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39. La Iglesia: Su Organización y Ordenanzas![]() Teología Sistemática 2 es el estudio de las doctrinas bíblicas de la salvacion: expíación, sustitución, redención, reconciliación, propiciación, justificación, elección, predestinación, regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión mística del creyente con Cristo. Incluye el estudio de las doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros, propósito, comisión, culto, organización y ordenanzas. Incluye el estudio de las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales y el estado eterno. 39. La Iglesia: Su Organización y Ordenanzas por Lewis Sperry Chafer
A.
Gobierno de la iglesia.
La
iglesia, como cuerpo de Cristo, comprende a todos los cristianos que
se han unido a Cristo como cabeza del cuerpo por medio del bautismo
del Espíritu. La iglesia como un organismo ha sido ordenada sobre la
base del mismo principio del cuerpo humano, porque cada parte se
relaciona con las demás partes y todo el cuerpo se relaciona con la
cabeza que dirige el cuerpo. El cuerpo de Cristo no necesita
esencialmente de una organización, puesto que su relación es
espiritual y sobrenatural.
Sin
embargo, en la iglesia local, tanto en los tiempos bíblicos como
ahora, es necesario tener cierta organización en la práctica. En la
historia de la iglesia se encuentran tres formas de gobierno de la
iglesia, cada una de las cuales tiene sus raíces en los tiempos apostólicos.
1.
La forma episcopal de gobierno reconoce un obispo, o dirigente eclesiástico,
como quiera que se le denomine, que, en virtud de su oficio, tiene
poder de dirigir la iglesia local. Esto ha dado origen a la compleja
organización de
2.
Una forma representativa de gobierno que reconoce la autoridad de
representantes debidamente designados par las iglesias locales,
normalmente agrupadas geográficamente, como es el caso de las
iglesias reformadas y presbiterianas. Los representantes de un grupo
de iglesias locales (presbiterio) a veces quedan bajo la jurisdicción
de un cuerpo mayor o sínodo, el que a su vez puede quedar bajo la
autoridad de un cuerpo mayor denominado asamblea general. Aunque varían
las reglas y la extensión del poder, la idea es que la autoridad
constituida de la iglesia la ejercen representantes debidamente
elegidos.
3.
La forma congregación al de gobierno es aquella que pone la autoridad
en la congregación local, y los asuntos importantes son decididos por
las congregaciones sin considerar la autoridad de otras iglesias u
oficiales. Esta forma de gobierno se ve en las iglesias
congregacionales, las iglesias de los discípulos y en las iglesias
bautistas. Aunque las iglesias locales pueden estar sometidas en algún
grado a cuerpos mayores, comités u oficiales, el concepto de una
iglesia congregacional es que la iglesia local determina sus propios
asuntos, elige y ordena sus ministros y dirige el uso de sus ingresos.
En
cierta medida se ven las tres formas de gobierno en la iglesia
primitiva. Algunas de las iglesias primitivas reconocen que los apóstoles
tienen la autoridad primaria. Sin embargo, esto parece haber acabado
junto con la primera generación de cristianos. En el concilio de
Jerusalén se ilustra el gobierno representativo, donde los apóstoles
y ancianos reunidos fueron considerados como una autoridad en
cuestiones doctrinales surgidas en las iglesias.
Hch.
15:1-35
1
Entonces
algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os
circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.
2 Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no
pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén,
y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para
tratar esta cuestión. 3 Ellos, pues, habiendo sido
encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la
conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos.
4 Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los
apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había
hecho con ellos. 5 Pero algunos de la secta de los fariseos,
que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario
circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. 6
Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de
este asunto. 7 Y después de mucha discusión, Pedro se
levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace
algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la
palabra del evangelio y creyesen. 8 Y Dios, que conoce los
corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo
que a nosotros; 9 y ninguna diferencia hizo entre nosotros
y ellos, purificando por la fe sus corazones. 10 Ahora,
pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos
un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?
11 Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos
salvos, de igual modo que ellos. 12 Entonces toda la
multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán
grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos
entre los gentiles. 13 Y cuando ellos callaron, Jacobo
respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. 14 Simón ha
contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar
de ellos pueblo para su nombre. 15 Y con esto concuerdan
las palabras de los profetas, como está escrito:
16
Después de esto volveré
Y
reedificaré el tabernáculo de David, que está caído;
Y
repararé sus ruinas,
Y
lo volveré a levantar,
17 Para que el
resto de los hombres busque al Señor,
Y
todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,
18
Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos
antiguos.
19
Por
lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a
Dios, 20 sino que se les escriba que se aparten de las
contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de
sangre. 21 Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en
cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día
de reposo. 22 Entonces pareció bien a los apóstoles y a
los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y
enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por
sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los
hermanos; 23 y escribir por conducto de ellos: Los apóstoles
y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles
que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud. 24 Por
cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los
cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando
vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, 25 nos
ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y
enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo, 26 hombres
que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
27 Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de
palabra os harán saber lo mismo. 28 Porque ha parecido
bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más
que estas cosas necesarias: 29 que os abstengáis de lo
sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las
cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien. 30 Así,
pues, los que fueron enviados descendieron a Antioquía, y reuniendo a
la congregación, entregaron la carta; 31 habiendo leído
la cual, se regocijaron por la consolación. 32Y Judas y
Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a
los hermanos con abundancia de palabras. 33 Y pasando algún
tiempo allí, fueron despedidos en paz por los hermanos, para volver a
aquellos que los habían enviado. 34 Más a Silas le pareció
bien el quedarse allí. 35 Y Pablo y Bernabé continuaron
en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el
evangelio con otros muchos.
Sin
embargo, estrictamente hablando, ellos no habían sido elegidos ni
eran representantes de la iglesia en el sentido moderno. A medida que
las iglesias maduraron y ya no necesitaron la supervisión apostólica,
parece que el gobierno fue pasando a las iglesias locales mismas. Esta
parece ser la situación en el caso de las siete iglesias de Asia
mencionadas en Apocalipsis 2- 3, las cuales no estaban sujetas a
autoridad humana aunque permanecían bajo la autoridad de Cristo mismo.
Es dudoso si las Escrituras autorizan un gobierno extenso complejo
como el que a veces se ve en la iglesia moderna, y parecería
necesario volver a la sencillez bíblica.
B.
El orden de la iglesia.
El
concepto de orden eclesiástico se relaciona con quiénes tienen la
autoridad en la iglesia local y proporcionan el liderazgo para ella.
En el Nuevo Testamento la iglesia local incluía a las personas
designadas como obispos y ancianos y que eran los líderes
responsables de la iglesia local. Es probable que los obispos y
ancianos fueran las mismas personas aunque los títulos eran algo
diferentes en significado.
El
concepto de anciano en el Nuevo Testamento derivó probablemente de
los ancianos que ejercían la autoridad sobre Israel y señalaba a una
persona madura en juicio y digna de una posición de autoridad.
Mt.
16:21
21
Desde
entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era
necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los
principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al
tercer día.
Mt.
26:47, 57
47
Mientras
todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente
con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los
ancianos del pueblo. 57 Los que prendieron a Jesús le
llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los
escribas y los ancianos.
Hch.
4:5, 23
5
Aconteció
al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los
ancianos y los escribas, 23 Y puestos en libertad, vinieron
a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los
ancianos les habían dicho.
De
aquí que un anciano fuera una persona que tenía cualidades
personales que lo calificaban para el liderazgo, mientras el término
«obispo» o «sobreveedor»
describía el oficio o función de la persona. El obispo era siempre
anciano, pero un anciano no siempre era obispo bajo ciertas
circunstancias, esto es, podía tener las cualidades sin ejercer el
oficio. Parece que normalmente las palabras habían sido usadas en un
sentido idéntico en la iglesia primitiva.
Tito
1:5, 7
5
Por
esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y
establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; 7 Porque
es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de
Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no
codicioso de ganancias deshonestas,
En
la era apostólica los obispos y ancianos en una iglesia local eran
varios, aunque quizás algunos tenían más autoridad como líderes
que otros. Los obispos y ancianos recibían la carga de ciertas
responsabilidades tales como gobernar la iglesia.
1Ti.
3:4-5
4
que
gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda
honestidad 5(pues el que no sabe gobernar su propia casa,
¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);
1Ti.
5:17
17
Los
ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor,
mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.
Tenían
que proteger la iglesia contra el error moral o teológico.
Tito
1:9
9
retenedor
de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda
exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.
Y
debían dirigir o supervisar la iglesia en la forma que un pastor lo
haría con su rebaño.
Jn.
21:16
16
Volvió
a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis
ovejas.
Hch.
20:28
28
Por
tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu
Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor,
la cual él ganó por su propia sangre.
He.
13:17
17
Obedeced
a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con
alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
1P.
5:2
2
Apacentad
la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por
fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo
pronto;
Aunque
eran designados por los apóstoles, parece que a medida que las
iglesias maduraban la iglesia misma era la que hacía las
designaciones, y la designación era un reconocimiento de sus
cualidades espirituales que los calificaban para los puestos de
liderazgo.
Hch.
14:23
23
Y
constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos,
los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Hch.
20:28
28
Por
tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu
Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor,
la cual él ganó por su propia sangre.
Tito
1:5
5
Por
esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y
establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;
1P.
5:2
2
Apacentad
la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por
fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo
pronto;
Además
de los ancianos y obispos, otros eran designados diáconos. En la
iglesia primitiva se preocupaban en el cuidado de los necesitados y en
ministrar a las necesidades físicas, aunque también podían tener
dones espirituales.
Hch.
6:1-6
1
En
aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo
murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de
aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces
los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es
justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las
mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete
varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría,
a quienes encarguemos de este trabajo. 4 Y nosotros
persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. 5 Agradó
la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno
de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón,
a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía;
1Ti.
3:8-13
8
Los
diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho
vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 9 que guarden
el misterio de la fe con limpia conciencia. 10 Y éstos
también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el
diaconado, si son irreprensibles. 11 Las mujeres asimismo
sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 12
Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen
bien sus hijos y sus casas. 13 Porque los que ejerzan bien
el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la
fe que es en Cristo Jesús.
Como
los ancianos, eran apartados para su oficio por los apóstoles.
Hch.
6:6
Hch.
13:3
3
Entonces,
habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
2Ti.
1:6
6
Por
lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en
ti por la imposición de mis manos.
O
podían ser nombrados por los ancianos en la iglesia primitiva.
1Ti.
4:14
14
No
descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con
la imposición de las manos del presbiterio.
Como
en el caso de ancianos y obispos, debe hacerse distinción entre el
oficio de diácono y el ministerio que un diácono pudiera desarrollar.
Felipe es una ilustración de una persona que tenía el oficio de diácono
pero que por don espiritual era un evangelista.
Hch.
6:5
5
Agradó
la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno
de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón,
a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía;
Hch.
21:8
8
Al
otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a
Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de
los siete, posamos con él.
En
la iglesia de hoy algunas iglesias tienden a reconocer un solo pastor
como el anciano y a los demás oficiales que le asisten en las tareas
espirituales como diáconos. Sin embargo, esto parece no estar basado
en una práctica bíblica.
C.
Ordenanzas de la iglesia.
La
mayor parte de las iglesias protestantes reconocen solamente dos
ordenanzas: el bautismo y la cena del Señor. Las excepciones las
constituyen ciertos cuerpos eclesiásticos que, entre las ordenanzas,
incluyen el lavamiento de los pies, en la forma que Cristo lavó los
pies a los discípulos.
Jn.
13:1-20
1
Antes
de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado
para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos
que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. 2 Y cuando
cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas
Iscariote, hijo de Simón, que le entregase, 3 sabiendo Jesús
que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había
salido de Dios, y a Dios iba, 4 se levantó de la cena, y
se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. 5 Luego
puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos,
y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. 6 Entonces
vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?
7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo
comprendes ahora; mas lo entenderás después. 8 Pedro le
dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te
lavare, no tendrás parte conmigo. 9 Le dijo Simón Pedro:
Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse
los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque
no todos. 11 Porque sabía quién le iba a entregar; por
eso dijo: No estáis limpios todos. 12 Así que,
después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la
mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13 Vosotros
me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. 14 Pues
si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también
debéis lavaros los pies los unos a los otros. 15 Porque
ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también
hagáis. 16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es
mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.
17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las
hiciereis. 18 No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes
he elegido; más para que se cumpla 1.
La ordenanza del bautismo con agua se ha visto sujeta a incontables
controversias durante la historia de la iglesia y ha traído como
resultado importantes divisiones en la iglesia organizada. En
general, las discusiones han caído sobre dos puntos importantes: a)
si el bautismo con agua es solamente un ritual o realmente otorga
algún beneficio espiritual al receptor; b)
la cuestión del modo, si el bautismo es por inmersión o si puede
administrarse válidamente por efusión, refiriéndose al bautismo
por rociamiento o por efusión de agua sobre el bautizado. Los
que sostienen que el bautismo con agua es un ritual, creen que
representa una verdad espiritual, pero que en sí mismo no otorga
ninguna gracia sobrenatural a la persona bautizada. El concepto de
que el bautismo es un ritual es la mejor interpretación. Quienes
sostienen que el bautismo con agua confiere alguna gracia especial
varían ampliamente en la medida que el bautismo beneficia a la
persona bautizada. Algunos
creen en la regeneración bautismal, esto es, que el agua aplicada
en el bautismo afecta el nuevo nacimiento del creyente; otros
sostienen que solamente provee una gracia o inclinación hacia la fe
y obediencia del evangelio. Quienes se oponen a la idea del bautismo
como sólo un ritual se refieren al bautismo como un bautismo real
inseparablemente relacionado con el bautismo del Espíritu y el
nuevo nacimiento del creyente. El
segundo problema surge en conexión con el modo del bautismo. Aquí
la controversia gira en torno a la cuestión de si la palabra «bautizar»
se usa en sentido primario o secundario. El significado primario de
bautizar es «sumergir» o
«meter en» algo, agua por ejemplo. La palabra griega que significa
«zambullir» no se usa
para dar la idea de bautismo con agua. Consecuentemente algunos
argumentan que el bautismo se usa en el sentido secundario de
iniciación según el cual uno pasa de una relación antigua a una
nueva relación. Cristo
se refirió a su muerte como un bautismo. Mt.
20:22-23 22
Entonces
Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber
del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con
que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. 23 El
les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con
que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi
derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para
quienes está preparado por mi Padre. y
los israelitas que pasaron el mar Rojo sin que el agua los tocara
son señalados como bautizados en la nube y en el mar. 1Co.
10:2 2
y
todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, En
esto se basa el argumento que dice que la inmersión física en agua
no es necesaria en el bautismo bíblico. En
la historia de la iglesia surgió la práctica del derramamiento de
agua sobre la persona bautizada en cumplimiento del símbolo del
derramamiento del Espíritu en la salvación, o la aplicación de
agua en cantidad menor, bautismo que se llama por aspersión. La
historia de esta doctrina se ha caracterizado por discusiones sin
fin. En algunos casos, como el ejemplo del bautismo de Cristo, las
implicaciones parecen señalar que fue bautizado por inmersión. En
otros casos, como en el bautismo del carcelero de Filipos, se
sostiene que es muy improbable que el carcelero y su casa pudieran
haber sido sumergidos en la oscuridad de la mañana antes del
amanecer, y el bautismo normalmente tendría que haber sido por
rociamiento mientras aún estaban en la casa. Hch.
16:33 33
Y
él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las
heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. Como
el bautismo por inmersión es reconocido por todos como un bautismo
ritual, la tendencia ha sido seguir este modo en muchas iglesias
evangélicas en vez de entrar en la controversia de si la efusión
es el modo legítimo de bautismo. Sin duda, se ha dado excesiva
importancia al modo de bautismo, ya qué la cuestión más
importante es si el individuo ha nacido de nuevo y ha sido bautizado
por el Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo. En los diccionarios bíblicos
se pueden encontrar argumentos en pro y en contra de las diversas
definiciones del modo y el significado del bautismo. Otro
problema que surge en torno al bautismo como un ritual es la cuestión
del bautismo infantil en oposición al bautismo de creyentes. Hay
relativamente poca evidencia bíblica para el bautismo infantil. Sus
adherentes normalmente consideran el bautismo infantil como la
expresión contemporánea de la separación de un hijo para Dios,
acto que en Israel era representado por la circuncisión. Aun cuando
hubo bautismo de familias completas, como en Hechos 16, que incluían
presumiblemente algunos niños, no hay un caso claro de bautismo
infantil en La
práctica del bautismo infantil sólo puede ser una expresión de la
confianza y esperanza de los padres de que su hijo finalmente llegará
a la salvación. En todo caso, el bautismo de adultos debiera seguir
a la evidencia de una fe verdadera en Cristo. Aunque el modo de!
bautismo no está necesariamente unido a la cuestión del bautismo
infantil, los infantes, generalmente hablando, son bautizados por
afusión y no por inmersión, y quienes aceptan la inmersión como
el único modo de bautismo, generalmente aceptan únicamente el
bautismo de personas que han puesto su fe en Cristo. Sea
cual fuere el modo del bautismo, el significado final es que el
creyente es separado de lo que era sin Cristo para ser lo que es en
Cristo, participando en los beneficios de la muerte y resurrección
de Cristo. La iglesia primitiva observó el rito del bautismo en
forma constante, y prácticamente todas las ramas de la iglesia
practican el bautismo en alguna forma en el día de hoy. 2.
La ordenanza de la cena del Señor fue instituida la noche antes de
la crucifixión de Cristo como una representación simbólica de la
participación del creyente en los beneficios de su muerte. Como tal,
ha sucedido a Según
la exposición dada al ordenar a sus discípulos que comieran el
pan, Jesús les dijo que el pan representaba su cuerpo que sería
sacrificado por ellos. 1Co.
11:23-29 23
Porque
yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor
Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y
habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas
las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así,
pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa,
la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
27 De manera que
cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor
indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del
pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe
indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe
para sí. Debían
observar este ritual durante su ausencia en memoria de Cristo.
Cristo declaró que la copa de vino era el nuevo pacto en su sangre;
al beber de la copa recordarían a Cristo especialmente en su muerte.
Debía observar esta, celebración hasta su regreso. La
historia de la iglesia ha visto interminables controversias en torno
a la cena del Señor. En general se han destacado tres puntos de
vista principales. Un
tercer punto de vista sustentado por Zuinglio es llamado punto de
vista conmemorativo y sostiene que la observancia de la cena del Señor
es una «conmemoración» de su muerte sin que ocurra ningún cambio
sobrenatural en los elementos. Calvino sostuvo una variante de esto
según la cual Cristo estaba espiritualmente en los elementos. Las
Escrituras parecen apoyar el punto de vista conmemorativo, y los
elementos que contendrían o simbolizarían la presencia de Cristo
serían más bien un reconocimiento de su ausencia. En armonía con
esto, la cena del Señor debe ser celebrada hasta que El venga. Una
observancia adecuada de la cena del Señor debe tener en cuenta las
cuidadosas instrucciones del apóstol Pablo. 1Co.
11:27-29 27
De
manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del
Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del
pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe
indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe
para sí. La
cena del Señor debe observarse con la debida reverencia y después
de un auto examen. El que participa de la cena de una manera
descuidada o indigna acarrea condenación sobre sí. Pablo dice: «Por
tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de
la copa (1 Co. 11:28). Muchos
cristianos han considerado, con mucha justicia, que la cena del Señor
es un momento sagrado de conmemoración de la muerte de Cristo y de
todo lo que ello significa para el cristiano individual. Como Pablo
lo dice, es un tiempo de examen interior, un momento de confesión
de pecados y de restauración. Además, es un recordatorio de los
maravillosos beneficios que han alcanzado a cada creyente por medio
de la muerte de Cristo. Así
como la cena del Señor señala hacia el hecho histórico de la
primera venida de Cristo y su muerte en la cruz, debe también señalar
hacia su segunda venida cuando la observancia de la cena del Señor
cesará. Aun cuando no se da una indicación clara de la frecuencia
de la observancia, parece probable que los cristianos primitivos la
practicaban con frecuencia, quizás una frecuencia de una vez a la
semana cuando se reunían el primer día para celebrar la resurrección
de Cristo. En todo caso, la observancia de la cena del Señor no
debiera ser distante en el tiempo, sino en obediencia respetuosa y
adecuada a su mandamiento de hacerlo hasta que El venga. PREGUNTAS 1.
Hacer un contraste entre los conceptos de la iglesia como un
organismo y la iglesia como una organización. 2.
¿Cuáles son las tres formas de gobierno de la iglesia que se
encuentran en la historia eclesiástica? 3.
¿Cuáles son las características esenciales de la forma episcopal
de gobierno? 4.
¿Cuáles son las características de la forma representativa de
gobierno, y cómo se ve en algunas denominaciones del presente? 5.
¿Cuáles son las características de la forma de gobierno
congregacional, y cómo está representado en las iglesias de hoy? 6.
¿En qué sentido se encuentra el gobierno episcopal en la iglesia
primitiva? 7.
¿Cómo se ilustra el gobierno representativo en 8.
¿En qué forma se reconoce el gobierno congregacional en la iglesia
primitiva? 9.
Según las Escrituras, ¿qué son los obispos y ancianos, y qué
distinción hay entre ellos? 10.
¿Cuáles eran las responsabilidades de un obispo 11.
¿Cuál era el oficio de un diácono, y qué responsabilidades se
les daban? 12.
¿Cuáles son las principales ordenanzas de la iglesia? 13.
¿Qué adiciones a las acostumbradas dos ordenanzas hay en la
actualidad? 14.
¿Qué se quiere decir cuando se afirma que el bautismo es
considerado un ritual? 15.
¿Cuál es el sentido del bautismo cuando se sostiene que tiene
beneficios espirituales reales? 16.
¿Cuáles son los diferentes puntos de vista acerca del modo del
bautismo? 17.
¿En qué forma se relaciona el modo con los significados primario y
secundario de la palabra «bautizar»? 18.
¿Qué ilustraciones se encuentran en el Nuevo Testamento del
bautismo en sentido secundario? 19.
¿Qué ejemplo se cita en apoyo de la inmersión? 20.
¿Qué ejemplo se cita en apoyo de la afusión, ya sea el
rociamiento o la aspersión? 21.
¿Qué tanta importancia tiene el modo de! bautismo? 22.
¿Por qué sostienen algunos el bautismo infantil? 23.
¿Por qué se oponen algunos al bautismo infantil como enseñanza bíblica? 24.
Si se practica el bautismo infantil, ¿cuál es la limitación en su
significado? 25.
¿Cuál es el significado final del bautismo sin consideración del
modo? 26.
¿Cuándo fue instituida la cena del Señor? 27.
¿Qué instrucciones dio Cristo a sus discípulos acerca del
significado del pan y el vino? 28.
¿Cuáles son los tres puntos de vista principales acerca de la cena
del Señor? 29.
¿Qué se entiende por doctrina de la transubstanciación, y quién
sostiene ese punto de vista? 30.
¿Qué punto de vista sostiene la iglesia luterana generalmente? 31.
¿Cuál es el punto de vista conmemorativo de Zuinglio, y qué
variante sostuvo Calvino? 32.
¿Qué punto de vista acerca de la cena del Señor parece tener más
apoyo bíblico? 33.
¿Qué preparación es necesaria para participar en la cena del Señor? 34.
Describir el doble significado de la cena del Señor con referencia
a la historia y la profecía.
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