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  6. Sermones Expositivos

Homilética es el arte y ciencia de predicar para comunicar el mensaje de la Palabra de Dios.  Se estudia cómo organizar el material, preparar el bosquejo y predicar efectivamente.  Presenta a través del estudio de sermones ejemplares un modelo útil para los que empiezan a lanzarse al dificil arte de la predicación, mostrándo cómo decir las cosas de un modo claro y concreto.

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Sermones Expositivos

Se llama sermón expositivo al que toma como texto un largo pasaje bíblico. Los antiguos padres de la Iglesia llamaban a tales sermones "Homilías"; de ahí la palabra "Homilética", que se aplica al arte de preparar sermones religiosos.

Los sermones expositivos pueden estar basados sobre:

Un capítulo de la Biblia. Una historia o parábola.

Una serie de versículos que desarrollan un pensamiento especial.

Tomar todo un capítulo de la Biblia para un sermón, meramente por seguir la división de capítulos, no es recomendable. Hay capítulos que sirven para tal objeto porque contienen un solo mensaje, pero hay otros que contienen materias tan diversas que, al querer comentar todo el capítulo, además de exponerse el predicador a predicar un sermón demasiado largo, corre el riesgo de que por la diversidad de materias borre con las últimas la impresión de las primeras sobre la mente de los oyentes. Solamente en una serie de estudios bíblicos en los cuales venga comentándose algún libro de la Biblia es admisible predicar sobre capítulos, y aun en tales casos es necesario no sujetarse a tal división, sino a los asuntos que se tratan en cada capítulo, predicando un sermón sobre aquel grupo de textos que desarrollan un asunto. Esto es bastante difícil, especialmente en las epístolas de San Pedro y de San Juan y también en algunas porciones de las cartas de San Pablo. En todo caso debe procurarse agrupar aquellos textos que presentan un lazo de relación entre sí por alguna palabra o idea común, como tendremos ocasión de ver. No obstante, se encuentran bastantes capítulos en la Biblia que ofrecen material para un solo sermón.

SERMONES NARRATIVOS

La mayor parte de los sermones expositivos suelen basarse sobre historias bíblicas o parábolas.

Lo primero que tiene que hacer el predicador para preparar un sermón de esta clase es leer el relato con suma atención, anotando los hechos que más le interesen o contengan alguna aplicación práctica.

1. Formule preguntas relacionadas con el hecho, como, por ejemplo: ¿Por qué pronunció Jesús esta parábola? Probablemente hallará la contestación en el contexto.

¿Qué enseñanzas hay para los creyentes? Trate de aplicar en los detalles o en la totalidad del pasaje.

¿Qué enseñanzas hay para los creyentes? Trate de aplicar el pasaje a su propio corazón y piense en las necesidades espirituales de su congregación a la vez del pasaje leído.

2. Anote las palabras principales de la narración busque su significado espiritual. Por ejemplo: Si se trata de la parábola del sembrador, las palabras clave serán: sembrador, semilla, terreno, espinas, pedregales, aves, enemigo. Pregúntese y responda qué significado puede tener cada una de ellas en el terreno espiritual.

Si se trata de una historia del Antiguo Testamento como, por ejemplo, la de Naamán, las palabras clave serán: lepra, profeta, criados, rey, Jordán, limpio, etc. Y, aplicando el sistema de preguntas, tendremos:

¿Qué es la lepra? ¿Qué representa la lepra? ¿Quién era el profeta? ¿A quién puede representar? Y así a cada uno de los personajes. Además puede preguntarse: ¿Qué aprendemos de la conducta del profeta? ¿Y de la del rey? ¿Y de los criados? ¿Y de la sirvienta? Con las respuestas a todas estas preguntas tendremos bastante material acumulado para un sermón, pero estará desordenado.

Antes de entrar en las aplicaciones del sermón, se procura referir la historia en un lenguaje vivo y dramático, sobre todo si hay en la congregación personas que nunca la han oído.

Al explicar la historia puntualice los detalles sobre los cuales quiere basar aplicaciones espirituales, por ejemplo: Lo incurable de la lepra, pues después tendrá que decir que el pecado es una enfermedad incurable; el error de Naamán acudiendo a una alta recomendación, pues ello le servirá para combatir la mediación de los santos; la sencillez del método de curación recomendado, pues luego tendrá que ha­blar de lo sencilla que es la salvación por la fe, etcétera. Pero resista la tentación de explicar la aplicación mientras cuenta la historia.

Después podrá formular la aplicación en la siguiente forma o parecida:

Ejemplo

Tema: EL ERROR DE NAAMAN

2ª Reyes 5

I. La terrible enfermedad del pecado.

a) Aplíquese a grandes y pequeños.

b) Es inherente al hombre caído.

c) Trae infaliblemente un desastroso fin.

II. El remedio infalible: El sacrificio de Cristo.

a) Advertido por el testimonio personal.

b) Definido por los servidores de Dios.

III. Métodos erróneos para conseguirlo,

á) No por dinero. Véanse Mateo 10:8; Hechos 8:20; 1ª Pedro 1:18.

b) No por influencia: Juan 2:4; 1.a Timoteo 2:5.

c) Considerar otras cosas tan buenas o mejores que lo que Dios ha revelado. Abana, Pharphar —religiones humanas, moralidad.

IV. El método indispensable.

á) Escuchar el mensaje con humildad.

b) Creerlo de corazón.

c) Obedecer sin excusas y de un modo completo.

Se pueden hacer también sermones expositivos yendo directamente a las aplicaciones del hecho sin referir la historia. Dicho método es recomendable cuando el tiempo es muy limitado y se está hablando exclusivamente a creyentes que conocen la historia sobradamente, pero el primer método es más recomendable si el predicador es un buen narrador y sabe poner colorido a la historia, refiriendo detalles que no están en la narración bíblica, pero que pudieron ocurrir con toda probabilidad.

El autor tuvo el privilegio de oír al Dr. Billy Graham predicar en Winona Lake ante unas 20.000 personas, la mayoría de las cuales eran cristianas, sobre la conocidísima historia de Daniel en el foso de los leones. El gran orador pintó con tan vivos colores el desespero del rey, accionando con las dos manos, cogiéndose con ellas la cabeza, en contraste con la tranquilidad de Daniel que suponía escogiendo al león más gordo y haciéndolo acostar para reclinar su cabeza sobre el mismo como almohada, que todos nos deleitamos escuchando una historia conocidísima como si fuera nueva. Lo más admirable del caso es que supo componer el sermón de tal forma que, sin forzar las aplicaciones de la historia, contenía un claro mensaje evangelístico, y cuando hizo un llamamiento final, unas 300 personas acudieron a la plataforma, muchas de ellas llorando, para testificar su aceptación de Cristo como Salvador personal.

Sin embargo, el predicador debe tener mucho cuidado, sobre todo si es joven y novel en el arte de predicar, de no forzar su imaginación de tal modo que pinte la historia con colores extraños, añadiendo detalles inverosímiles. Hay que evitar describir a Noé, como hizo cierto predicador, a la puerta del Arca leyendo la Biblia.

He aquí otro bosquejo sintético de un sermón narrativo sobre una historia bien conocida del Nuevo Testamento.

Ejemplo

EL HALLAZGO DEL RICO PUBL1CANO DE JERICO.

Lucas 19:9

I. Impedimentos.

1. Una dificultad popular: Publicano.

2. Una dificultad moral: Pecador.

3. Una dificultad financiera: Rico.

II. Ventajas.

1. Tenía un gran deseo de ver a Jesús.

2. Hizo un gran esfuerzo para verle.

3. Tenía voluntad de obedecer a Jesús.

III. Resultados.

1. Una gran confesión.

2. Una gran restitución.

3. Una grande verdad proclamada (vers. 20).

(C. L. Trawin)

Este esqueleto requerirá una introducción adecuada, según se explica en el capítulo VIII de este libro, y que se redondee cada punto, explicando lo que era el publicano; así como, usando un poco la imaginación, conviene referirse a los pecados de Zaqueo, hágase notar la paradoja de que en los asuntos hu­manos la mayor dificultad es la pobreza, pero en los espirituales suele ser la riqueza.

La parte de aplicación evangélica a los oyentes debe basarse muy bien en el último subtítulo y en texto en que se apoya. De esta manera el sermón terminará del modo propio y lógico de los sermones avangelísticos, con una invitación a los pecadores y la llamada al corazón.

Ejemplo

LIBERACIÓN DEL LAGO CENAGOSO

Salmo 40:1-6

I. El lago cenagoso es el mundo.

a) El pecado ha atascado nuestros pies desde nuestra misma infancia. Nos hundimos en acciones y palabras malas y la muerte física y espiritual nos amenaza. ¿Qué podemos hacer?

b) Tratar de salvarnos  a nosotros mismos: Tarea inútil.

c) Clamar al que puede salvarnos: "Oyó mi clamor".

II. Cristo es el Salvador poderoso que levanta al caído.

La encarnación del Verbo, es Dios «inclinándo­se», bajándose para acercarse al pecador.

III. Su salvación es firme y segura. — "Puso mis pies sobre peña". Vers. 2.

IV.   El Salvador se complace en guiar a los salvados por el camino que El anduvo. "Enderezó mis pasos".

V. Pone en sus labios una canción nueva.

La vieja era: "¡Ay! ¡Ay! ¡Socorro!" La nueva es: "Alabanza a nuestro Dios" (Apocalipsis 5:9).

VI. Resultados del proceso de salvación.

a)  Verán esto muchos.

b) Temerán.

c) Esperarán en Jehová.

La imaginaria historia de un hombre hundiéndose en el cieno ha de ser solamente una ilustración, y sería un pecado contra el respeto que nos merece la Biblia decir que ocurrió literalmente al rey David. Evidentemente, el autor no tiene en vista nada más que su experiencia moral.

Siempre al añadir detalles a las historias bíblicas debemos proceder con sumo cuidado para distinguir lo que está referido en la Biblia y lo que es imagina­ción del predicador. Nunca deben darse tales ideas como si fuesen de la Biblia, sino que debemos distinguirlas con un "probablemente...", "podemos suponer...", "es posible que...", "podía ocurrir que...", y nunca hacer una afirmación concreta que no se halle contenida en las Sagradas Escrituras. La primera cualidad del predicador es ser veraz.

MÉTODO ANALÍTICO

El sistema mayormente empleado en la clase de armones llamados expositivos es el método simple, que consiste en comentar versículo por versículo, este sistema, generalmente usado por los predicadores sin estudios, es también empleado por los grandes expositores de la Palabra de Dios. ¿La razón? pues que es el método que permite sacar más provecho de la porción que se estudia, ya que con él se analiza cada frase, cada sentencia, cada palabra, sin dejar nada por exprimir en consideraciones y comentarios.

El predicador sencillo lo encuentra maravilloso. No hay que preparar sermón alguno, ni bosquejo, con este sistema, sino tan sólo meditar cada versículo. Cuando se han terminado los pensamientos referentes a una frase se procede a la siguiente; sin embargo, este sistema puede hacerse muy pesado a los oyentes, sobre todo si éstos no son personas muy fervorosas, y el predicador es pobre de expresión y de conocimientos.

Pero puede resultar maravilloso si el predicador sabe ir de un texto a otro del modo debido, pues también este método más sencillo tiene su arte y sus reglas.

Al exponer así la Sagrada Escritura es necesario no pasar bruscamente de un texto al siguiente o de una frase a otra del mismo texto, sino que conviene relacionarlos.

a) Por contraste. Por ejemplo, si estamos comentando del Evangelio diremos: "El Señor nos declara en la frase anterior tal o cual cosa; ahora nos dice esto", haciendo notar la relación, diferencia o avance de pensamiento que hay entre ambas frases.

b) Por inferencia de lo no expresado, pero que se adivina o trasluce en el pasaje entre líneas. Las frases más diversas pueden ser relacionadas de esta forma si el predicador es un pensador ágil. Rogamos al lector que lea el pasaje Juan 5:37 al 45. A primera vista le parecerá que el discurso de Cristo cambia completamente de sentido en cada texto de la porción leída. Puede, naturalmente, comentarlo así, separadamente, haciendo como un pequeño sermón para cada texto. Sin embargo, por buenos que sean tales sermoncitos resulta desorientador para la mente de los oyentes oírlos juntos uno tras otro sin conexión alguna entre sí.

Pero puede darse cohesión a estos pensamientos, al parecer tan diversos, preparando un sermón expositivo bajo un tema en la siguiente forma:

Ejemplo

LAS CREDENCIALES DE CRISTO

Juan 5:36 al 45

Vers. 36. — El Señor está hablando del testimonio de Juan, a quien los judíos enviaron a preguntar si era él el Mesías (véase Cap. 1; 19). Pero éste, en lugar de testificar de sí mismo, habló en favor de Cristo (Cap. 1, vers. 29). Los judíos orgullosos no lo creyeron, sino tan sólo algunos pocos discípulos; por esto Jesucristo les señala en cuanto a sí mismo un testimonio superior, el de Dios.

Vers. 37. — Ahora bien, la pregunta que ellos y cualquiera se haría es: "¿Pero qué garantía tenemos de que Dios ha señalado a un humilde artesano de Nazaret como el Mesías?" Si pudiéramos ver a Dios, oír su voz haciéndonos tal declaración, bien, pero no hay tal cosa como esto. A este escepticismo alude la segunda parte del versículo.

Vers. 38. — Dado el modo en que Dios se revela al mundo, el que no tiene el Espíritu de Dios en el corazón no sabe percibir el mensaje de Dios en boca de sus mensajeros. Esto observamos cada día en nuestros servicios religiosos y ocurría igualmente en los días de Cristo. Sólo los que viven más cerca de Dios descubren y entienden por intuición espiritual lo que Dios quiere revelar a sus almas, por medio de sus siervos.

Vers. 39. — Pero las profecías de la Sagrada Escritura son un testimonio evidente, aun para el que no tiene la intuición espiritual, con tal que tenga buena voluntad. Por eso Cristo les invita a escudriñarla, para que se persuadan de que lo que las Sagradas Escrituras dicen acerca del Mesías que había de venir, estaba cumpliéndose en su persona.

Vers. 40. — El resultado de tal estudio sería la vida eterna, pero no por el mero hecho de leer la Biblia como un libro mágico, sino solamente en el caso; que como resultado de tal estudio naciera en ellos la fe sincera que les hiciera aceptar a Cristo de un modo libre y espontáneo.

Vers. 41. — Este reconocimiento no aprovecha al mismo Cristo, ya que aquel a quien adoran las criaturas celestes no necesita la poca gloria que podemos darle.

Vers. 42. — Pero El se goza de ver el amor de Dios reflejado en el corazón de los hombres hechos a su imagen. Cuando falta este amor todo está perdido.

Vers. 43. — La locura humana consiste, empero, esto precisamente:

a) Rehúsa glorificar a Dios y da la gloria a criaturas humanas (santos, papa, héroes, ídolos nacionales, etc.).

Vers. 44.

b) Este gran error es fomentado por el humano orgullo, que procura obtener el honor para sí o para su grupo. (Mucho del honor que se da a los santos canonizados en cada época es fomentado por el orgullo patriótico, de orden religioso, etcétera. Ejemplo: Juana de Arco y muchos otros.)

Vers. 45-47. — La Palabra de Dios será, empero, el juez infalible que juzgará a los que se han extraviado de tal modo. ¡Qué desengaño para los judíos cuando se den cuenta de que les condena aquel a quien ellos idolatraban como su gran legislador y Caudillo!

¡Qué desengaño para muchos católicos cuando la bendita Virgen María pueda hablarles, no según la ilusión de los que hoy pretenden tener visiones, sino según ella es y piensa en verdad, lo cual conocemos por las enseñanzas del Evangelio!

Conclusión. — Nadie sino Cristo tiene credencia­les divinas. Aceptémosle y dejémonos guiar sólo por El.

Cualquier predicador inteligente sabrá desarrollar estos puntos mucho más allá de lo aquí sugerido; pero el breve comentario que damos ofrece la clave para unir y relacionar estos versículos entre sí, hciéndolos la base de un sermón compacto. Nótese, empero, que para hacerlo así es indispensable tener un tema, y el de Las credenciales de Cristo es el mejor que corresponde a este pasaje.

Supongamos que el capítulo a comentar es 1.a Pe­dro 1. También allí hay materiales diversos. ¿Cómo vamos a unirlos? En algunos casos es casi imposible, hay una brecha insalvable entre versículo y versículo; entonces convendrá agrupar el texto, o el grupo de textos que sigue, bajo otro título, y así sucesivamente, formando tantos sermones como pasos infranqueables encontramos entre versículo y versículo. 

El análisis de 1.a Pedro 1, nos da cuatro temas.

I. La esperanza de los peregrinos: Vers. del 1 al 9.

II. El misterio escondido a los profetas: Vers. 10 y 12.

III. Exhortación a la santificación: Vers. 13 al 22.

IV. Permanencia de la Biblia: Vers. 23 al 25.

Tratemos ahora de desarrollar algunos de estos mas.

Ejemplo

LA ESPERANZA DE LOS PEREGRINOS

1º. Pedro 1, del 1 al 9

Vers. 1. — El apóstol Pedro parece dirigirse a sus propios discípulos que creyeron a la palabra en el día de Pentecostés. Los comentadores difieren si el calificativo de extranjeros se refería a su calidad tales, como judíos de la dispersión en el mundo gentil, o a la condición de extranjeros en que nos hallamos situados todos los cristianos en un mundo que no conoce al Señor ni obedece sus leyes.

Vers. 2. — Si somos extranjeros entre el mundo por haber sido elegidos por la presencia de Dios para ser sus hijos. Sin embargo, tal presciencia implica nuestra voluntad de obedecer a su Palabra. Es por tal obediencia que nos es aplicada la virtud de sangre de Cristo, y cuando crecemos en la vida cristiana la gracia y la paz nos es multiplicada.

Vers. 3. — Cuántos motivos tenemos, por lo tanto, para alabar al Señor por su grande misericordia que nos ha hecho nacer de nuevo, haciendo brotar en nuestros corazones una esperanza que es viva porque se asienta sobre un hecho comprobado: la Resurrección de Jesucristo.

Vers. 4. — Esta esperanza es la de que somos he­rederos de una herencia que tiene estas dos preciosas condiciones, imposibles de hallar en este mundo:

a) No se pasa ni marchita como todo lo que vemos.

b) No puede ser dañado ni contaminado por el pecado. Si hubiera la menor posibilidad de que el pecado pudiera entrar en el Cielo alguna vez, sería desde ahora un motivo de pesar para los creyentes.

Vers. 5. — Esta herencia está reservada en los cielos para aquellos que somos guardados en la virtud de Dios aquí en la tierra. Es decir, el que guarda la herencia en los Cielos, guarda a los herederos sobre la tierra para que no perdamos nuestra pose­sión celestial, sino que obtengamos aquella salud, o sea, liberación, de todos los males que tendrá lugar en el postrimero tiempo.

Vers. 6. — Es tan gloriosa esta esperanza que produce gozo aun en la aflicción, como ha sido el caso de muchos mártires y piadosos cristianos afligidos. (Cítese algún ejemplo.) Pues ante su grandeza y duración toda aflicción aquí resulta sin importancia y breve. Es un gran consuelo en las aflicciones saber:

a) Que serán por poco tiempo.

b) Si son necesarias. No nos gusta padecer inútilmente, y ésta es la tragedia de los mundanos que no conocen la promesa de 2.a Corintios 4:17.

Vers. 7. — El apóstol nos define la principal razón Por la cual la tribulación puede hacerse necesaria en esta vida: Para que nuestra fe probada, como el oro, sea purificada de tal modo que, en el día de Cristo, el Supremo Juez no encuentre en nosotros sino motivos de alabanza, gloria y honra. Es decir, todo oro puro y ninguna escoria.

Vers. 8. — El apóstol recuerda que este Señor Jesucristo, cuya manifestación esperan sus lectores e hijos en la fe, nunca había sido visto por ellos; sin embargo, su fe es firme en El. Con tal motivo les admira. Podemos figurarnos a los creyentes diciendo gran apóstol: "¿Qué privilegio tuviste tú de convivir con El, de andar en su compañía y oír las paladas de su boca?" Y el apóstol respondería: "¡Qué privilegio tenéis vosotros que sin haberle visto le amáis! Mi fe no tiene importancia ni mérito alguno, la vuestra tiene mucho más valor en su presencia." véase Juan 20:29.

Por esto el gozo espiritual de los creyentes en el Señor tiene esta doble cualidad:

a) Es inefable. Es decir, no se puede expresar con palabras.

b) Glorificado. Propio de la gloria. De la misma clase que el que disfrutaremos en la Gloria, con la sola diferencia que aquí lo experimentamos a gotas, en momentos de especial emoción religiosa, y allí lo tendremos a torrentes.

Vers. 9. — ¿Cuándo será esto? Cuando llegaremos al objetivo o meta de nuestra carrera. Vale, pues, la pena pasar tribulaciones durante el peregrinaje o prueba a que nos hallamos al presente sometidos.

Ejemplo

EL MISTERIO ESCONDIDO A LOS PROFETAS

1.a Pedro 1:10-12

Vers. 10. — La palabra "salud", o salvación, en el versículo anterior, sugiere al apóstol una serie de consideraciones sobre el tema de la salvación profesada en el Antiguo Testamento. Tenemos aquí una revelación de lo interesante que era para los mismos profetas el anuncio de los sufrimientos del Mesías, como en Isaías 53.

Vers. 11. — Era una cosa extraordinaria para ellos como judíos que aquel "Siervo de Jehová", que tenía que "rociar a muchas gentes y delante del cual los reyes cerrarían sus bocas", hubiera de padecer todo lo que se dice a continuación. Sin embargo, así ha sido.

Vers. 12. — El Evangelio es una dispensación pe­culiar de nuestro tiempo. Este texto y otros de la Sagrada Escritura nos muestran que una cosa es el privilegio de los cristianos y otra el de los hombres fieles del Antiguo Testamento, aunque formarán una misma compañía con los creyentes, pero proba­blemente aquéllos como "amigos del esposo". Véase también Hebreos 11:40. La presente época de la Gracia, aunque más difícil quizá que ninguna para el ejercicio de la fe, es la más bienaventurada para los fieles de Dios.

Todo en el Antiguo Testamento es una preparación de los propósitos de salvación revelados en el Nuevo.

Vers. 12. — Esta salvación, con la maravilla de la encarnación del Divino Verbo, y los frutos de ella, como son los milagros de la gracia en la transformación de pecadores, y el amor, heroísmo y consagración de los creyentes, son cosas tan admirables, por lo que glorifican a Dios y confunden a Satanás, que los mismos ángeles fieles lo miran día tras día alborozados y gozosos. Véase Lucas 15:10.

¿No nos sentimos privilegiados de ser protagonis­tas de Dios en este sublime espectáculo? ¿No procuraremos esmerarnos para actuar con la máxima perfección?

MÉTODO  SINTÉTICO

Cuando el comentario abarca un capítulo fecundo, de las epístolas o de los salmos, por ejemplo, será conveniente para agruparlos bajo un tema omitir los textos que no se avienen al plan propuesto, haciendo la selección solamente de los que entran en el plan lógico del sermón.

Este método es aún más sugestivo que el explicar un versículo tras otro, y el público lo aprecia más, porque le permite recordar el mensaje muchísimo mejor.

Supongamos que se trata de exponer el capítulo 4 de Filipenses. El predicador puede agrupar los pensamientos principales de dicho riquísimo capítulo bajo un tema general, del siguiente modo:

Ejemplo

SIETE PRIVILEGIOS DEL CREYENTE

1. Gozo constante: Vers. 4.

2. Liberación absoluta de cuidados: Vers. 6.

3. Paz abundante: Vers. 7.

4. Amigo siempre presente: Vers. 9.

5. Contentamiento que nunca fracasa: Vers. 11.

6. Poder todo suficiente: Vers. 15.

7. Una inagotable provisión para cada necesidad: Vers. 19.

Del mismo modo puede trazarse el conocido Salmo 23 bajo el tema:

Ejemplo

PRIVILEGIOS DE AQUEL CUYO PASTOR ES JEHOVA

1. Toda necesidad suplida: Vers. 1-3.

2. Todo temor expulsado: Vers. 4.

3. Todo deseo satisfecho: Vers. 5-6.

El mismo pasaje que comentamos antes por el sistema analítico, versículo tras versículo, puede ser tratado por el sistema sintético desde el punto de vista de los privilegios, usando solamente aquellos textos que corresponden al tema, en la siguiente forma:

Ejemplo

LO QUE GANAMOS POR LA FE EN CRISTO

1.a Pedro 1:3-8

1. Nuevo nacimiento: Vers. 3.

2. Una esperanza viva garantizada por un hecho innegable: Vers.

3. Una herencia gloriosa (Vers. 4), cuyas características son:

a) Incorruptible.

b) Incontaminable.

c) Reservada en los cielos.

4. Seguridad de los herederos: "Guardados por la virtud de Dios": Vers. 5.

5. Gozo inefable y glorificado: Vers. 8.

6. Recompensa  y  honores  en la  aparición  de Cristo: Vers. 7.

El pasaje de Hechos 4, que refiere la actitud de los apóstoles cuando salieron de la cárcel, puede ser usado provechosamente para una reunión de oración, bajo el tema:

Ejemplo

EL PODER DE LA ORACIÓN

I. Calidad de esta oración apostólica.

1. Tenía un motivo especial: Vers. 24.

2. Fue hecha con fe en el poder y providencia de Dios.

3. Fue unánime: Vers. 24 y 28.

4. Se apoya en palabras de la Sagrada Escritura: Vers. 25-26.

I. Resultado de dicha oración.

1. Los discípulos llenos del Espíritu Santo: Ver­sículo 31.

2. Dios levantó un defensor entre sus mismos enemigos: Cap. 5:34.

3. Recibieron valor para testificar, según pi­dieron: Cap. 4:33.

4. Desarrolló la actividad y los frutos de la misma: Cap. 5:42.

Obsérvese cómo las divisiones de este bosqueje abarcan más allá de la porción principal que señalamos como texto, entrando en el capítulo 5, que con en materias muy diversas que deben omitirse como la mentira de Ananías y Safira; pero leyendo ambos capítulos puede observarse que el final del la continuación de la misma historia del 4, y 1o que importa es presentar a los oyentes todos aquellos datos que pueden apoyar la tesis del tema, o sea, el poder de la creación.

Para hacer buenos sermones expositivos de cualquier pasaje de las Sagradas Escrituras es necesario buscar una línea de pensamiento que engarce los principales textos como en una especie de collar d perlas. Será la manera de que la gente las retenga todas y no pierda ninguna. Si se las ofrecéis sueltas no recibirán tanta edificación espiritual, ni podrán recordar tan bien el sermón.

Supongamos que el comentario que queremos hacer es sobre el 2.° capítulo de 1.a Juan. Este es un capítulo difícil de unir en una sola línea de pensamiento, pues el estilo de San Juan no sigue un argumento continuo, como algunos capítulos de las epístolas de San Pablo, sino que varía constantemente sin embargo, puede hallarse aquí un lazo de conexión en la persona de Jesús, y podremos decir que el ca­pítulo nos presenta:

Ejemplo 10º

SIETE  ASPECTOS  CONSOLADORES DE  CRISTO 

1.   Jesús, abogado con el Padre: Vers. 1.

2.   Jesús,  la propiciación por  nuestro pecado: Ver. 2.

3.   Jesús, nuestra luz: Vers. 8.

4.   Jesús, dador del Espíritu Santo: Vers. 20, 27.

5.   Jesús, el Hijo de Dios: Vers. 20, 23.

6.    Jesús, el prometido: Vers. 25.

7.    Jesús, el que ha de venir: Vers. 28. 

Cada uno de estos puntos puede desarrollarse con preciosas enseñanzas acerca de la persona de Cristo. Claro está que este método no nos permite comentar otras enseñanzas muy importantes que el mismo capítulo nos ofrece acerca de los jóvenes y de la necesidad de vivir separados del mundo. Para esto debiéramos tratar los versículos 12 al 17 bajo otros temas como "La victoria contra el pecado" o "Vanidad de las cosas presentes". Pero no pueden mezclarse estos temas con el estudio de la persona de Cristo que nos ofrecen los otros textos escogidos, y el mensaje queda así más compacto y es más fácil de recordar.

Si el capítulo objeto de nuestro estudio fuera el 3.° de la misma epístola de Juan, el mejor lazo de Unión para relacionar muchos textos sería la persona del creyente. Así podríamos decir que el capítulo nos Presenta:

Ejemplo 11º

SIETE GRANDES HECHOS RESPECTO A LOS CREYENTES

1.   Los creyentes son hijos de Dios: Vers. 1, 2.

2.   Los creyentes serán como Cristo cuando El venga: Vers. 2.

3.   Los creyentes no practican el pecado volunta­riamente: Vers. 5, 6, 9 y 10.

4.   Los creyentes han pasado de muerte a vida: Vers. 14.

5.   Los creyentes tienen confianza ante Dios: Ver­sículos 19 al 21.

6.   Los creyentes tienen el privilegio de recibir respuesta a la oración: Vers. 22.

7.   Los creyentes tienen el don del Espíritu Santo: Vers. 24.

El orden en que presentamos estos puntos es tal como se hallan en el capítulo. Algunos predicadores prefieren presentarlos así, tratándose de sermones expositivos de largo texto, para facilitar a los oyentes la recomposición del sermón con una mera lectura del texto bíblico, sin tomar notas; pero otros prefieren presentarlos en un orden lógico.

Arreglado en esta segunda forma, el bosquejo debería ser así:

1. Los creyentes son hijos de Dios: Vers. 1 y 2.

2. Los creyentes han pasado de muerte a vida: Vers. 14.

3. Los creyentes tienen el don del Espíritu Santo: Vers. 24.

4. Los creyentes no practican pecados volunta­rios: Vers. 5, 6, 9 y 10.

5.   Los creyentes tienen confianza en Dios: Ver­sículos 19, 21.

6.   Los creyentes tienen el privilegio de recibir respuesta a la oración: Vers. 22.

7.   Los creyentes serán como Cristo cuando El vuelva: Vers. 2.

Este segundo método facilita la comprensión y buen recuerdo del sermón porque lleva a los oyentes por la mano con el mismo orden en que tienen lugar los privilegios del cristiano en la vida real.

Manual de Homilética por Samuel Vila

 
1. El Tema
2. Textuales
3. Temáticos
4. Subdiviciones
5. Material
6. Expositivos
7. Ordenación
8. Introducción
9. Conclusión
10. Estudios
11. Ilustraciones
12. Predicación
13. Preparación
14. Retórica
15. Elocución
16. Gestos
17. Navidad 1
18. Navidad 2
19 Pascua 1
20 Pascua 2
21. Pascua 3
22. Matrimonio 1
23. Matrimonio 2
24. Retiro 1
25. Retiro 2
26. Vacaciones 1
27. Funeral 1
28. Funeral 2
29. Evangelismo 1
30. Evangelismo 2
31. Evangelismo 3
32. Devocional 1
 

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