderá
como la lluvia sobre la hierba cortada; Como
el rocío que destila sobre la tierra.
7 Florecerá
en sus días justicia, Y muchedumbre de
paz, hasta que no haya luna.
8 Dominará
de mar a mar, Y
desde el río hasta los confines de la tierra.
9 Ante él
se postrarán los moradores del desierto, Y
sus enemigos lamerán el polvo.
10 Los reyes de
Tarsis y de las costas traerán presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.
11
Todos los reyes se postrarán delante de él; Todas las naciones
le servirán.
12 Porque él
librará al menesteroso que clamare, Y
al afligido que no tuviere quien le socorra.
13 Tendrá
misericordia del pobre y del menesteroso, Y
salvará la vida de los pobres.
14 De engaño y de
violencia redimirá sus almas, Y la sangre de
ellos será preciosa ante sus ojos.
15 Vivirá, y se
le dará del oro de Sabá, Y
se orará por él continuamente; Todo
el día se le bendecirá.
16 Será echado un
puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; Su
fruto hará ruido como el Líbano, Y
los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.
17 Será su nombre
para siempre, Se
perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas
serán en él todas las naciones; Lo llamarán
bienaventurado.
18 Bendito Jehová
Dios, el Dios de Israel,
El único que hace maravillas.
19
Bendito su nombre glorioso para siempre, Y
toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén.
20 Aquí
terminan las oraciones de David, hijo de Isaí. Notar todos los profetas: Mt. 25:1-46 1
Entonces el reino de los
cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas,
salieron a recibir al esposo. 2 Cinco de ellas eran
prudentes y cinco insensatas. 3 Las insensatas, tomando
sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4 mas las
prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.
6Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo;
salid a recibirle! 7 Entonces todas aquellas vírgenes se
levantaron, y arreglaron sus lámparas. 8 Y las
insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque
nuestras lámparas se apagan. 9 Mas las prudentes
respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras,
id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.
10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las
que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la
puerta. 11 Después vinieron también las otras vírgenes,
diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12 Mas él,
respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13 Velad,
pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre
ha de venir. 14 Porque el reino de los cielos es como un
hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus
bienes. Hch. 1:11 11
los cuales también les
dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este
mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá
como le habéis visto ir al cielo. Hch.15:1-18
1
Entonces algunos que venían
de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme
al rito de Moisés, no podéis ser salvos. 2 Como Pablo y
Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos,
se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos
otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta
cuestión. 3 Ellos, pues, habiendo sido encaminados por
la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión
de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos. 4 Y
llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles
y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho
con ellos. 5 Pero algunos de la secta de los fariseos,
que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario
circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. 6
Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de
este asunto. 7 Y después de mucha discusión, Pedro se
levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya
hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi
boca la palabra del evangelio y creyesen. 8 Y Dios, que
conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu
Santo lo mismo que a nosotros; 9 y ninguna diferencia
hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.
10 Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la
cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros
hemos podido llevar? 11 Antes creemos que por la gracia
del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos. 12
Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a
Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho
Dios por medio de ellos entre los gentiles. 13 Y cuando
ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme.
14 Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los
gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. 15 Y
con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: 16
Después de esto volveré Y
reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y
repararé sus ruinas, Y
lo volveré a levantar,
17 Para que el
resto de los hombres busque al Señor, Y
todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,
18 Dice el Señor,
que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. 2Ts. 2:1-12 1
Pero con respecto a la
venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os
rogamos, hermanos, 2 que no os dejéis mover fácilmente
de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni
por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de
que el día del Señor está cerca. 3 Nadie os engañe en
ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía,
y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el
cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es
objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios,
haciéndose pasar por Dios. 5¿No os acordáis que cuando
yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? 6 Y
ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido
tiempo se manifieste. 7 Porque ya está en acción el
misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene,
hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8 Y
entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con
el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran
poder y señales y prodigios mentirosos, 10 y con todo
engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no
recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11 Por
esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,
2P. 2:1 1
Simón Pedro, siervo y apóstol
de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de
nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que
la nuestra: 2P. 3:18 18
Antes bien, creced en la
gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A
él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. Ap. 19:11 11
Entonces vi el cielo
abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se
llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Ap. 20:6 6
Bienaventurado y santo el
que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no
tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de
Cristo, y reinarán con él mil años. PREGUNTAS. 1. Describir el período de
preparación que seguirá al arrebatamiento de la iglesia. 2. ¿Cuál es el grado del
período de paz que seguirá al período de preparación, y cómo
sobrevendrá? 3. ¿Cuáles son las
principales características del tiempo de persecución para Israel,
el cual seguirá al tiempo de paz? 4. ¿Cuál es el significado
exacto del tiempo de la gran tribulación, y qué acarreará este
período al fin? 5. ¿Por qué sería
imposible para el Señor Jesucristo venir y establecer su reino en
la tierra hoy? 6. Describir la apariencia
de la segunda venida de Cristo tal como será vista por el mundo. 7. ¿Cuál
será la situación en la tierra y en los cielos en el tiempo de la
segunda venida de Cristo? 8. ¿Por qué se lamentarán
todas las tribus de la tierra en el tiempo de la segunda venida? 9. ¿Quién acompaña a
Cristo en su segunda venida? 10. ¿Cómo se puede afirmar
que todo el mundo verá la segunda venida? 11. ¿A qué lugar de la
tierra retornará Cristo en su segunda venida, y que ocurrirá
cuando sus pies toquen la tierra? 12. ¿Cuál es el primer acto
de juicio de Cristo en su retorno? 13. ¿Qué hará Cristo con
relación a Israel en su retorno? 14. ¿Qué hará Cristo con
relación a los gentiles en su retorno? 15. ¿Qué contraste entre el
arrebatamiento y la segunda venida aclara que éstos son dos
acontecimientos diferentes? 16. Nombrar algunos de los
pasajes importantes de las Escrituras que se relacionan con el
arrebatamiento y la segunda venida de Cristo a la tierra. 17. ¿Por qué la
interpretación literal de la profecía hace que sea imposible hacer
del arrebatamiento de la iglesia y la venida de Cristo para
establecer su reino un mismo acontecimiento?
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