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  42. Los Gentiles En La Historia y Las Profecías

Teología Sistemática 2 es el estudio de las doctrinas bíblicas de la salvacion: expíación, sustitución, redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con Cristo.  Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros,  propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas.  Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno.

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42. Los Gentiles En La Historia y Las Profecías por Lewis Sperry Chafer

 

A. Los gentiles en el programa de dios.

En la historia y en la profecía de las Escrituras se pueden observar tres grandes divisiones de la Humanidad, la que se expresa en forma sencilla en 1 Corintios 10:32 como el propósito de Dios acerca de judíos, gentiles e iglesias de Dios. A esto puede añadirse el ministerio de Dios a los ángeles y por medio de ellos, lo cual usualmente no se considera como un elemento importante en la historia humana o en la profecía.

1Co. 10:32 32 No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;

En contraste con el propósito de Dios para Israel como medio primario de revelación divina y como trato especial y canal por medio del cual Cristo vendría, y su propósito para la iglesia de revelar en forma suprema su gracia, el propósito de Dios para los gentiles parece estar relacionado con la demostración de su soberanía y su omnipotencia.

B. Primeras profecías acerca de los gentiles.

En un sentido la profecía comenzó en el huerto de Edén, puesto que los gentiles participaron en cierto sentido del propósito de Dios en la salvación. En los comienzos de Génesis se profetizó acerca del diluvio en tiempos de Noé que arrasó a la raza humana, salvo Noé y su familia. Del mismo modo, la historia registra el juicio de Dios sobre los gentiles en el tiempo de la torre de Babel.

Gn. 11:1-9 1 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. 2Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. 3Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. 4Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. 5Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. 6Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. 7Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. 8Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. 9Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.

Sin embargo, al comenzar Génesis 12 se divide la raza humana en dos clases cuando Dios comienza a introducir la simiente prometida que vendría de Abraham, Isaac y Jacob. Todos los demás quedaron en su posición de gentiles. Los tratos de Dios con los gentiles en relación a Israel están básicamente registrados en las Escrituras.

Gn. 12:1-5 1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. 4Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. 5Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.

La primera gran potencia gentil fue Egipto, y, en Egipto, Israel creció a partir de una pequeña familia hasta llegar a ser una gran nación, como se relata en los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. A su debido tiempo Israel llegó a ser una gran nación bajo David y Salomón; sin embargo, las diez tribus fueron llevadas en cautiverio por la segunda gran potencia gentil, Asiria, en 721 a.C. El juicio de Dios infligido a Israel por los asirios fue fielmente profetizado durante los años que precedieron al suceso y así tan fielmente fue cumplido.

El importante papel de los gentiles en relación con Israel, sin embargo, comienza con el imperio babilónico, el tercero en la gran serie de imperios, pero el primero de cuatro imperios que son tema de la profecía de Daniel.

C. El tiempo de los gentiles.

A Daniel el profeta le fueron dados dos de los tres principales programas de Dios, esto es, el programa de Dios para Israel y el programa de Dios para los gentiles. En una serie de revelaciones divinas que comenzaron con el sueño de Nabucodonosor en Daniel 2 y que siguen en revelaciones dadas después a Daniel, Dios reveló que cuatro grandes imperios, empezando con Babilonia, dominarían sobre Israel como característica del periodo de los gentiles. Esto se ye en la gran imagen de Daniel 2: la cabeza, de oro, representaba a Babilonia; la parte superior del cuerpo, de plata, representaba al imperio de medas y persas; la parte baja del cuerpo, de bronce, representaba el imperio griego, y las piernas y pies, de hierro, al imperio romano. Esta verdad es reforzada en Daniel 7, donde las cuatro bestias representan los mismos cuatro imperios.

Dn. 2:1-49 1 En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño. 2Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey. 3Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño. 4Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea: Rey, para siempre vive; di el sueño a tus siervos, y te mostraremos la interpretación. 5Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo olvidé; si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán convertidas en muladares. 6Y si me mostrareis el sueño y su interpretación, recibiréis de mí dones y favores y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su interpretación. 7Respondieron por segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le mostraremos la interpretación. 8El rey respondió y dijo: Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido. 9Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Decidme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su interpretación. 10Los caldeos respondieron delante del rey, y dijeron: No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo. 11Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne. 12 Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia. 13Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos. 14Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia. 15Habló y dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cuál es la causa de que este edicto se publique de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc hizo saber a Daniel lo que había. 16Y Daniel entró y pidió al rey que le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación al rey. 17Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros, 18para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia. 19Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. 20Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. 21El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. 22El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. 23A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey. 24Después de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey había puesto para matar a los sabios de Babilonia, y le dijo así: No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la presencia del rey, y yo le mostraré la interpretación. 25Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He hallado un varón de los deportados de Judá, el cual dará al rey la interpretación. 26Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación? 27Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. 28Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama: 29Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser. 30Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón. 31Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. 32La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; 33sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. 34Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. 35Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra. 36Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey. 37Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. 38Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. 39Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. 40Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. 41Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. 42Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. 43Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. 44Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, 45de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación. 46Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y mandó que le ofreciesen presentes e incienso. 47El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio. 48Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia. 49Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey.

Dn. 7:1-28 1En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de su cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño, y relató lo principal del asunto. 2Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar. 3Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar. 4La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre. 5Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne. 6Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio. 7Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos. 8Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas. 9Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. 11Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego. 12Habían también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo.13Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. 15Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron. 16Me acerqué a uno de los que asistían, y le pregunté la verdad acerca de todo esto. Y me habló, y me hizo conocer la interpretación de las cosas. 17Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra. 18Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre. 19Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies; 20asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandes cosas, y parecía más grande que sus compañeros. 21Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía, 22hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino. 23Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará. 24Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. 25Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo. 26Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin, 27y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán. 28Aquí fue el fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron y mi rostro se demudó; pero guardé el asunto en mi corazón.

Daniel alcanzó a ver el segundo imperio (medo-persa), que conquistó Babilonia el año 539 a.C., como se encuentra relatado en Daniel 5. Doscientos años después el imperio griego, dirigido por Alejandro el Grande, conquistó los restos del imperio medo-persa. Luego, en el segundo siglo antes de Cristo, empecé a crecer el poder del imperio romano hasta llegar a ser el imperio más grande e influyente de todos los tiempos.

Dn. 5:1-31 1El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino. 2Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas. 3Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían traído del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas. 4Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra. 5En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía. 6Entonces el rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la otra. 7El rey gritó en alta voz que hiciesen venir magos, caldeos y adivinos; y dijo el rey a los sabios de Babilonia: Cualquiera que lea esta escritura y me muestre su interpretación, será vestido de púrpura, y un collar de oro llevará en su cuello, y será el tercer señor en el reino. 8Entonces fueron introducidos todos los sabios del rey, pero no pudieron leer la escritura ni mostrar al rey su interpretación. 9Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos. 10La reina, por las palabras del rey y de sus príncipes, entró a la sala del banquete, y dijo: Rey, vive para siempre; no te turben tus pensamientos, ni palidezca tu rostro. 11En tu reino hay un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como sabiduría de los dioses; al que el rey Nabucodonosor tu padre, oh rey, constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, 12por cuanto fue hallado en él mayor espíritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueños y descifrar enigmas y resolver dudas; esto es, en Daniel, al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te dará la interpretación. 13Entonces Daniel fue traído delante del rey. Y dijo el rey a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea? 14Yo he oído de ti que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halló luz, entendimiento y mayor sabiduría. 15Y ahora fueron traídos delante de mí sabios y astrólogos para que leyesen esta escritura y me diesen su interpretación; pero no han podido mostrarme la interpretación del asunto. 16Yo, pues, he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura, y un collar de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino. 17Entonces Daniel respondió y dijo delante del rey: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación. 18El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. 19Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería daba vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba. 20Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria. 21Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre él al que le place. 22Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto; 23sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste. 24Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura. 25Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. 26Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. 27TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. 28PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas. 29Entonces mandó Belsasar vestir a Daniel de púrpura, y poner en su cuello un collar de oro, y proclamar que él era el tercer señor del reino. 30La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos. 31Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años.

Jesús se refiere al período de los cuatro imperios que comienza con Babilonia como el ‘Tiempo de los gentiles” (Lc. 21:24), tiempo que se caracteriza por estar Jerusalén bajo el dominio gentil. Aunque durante breves periodos el control gentil de Jerusalén se ha visto disminuido, no habrá una liberación final de Jerusalén del dominio gentil hasta la segunda venida de Cristo.

Lc. 21:24 24 Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.

La mayor parte del período de los gentiles se ha cumplido, como se comprueba por el levantamiento y calda de Babilonia, Media y Persia, Grecia y Roma. Sin embargo, la última etapa del imperio romano, simbolizada por los pies de la imagen de Daniel 2 y por la bestia de diez cuernos de Daniel 7, no ha tenido cumplimiento literal. La cuarta bestia, según las Escrituras, será destruida por la venida del Hijo del Hombre del cielo, como se presenta en Daniel 7 o en Daniel 2 en la piedra que hirió y destruyó la imagen de Nabucodonosor.

Sobre la base de estas profecías, varios intérpretes creen en una resurrección del imperio romano que ocurrirá cuando la iglesia arrebatada sea llevada al cielo, pero antes de la segunda venida de Cristo a establecer el reino. Esta situación ocurrirá en lo que la Escritura llama «el tiempo del fin» (Dn. 11:35) y será un factor dominante en la historia del mundo y en la profecía en su relación con el período que desemboca en la segunda venida.

Dn. 11:35 35 También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo.

Siguiendo a la consumación del tiempo de los gentiles en la segunda venida de Cristo a la tierra, los gentiles que se salven en la tierra durante el reino milenial gozarán también de la bendición especial de Dios, como veremos en un estudio posterior sobre el reino milenial.

El bosquejo bíblico de la profecía acerca del tiempo de los gentiles tornado como un todo es el bosquejo de la historia del mundo, lo cual explica muchos sucesos pasados y da un cierto matiz al futuro. Las condiciones mundiales de hoy están en línea con todo lo que la Biblia ha profetizado y parecen indicar un acercamiento acelerado hacia la consumación del tiempo del fin que precederá al arrebatamiento de la iglesia e incluirá sucesos relacionados con el tiempo del fin y la segunda venida de Cristo para establecer su reino milenial.

La dispensación actual no parece avanzar hacia el cumplimiento de la profecía sobre los gentiles, y parece que no estaba en la perspectiva del programa de los gentiles presentado en el Antiguo Testamento. Es como si la previsión profética hubiera sido suspendida en el día de Pentecostés, para ser reiniciada en el día del arrebatamiento. Sin embargo, las tendencias en el desarrollo del mundo actual parecen estar trazando las líneas para la preparación del escenario que vera el fin de la dispensación, con la implicación de que la edad actual se acerca a su fin y está por reiniciarse el cumplimiento de la profecía acerca de los gentiles. En consecuencia, el estudio de la profecía acerca de los gentiles es un aspecto importante del total del programa profético y proporciona muchas luces para comprender lo que Dios está haciendo actualmente y qué propósitos quiere cumplir Dios en el futuro.

PREGUNTAS

1. Explicar cómo los gentiles son una de las tres divisiones importantes de la Humanidad en el presente.

2. Hacer un resumen de la historia de los gentiles antes de Abraham.

3. ¿Cuáles fueron los dos primeros imperios y cómo se relaciona cada uno con la historia de Israel?

4. ¿Cuáles fueron los dos grandes programas revelados por Dios a Daniel?

5. Nombrar cuatro imperios revelados a Daniel como bosquejo de la historia mundial gentil.

6. ¿Qué son los tiempos de los gentiles y cOmo los describe Cristo en Lucas 21:24?

7. Según Daniel, ¿cuándo terminará el tiempo de los gentiles?

8. ¿Qué se promete a los gentiles después de la segunda venida de Cristo a la tierra?

9. ¿Cómo se relaciona la era actual con el tiempo de los gentiles?

10. ¿Podemos esperar un cumplimiento futuro de la última etapa del tiempo de los gentiles?

 

 
27. Pecado/Universal
28. Pecado/Pena
29. Pecado/Poder
30. La Justicia
31. Santificación
32. Seguridad Presente
33. Seguridad Eterno
34. Elección Divina
35. Iglesia/Miembros
36. Iglesia/Comisión
37. Iglesia/Servicio
38. Iglesia/Su Culto
39. Iglesia/Org. y Ord.
40. Iglesia/Esposa
41. El Día Del Señor
42. Los Gentiles
43. Israel/Profecías
44. Arrebatamiento
45. Gran Tribulación
46. Segunda Venida
47. Las Resurrecciones
48. Juicio de Israel
49. Reino Milenial
50. Juicio de Satanás
51. Gran Trono Blanco
52. Cielo Nuevo
 

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