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9. Dios el Hijo: Su Muerte Vicaria![]() Teología Sistemática 1 es el estudio de las doctrinas acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad; las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios; las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su creación original y su caída en pecado. 9. Dios el Hijo: Su Muerte Vicaria por Lewis Sperry Chafer
En La
palabra «sustitución»
expresa sólo parcialmente todo lo que se llevó a cabo en la muerte
de Cristo. En realidad, no hay un término que pudiéramos decir que
incluye el todo de esa obra incomparable. El uso popular ha tratado de
introducir para este propósito la palabra expiación; pero
este vocablo no aparece ni una sola vez en el Nuevo Testamento, (En
Hebreos 2.17 aparece éste vocablo referido a Cristo) y, de acuerdo a
su uso en el Antiguo Testamento, significa solamente cubrir el pecado. He. 2:17 17
Por lo cual debía ser en
todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel
sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados
del pueblo. Esto
proveía una base para un perdón temporal «a
causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados»
Ro.
3:25
Aunque
en los tiempos del Antiguo Testamento se requería nada más que el
sacrificio de un animal para el remitir (literalmente «tolerar»,
«pasar por alto») y el disimular
(literalmente «pasar por
alto» sin castigo) de los pecados, Dios estaba, no obstante,
actuando en perfecta justicia al hacer este requerimiento, puesto que
Él miraba hacia la manifestación de su Cordero, el cual vendría no
solamente a pasar por alto o cubrir el pecado, sino a quitarlo de una
vez y para siempre. Hch.
17:30
30
Pero
Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora
manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan Jn.
1:29 29
El siguiente día vio Juan
a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo. A.
LO QUE IMPLICA Al
considerar el valor total de la muerte de Cristo deben distinguirse
los siguientes hechos: 1.
La muerte de Cristo nos da seguridad del amor de Dios hacia el pecador. Jn. 3:16 16
Porque de tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Ro. 5:8 8
Mas Dios muestra su amor
para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros.
1Jn. 3:16 16
En esto hemos conocido el
amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos
poner nuestras vidas por los hermanos. 1Jn. 4:9 9
En esto se mostró el amor
de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al
mundo, para que vivamos por él. Y en
adición a esto hay, naturalmente, una acción refleja o requerimiento
moral que se proyecta, a través de esta verdad tocante al amor divino,
sobre la vida de los redimidos; pero no debe olvidarse que toda
demanda referente a la conducta diaria no se dirige nunca a los
inconversos sino a los que ya son salvos en Cristo. 2 Co. 5:15 15
y por todos murió, para
que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y
resucitó por ellos. 1P.
2:11-25 11
Amados, yo os ruego como a
extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales
que batallan contra el alma, 12 manteniendo buena vuestra
manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de
vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la
visitación, al considerar vuestras buenas obras. 13 Por
causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey,
como a superior, 14 ya a los gobernadores, como por él
enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen
bien. 15 Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo
bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; 16 como
libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para
hacer lo malo, sino como siervos de Dios. 17 Honrad a todos.
Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. 18 Criados,
estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los
buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. 19 Porque
esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de
Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. 20 Pues ¿qué
gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Más si
haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es
aprobado delante de Dios. 21 Pues para esto fuisteis
llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos
ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo
pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le
maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no
amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 24 quien
llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para
que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y
por cuya herida fuisteis sanados. 25 Porque vosotros erais
como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo
de vuestras almas. 2.
La muerte de Cristo es una redención o rescate pagando las demandas
santas de Dios para el pecador y para liberar al pecador de la justa
condenación. Es significativo que la palabra discriminadora «por» significa «en lugar de»
o «en favor de», y es
usada en cada pasaje en el Nuevo Testamento donde se menciona la
muerte de Cristo como un rescate. Mt. 20:28 28
como el Hijo del Hombre no
vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate
por muchos. Mr. 10:45 45
Porque el Hijo del Hombre
no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos. 1Ti. 2:6 6
el cual se dio a sí mismo
en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
La
muerte de Cristo fue un castigo necesario, el cual Él cargó por el
pecador. Ro. 4:25 25
el cual fue entregado por
nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación. 2Co. 5:21 21
Al que no conoció pecado,
por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él. Ga. 1:4 4
el cual se dio a sí mismo
por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme
a la voluntad de nuestro Dios y Padre, He. 9:28 28
así también Cristo fue
ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá
por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le
esperan. Al
pagar el precio de nuestro rescate Cristo nos redimió. En el Nuevo
Testamento se usan tres importantes palabras griegas para expresar
esta idea:
Jn. 3:18-19 18
El que en él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído
en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Ro. 6:23 23
Porque la paga del pecado
es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor
nuestro. Un
esclavo «vendido bajo pecado»
pero en el acto de la redención es comprado por Cristo a través del
derramamiento de su sangre. Ro. 7:14 14
Porque sabemos que la ley
es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. 1Co. 6:20 20
Porque habéis sido
comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1Co. 7:23 23
Por precio fuisteis
comprados; no os hagáis esclavos de los hombres. 2P. 2:1 1
Pero hubo también falsos
profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros,
que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán
al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción
repentina. Ap. 5:9 9
y cantaban un nuevo cántico,
diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú
fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo
linaje y lengua y pueblo y nación; Ap. 14:3-4 3
Y cantaban un cántico
nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de
los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento
cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.
4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes.
Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos
fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para
el Cordero; 2)
exagorazo,
que significa «comprar y sacar
del mercado de la venta», lo que agrega el pensamiento no sólo
de la compra, sino también de que nunca más estará expuesto a la
venta, indicando que la redención es una vez y para siempre; Ga. 3:13 13
Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está
escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), Ga.4:5 5
para que redimiese a los
que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de
hijos. Ef. 5:16 15
Mirad, pues, con
diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, Col. 4:5 5
Andad sabiamente para con
los de afuera, redimiendo el tiempo. 3)
lutroo,
«dejar libre» Lc. 24:21 21
Pero nosotros esperábamos
que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de
todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. Tito. 2:14 14
quien se dio a sí mismo
por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un
pueblo propio, celoso de buenas obras. 1P. 1:18 18
sabiendo que fuisteis
rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, La
misma idea se encuentra en el vocablo lutrosis. Lc. 2:38 38
Esta, presentándose en la
misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que
esperaban la redención en Jerusalén. He. 9:12 12
y no por sangre de machos
cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez
para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
Y otra
expresión similar, epoiesen
lutrosin. Lc.
1:68 68
Bendito el Señor Dios de Israel,
Que ha visitado y redimido a su pueblo, Y otra
forma usada frecuentemente, apolutrosis,
indicando que se libera a un esclavo. Lc. 21:28 28
Cuando estas cosas
comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque
vuestra redención está cerca. Ro. 3:24 24
siendo justificados
gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo
Jesús, Ro. 8:23 23
y no sólo ella, sino que
también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu,
nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la
adopción, la redención de nuestro cuerpo.
1Co. 1:30 30
Mas por él estáis
vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría,
justificación, santificación y redención Ef. 1:7, 14 7
en quien tenemos redención
por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de
la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. Ef. 4:30 30
Y no contristéis al Espíritu
Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención. Col. 1:14 14
en quien tenemos redención
por su sangre, el perdón de pecados. He. 9:15 15
Así que, por eso es
mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la
remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los
llamados reciban la promesa de la herencia eterna. He. 11:35 35
Las mujeres recibieron sus
muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no
aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. El
concepto de la redención incluye la compra, el quitar de la venta, y
la completa libertad del rescate individual a través de la muerte de
Cristo y la aplicación de la redención por medio del Espíritu
Santo. Así,
también, la muerte de Cristo fue una ofrenda por el pecado, no
semejante a las ofrendas de animales presentadas en tiempos del A. T.,
las cuales podían solamente cubrir el pecado, en el sentido de
dilatar el tiempo del justo y merecido juicio contra el pecado. En su
sacrificio Cristo llevó sobre «su cuerpo en el madero» nuestros pecados, quitándolos de una vez y
para siempre. Is.
53:7-12 7
Angustiado él, y afligido,
no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja
delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8
Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién
la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por
la rebelión de mi pueblo fue herido. 9 Y se dispuso con
los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque
nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. 10 Con todo
eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando
haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá
por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará
satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos,
y llevará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto, yo le
daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos;
por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los
pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los
transgresores. Jn. 1:29 29
El siguiente día vio Juan
a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo. 1Co. 5:7 7
Limpiaos, pues, de la
vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.
Ef. 5:2 2
Y andad en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Ef. 5:10-14 10 comprobando
lo que es agradable al Señor. 11 Y no participéis en las
obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en
secreto. 13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en
evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que
manifiesta todo. 14 Por lo cual dice: Despiértate,
tú que duermes, Y
levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo. He. 9:22, 26 22
Y casi todo es purificado,
según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace
remisión. 26 De otra manera le hubiera sido necesario
padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la
consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el
sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
3.
La muerte de Cristo está representada en su parte como un acto de
obediencia a la ley que los pecadores han quebrantado, cuyo hecho
constituye una propiciación o satisfacción de todas las justas
demandas de Dios sobre el pecador. La palabra griega hilasterion
se usa para el «propiciatorio»,
el cual era la tapa del arca en el lugar Santísimo, y que cubría la
ley en el arca. He. 9:5 5
y sobre ella los
querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales
cosas no se puede ahora hablar en detalle. En el Día
de Lv. 16:14 14
Tomará luego de la sangre
del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado
oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de
aquella sangre.
He.
9:11-15 11
Pero estando ya presente
Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más
perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,
12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por
su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo,
habiendo obtenido eterna redención. 13 Porque si la sangre
de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra
rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
14¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu
eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras
conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? 15 Así
que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo
muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el
primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. De
manera similar, el trono de Dios se convierte en un trono de gracia a
través de la propiciación de la muerte de Cristo. He. 4:14-16 14
Por tanto, teniendo un
gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios,
retengamos nuestra profesión. 15 Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno
que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia,
para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Una
palabra griega similar, hilasmos,
se refiere al acto de propiciación; el significado es que Cristo,
muriendo en la cruz, satisfizo completamente todas las demandas justas
de Dios en cuanto al juicio para el pecado de 1 Jn. 2:2 2
Y él es la propiciación
por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también
por los de todo el mundo.
1Jn. 4:10 10
En esto consiste el amor:
no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a
nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Dios
declara, por tanto, que El perdona en su justicia los pecados antes de
la cruz, sobre la base de que Cristo moriría y satisfaría
completamente la ley de la justicia. Ro. 3:25-26 En todo
esto Dios no está descrito como un Dios que se deleita en la venganza
sobre el pecador, sino más bien un Dios el cual a causa de su amor se
deleita en misericordia para el pecador. En la redención y propiciación,
por lo tanto, el creyente en Cristo está seguro de que el precio ha
sido pagado en su totalidad, que él ha sido puesto libre como pecador
y que todas las demandas justas de Dios para el juicio sobre él
debido a sus pecados han sido satisfechas. 4.
La muerte de Cristo no sólo satisfizo a un Dios Santo, sino que
proveyó las bases por medio de las cuales el mundo fue reconciliado
para con Dios. La palabra griega katallasso, que significa «reconciliar», tiene en sí el pensamiento de traer a Dios y al
hombre juntos por medio de un cambio cabal en el hombre. Aparece
frecuentemente en varias formas en el Nuevo Testamento. Ro. 5:10-11 10
Porque si siendo enemigos,
fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más,
estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no
sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor
nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. Ro. 11:15 15
Porque si su exclusión es
la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de
entre los muertos? 1Co. 7:11 11
y si se separa, quédese
sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone
a su mujer. 2Co. 5:18-20 18
Y todo esto proviene de
Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en
Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la
reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre
de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en
nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Ef. 2:16 16
y mediante la cruz
reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las
enemistades. Col.
1:20-21 20
y por medio de él
reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra
como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre
de su cruz. 21 Y a vosotros también, que erais en
otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas
obras, ahora os ha reconciliado El
concepto en cuanto a reconciliación no significa que Dios cambie,
sino que su relación hacia el hombre cambia debido a la obra
redentora de Cristo. El hombre es perdonado, justificado y resucitado
espiritualmente al nivel donde es reconciliado con Dios. El
pensamiento no es que Dios sea reconciliado con el pecador, esto es,
ajustado a un estado pecaminoso, sino más bien que el pecador es
ajustado al carácter santo de Dios. La reconciliación es para todo
el mundo, puesto que Dios redimió al mundo y es la propiciación para
los pecados de todo el mundo. 2Co. 5:19 19
que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres
sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
2P. 2:1 1
Pero hubo también falsos
profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros,
que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán
al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción
repentina. 1Jn. 2:1-2 1
Hijitos míos, estas cosas
os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2Y él es
la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros,
sino también por los de todo el mundo. Tan
completa y de largo alcance es esta maravillosa provisión de Dios en
la redención, propiciación y reconciliación, que las Escrituras
declaran que Dios no está ahora imputando el pecado al mundo. 2Co. 5:18-19 18
Y todo esto proviene de
Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en
Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la
reconciliación. Ef. 2:16 16
y mediante la cruz
reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las
enemistades. Col. 2:20-21 20
Pues
si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por
qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos 21 tales
como: No manejes, ni gustes, ni aun toques 5.
La muerte de Cristo quitó todos los impedimentos morales en la mente
de Dios para salvar a los pecadores en los que el pecado ha sido
redimido por medio de la muerte de Cristo, Dios ha sido satisfecho y
el hombre ha sido reconciliado con Dios. No hay más obstáculo para
Dios en aceptar libremente y justificar a cualquiera que cree en
Jesucristo como su Salvador. Ro. 3:26 26
con
la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea
el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. A
partir de la muerte de Cristo el infinito amor y poder de Dios se ven
libres de toda restricción para salvar, por haberse cumplido en ella
todos los juicios que la justicia Divina podría demandar contra el
pecador. No hay nadie en todo el universo que haya obtenido más
beneficio que Dios mismo en la muerte de su amado Hijo. 6.
En su muerte, Cristo llegó a ser el Sustituto que sufrió la pena o
castigo que merecía el pecador. Lv. 16:21 21
y pondrá Aarón sus dos
manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él
todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y
todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío,
y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto.
Is. 53:6 6
Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Lc. 22:37 37
Porque os digo que es
necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y
fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene
cumplimiento.
Mt. 20:28 28
como el Hijo del Hombre no
vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate
por muchos. Jn. 10:11 11
Yo soy el buen pastor; el
buen pastor su vida da por las ovejas. Ro. 5:6-8 6
Porque Cristo, cuando aún
éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Ciertamente,
apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno
osara morir por el bueno. 8 Mas Dios muestra su amor para
con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 1P. 3:18 18
Porque también Cristo
padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para
llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero
vivificado en espíritu;
Esta
verdad es el fundamento de certidumbre para todo aquel que se acerque
a Dios en busca de salvación. Además, éste es un hecho que cada
individuo debe creer concerniente a su propia relación con Dios en lo
que toca al problema del pecado. Creer en forma general que Cristo
murió por el mundo no es suficiente; se demanda en las Escrituras una
convicción personal de que el pecado de uno mismo fue el que Cristo,
nuestro Sustituto, llevó completamente en la cruz. Esta es la fe que
resulta en una sensación de descanso interior, en un gozo
inexplicable y gratitud profunda hacia El. Ro. 15:13 13
Y el Dios de esperanza os
llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza
por el poder del Espíritu Santo. He. 9:14 14¿cuánto más la sangre
de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras
muertas para que sirváis al Dios vivo? He. 10:2 2
De otra manera cesarían
de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no
tendrían ya más conciencia de pecado. La
salvación es una obra poderosa de Dios, que se realiza instantáneamente
en aquel que cree en Cristo Jesús. B.
FALACIAS CONCERNIENTES A La
muerte de Cristo es a menudo mal interpretada. Cada cristiano hará
bien en entender completamente la falacia de las enseñanzas erróneas
que sobre este particular se están propagando extensamente en el día
de hoy: 1.
Se afirma que la doctrina de la sustitución es inmoral porque, según
se dice, Dios no podía, actuando en estricta justicia, colocar sobre
una víctima inocente los pecados del culpable. Esta enseñanza podría
merecer más seria consideración si se pudiera probar que Cristo fue
una víctima involuntaria; pero, por el contrario, Jn. 13:1 1
Antes de la fiesta de la
pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de
este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el
mundo, los amó hasta el fin. He.
10:7
7
Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer
tu voluntad,
Como en el rollo del libro está escrito de mí. De la
misma manera, en el inescrutable misterio de 2Co. 5:19 19
que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres
sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Lejos
de ser la muerte de Cristo una imposición moral, era Dios mismo, el
Juez justo, quien en un acto de amor y sacrificio de sí mismo sufrió
todo el castigo que su propia santidad demandaba para el pecador. 2.
Se asegura que Cristo murió como un mártir y que el valor de su
muerte consiste en su ejemplo de valor y lealtad a sus convicciones.
Basta contestar a esta afirmación errónea que, siendo Cristo el
Cordero ofrecido en sacrificio por Dios, su vida no fue arrebatada por
hombre alguno, sino que Él la puso de sí mismo para volverla a tomar. Jn. 10:18 18
Nadie me la quita, sino
que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder
para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. Hch. 2:23 3.
Se dice que Cristo murió para ejercer cierta influencia de carácter
moral. Es decir, que los hombres que contemplan el hecho
extraordinario del Calvario serán constreñidos a dejar su vida
pecaminosa, porque en la cruz se revela con singular intensidad lo que
es el concepto divino acerca del pecado. Esta teoría, que no tiene
ningún fundamento en las Escrituras, da por establecido que Dios está
buscando actualmente la reformación de los hombres, cuando en
realidad la cruz es la base para su regeneración. PREGUNTAS
1. ¿Qué quiere decir la afirmación de que Cristo es el sustituto de los pecadores? 2. ¿Cuál es la doctrina del Antiguo Testamento sobre la expiación? 3. ¿Cómo se relaciona la muerte de Cristo con el amor de Dios? 4. ¿Cuáles son los tres conceptos básicos incluidos en la doctrina de la redención? 5. Definir la doctrina de la propiciación y explicar qué se consuma por medio de ella. 6. Definir la doctrina de la reconciliación y explicar qué se consuma por medio de ella. 7. Si el mundo entero está reconciliado con Dios, ¿por qué hay algunos que se pierden? 8. ¿Cómo la redención, la propiciación y la reconciliación liberan de toda restricción a Dios para salvar al pecador? 9. ¿Por qué el Nuevo Testamento enfatiza que la salvación es solamente por medio de la fe? 10. Nombrar algunas de las interpretaciones erróneas de la muerte de Cristo y explicar por qué ellas están erradas.
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